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 Asociación de Señoras de Sta Bárbara Álava

Asociación de Señoras de Sta Bárbara de Cuba 1894

Asociación de Señoras de Sta Bárbara del Sahara

Atributos de Sta Bárbara

Breve repertorio de invocaciones populares

Burgos Sta Bárbara y la Artillería 500 años de patrocinio en Burgos

Cofradía del Santo Cristo de los Artilleros Valladolid

Conferencia impartida en la Academia de Artillería el 6-5-2022 por José Enríquez Río           

Critica d'un bon quadro de Sta Bárbara

Decreto 500 aniversario de Sta  Bárbara como patrona de Artillería                        

Devoción y culto a Sta Bárbara por los artilleros y condestables de la Armada

Entorno a la leyenda: Andadura, atributos y patrocinios de una mujer legendaria: Santa Bárbara

Exposición Sta Bárbara de los Artilleros Fundación Biblioteca de Ciencia y Artillería Segovia 2022

Ezili Dantor = Sta Bárbara

Historia de las reliquias de Sta Bárbara

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Memorial de Artillería 177/Extra Sta Bárbara diciembre 2021

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Museo Arocena Santa Bárbara siglos XV-XVI

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Origen del patrocinio sobre los artilleros Eugenio López Polo

Patrocinio de Sta Bárbara por la Artillería española 500 años de historia Pablo Gil Ruiz

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Romance de Sta Bárbara Versión pedroñera

Sta Bárbara, 500 años de devoción artillera Eugenio López Polo

Sta Bárbara en las Bellas Artes José Alberto Ruiz de Oña Domínguez Tenerife 2022

Sta Bárbara, patrona de los artilleros

Sta Bárbara, patrona de los mineros

Sta Bárbara y el rayo de Copacabana

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Sta Bárbara y la santería

Sta Bárbara y los patrocinios

Sta Bárbara y san Estanislao de Kostka

Sevilla Sta Bárbara de los Artilleros, 500 años de patronazgo

Sumario de las indulgencias y gracias de Sta Bárbara 1831

                                                                                              

 

SANTA BÁRBARA

 

 

 

 

                                                                                         

                                                                                   
 


  

JOSÉ FERNANDO DEL POZO GONZÁLEZ

 

ÍNDICE

 

                                                             INTRODUCCIÓN

                                                                           ONOMÁSTICA Y SANTORAL

                                                                EL NOMBRE DE BÁRBARA                                                             

                                                                LAS LEGENDARIAS BIOGRAFÍAS DE SANTA BÁRBARA 

                                                                           MARCO HISTÓRICO Y AMBIENTAL DE SU VIDA

                                                                CULTO Y TRADICIÓN

                                                                ¿PORQUÉ UNA DE LOS CATORCE AUXILIADORES?  

                                                                PROTECTORA DIVINA

                                                                RELACIÓN CON EL PATRONAZGO DE LA MINERÍA Y METALURGIA                                                  

                                                                RELACIONES CON EL PATRONAZGO DE LA ARTILLERÍA

                                                                ACORDARSE DE SANTA BÁRBARA CUANDO TRUENA

                                                                ORAÇAO A SANTA BÁRBARA

                                                                SANTA BÁRBARA HOY

                                                                RELACIÓN DE SANTA BÁRBARA CON LA RELIGIÓN DE LA SANTERÍA

                                                                ICONOGRAFÍA

                                                                BIBLIOGRAFÍA

 

SANTA BÁRBARA

 

 

 

INTRODUCCIÓN:

 

 

 

 

            La cultura hagiográfica es poco conocida y, a pesar de estar muy arraigada en nuestra cultura popular, pocos de nosotros conocemos la vida y anécdotas de nuestros santos.

 

            El conjunto de leyendas, cuentos y refranes que constituyen el rico y variado acervo de la cultura oral, son sin duda elemento esencial del patrimonio histórico de cualquier comunidad religiosa, y como tal ha de ser preservado y difundido entre los miembros de esa comunidad, porque  la identidad de una religión está en su fe y su memoria. Y  no sólo está  en esa memoria escrita o literatura sino también en todo lo que abarca su fe, incluidas las narraciones tradicionales: devociones locales, leyendas nobiliarias, historias sobrenaturales que desde siempre han encandilado a niños y mayores, aunque se den grandes variaciones dentro de unas mismas leyendas o en las historias marianas, tan iguales y distintas entre sí.

 

            He querido reflejar y unir esa leyenda, esa fe, esa cultura y esa tradición en una devoción personal hacia mi patrona SANTA BÁRBARA, como una educación y herencia  que he vivido desde pequeño y  que he adquirido de mi padre José,  como ARTILLERO y de mi madre Rosalía, como SEÑORA de la Asociación que lleva su nombre, y no acordándome de mi santa patrona solamente cuando truena.

 

ONOMÁSTICA Y SANTORAL:

 

 

 

            La onomástica (onoma, en griego nombre) es una ciencia que trata de la catalogación y estudio de los nombres propios e inicialmente no tienen ninguna relación con el santoral ya que prescinde de las posibles conexiones de patronazgo celestial que se pretende con los nombres de santos. El santoral es  la lista de los santos cuya festividad se conmemora en cada uno de los días del año. Instalados ya en una tradición cristiana de 2.000 años, los nombres de santos han formado hasta hace muy poco la casi totalidad de los nombres de persona y los dos términos, santoral y onomástica, se han fundido de tal forma que se define la onomástica como “ Día en que una persona celebra su santo” acepción añadida a su antiguo valor semántico carente de contenido religioso.

 

             La historia nos cuenta que al principio  faltaban santos para completar el santoral. Esto se arregló en los primeros tiempos del cristianismo, entrando muchísimos santos a dedo, sin pasar las duras oposiciones que actualmente es preciso superar para merecer un altar y un culto, si no han sido víctimas del rojerío internacional. Una de los recursos  más habituales fue inventar vidas de santos basadas en leyendas paganas preexistentes que, a su vez, ayudaban a mantener viva la fe de los creyentes: la milagrosa fortaleza que permitía a los mártires resistir los más diversos suplicios (comparables a los ritos de iniciación) era un ejemplo para los fieles  que superaban resignadamente las pequeñas torturas de su vida cotidiana, pareciéndoles sus miserables vidas más soportables en comparación con tales modelos sobrenaturales.

 

            En la edad media lo resolvieron de forma aún más arbitraria, asignando por decreto un santo a cada nombre aunque careciera de él, es decir, inventándole un santo al nombre y componiendo su historia. La devoción popular no podía reprimir sus ansias de crearles una leyenda digna de sus grandes obras a estos benefactores de la cristiandad.  Y es así como tenemos en los santorales muchas más leyendas que vidas y milagros. Las vidas de los santos sirvieron de inspiración a los escritores para autos o representaciones que inicialmente tuvieron lugar dentro de las iglesias y posteriormente se trasladaron a los atrios y las plazas públicas, transformándose con la incursión de elementos profanos  en auténticas obras teatrales que despertarían la emotividad de las gentes.

 

            El santoral católico en el día 4 de diciembre comparten junto Santa Bárbara la festividad. Juan Damasceno (doctor de la iglesia), Annón II (confesor de fé), Emérita, Teófanes, Isa, Tecla (mártires), Bernardo, Cristiano, Félix, Mauro, Melecio, Marutas, Osmundo (obispos) y Wisinto (monje).

 

 

EL NOMBRE DE BÁRBARA:

 

 

 

            De acuerdo con la comprensión católica, el nombre de una persona es santo “al igual que la imagen de la persona”. De esta forma los padres de todas las generaciones y de todos los pueblos intentan llevar la felicidad a sus hijos por medio de un nombre específico ya desde la cuna.

            También los antiguos romanos y griegos lo veían así: Los griegos llamaban “bárbaro” a todo aquel que pareciera extranjero y al que no entendieran. Para los romanos, la extranjera era peregrina...etc. Lógicamente los cristianos siempre fueron considerados bárbaros y, a partir de la proclamación del cristianismo como religión del Estado, la palabra “bárbaro” se aplica al “no creyente”.A la vista de esto, sigue abierto, aún, el origen y el trasfondo espiritual del nombre de Santa Bárbara.

            Barbara  (Barbara) es la forma griega de este nombre. Significaba antiguamente “extranjera”. Los griegos primitivos cuando no entendían lo que hablaban los otros pueblos decían “que hablaban bla bla”. En efecto, está documentado que la forma inicial de esta palabra era bla-bla-los (bla-bla-lós), literalmente el que habla bla bla. Sólo fue cuando los bárbaros empezaron a hacer barbaridades cuando se le dio a la palabra un matiz peyorativo. De todos modos, al asociar a Santa Bárbara con las tormentas, las explosiones y la artillería, se le ha querido dar un valor más bien duro al nombre. Su diminutivo Barby lo dulcifica definitivamente,  y se lleva con mucha gracia.

            Santa Bárbara figura en el santoral cristiano, tanto el ortodoxo como el católico romano, entre las estrellas más resplandecientes. Su sepulcro, en Nicomedia junto con el de santa Juliana, fue durante siglos uno de los más importantes centros de peregrinación de la cristiandad. Las curaciones de los enfermos que acudían a venerar estas reliquias fueron numerosísimas. La antigüedad de estas santas (son de principios del siglo III) es la causa de que la documentación sobre ellas sea muy escasa y de que en el calendario litúrgico pos-Vaticano aparezca sustituida por San Damacio, un santo cuya vida está mejor documentada,  pero la devoción y la tradición suplieron el desgaste del tiempo.

 

LAS LEGENDARIAS BIOGRAFÍAS DE SANTA BÁRBARA:

 

 

 

            Para poder situar la fecha exacta de su nacimiento y muerte, así como la narración del martirio de santa Bárbara en su momento histórico, se hace necesario intentar ordenar y situar los escasos datos fácticos de las leyendas en un marco histórico.

 

            Si en el momento de su martirio (a.306), Bárbara, tenía entre 15 y 20 años, nació antes del a. 285 y 290. Si murió entre el a. 250 y 251, con motivo de la segunda persecución del emperador Decio, nació entre el a. 230 y 235.

            De historicidad insegura y protagonista de un buen número de leyendas, la vida de Santa Bárbara está adornada de gran cantidad de elementos inverosímiles, contradictorios y teológicamente sorprendentes. 

Según el Misal Romano anterior al último Concilio, el martirio de Santa Bárbara había ocurrido en Nicomedia, en el siglo III de nuestra era, en tiempos del emperador Maximinus Thrax. Las variantes de las muchas leyendas que se conocen corresponden o son posteriores al siglo VII, tiempo en que la Santa fue muy venerada y los lugares de su hipotética residencia se convirtieron en destino frecuente de gran número de peregrinaciones. Pueden que tengan su origen en la zona de la Iglesia oriental en la que se encuentran un número considerable de manuscritos antiguos. Tales como: “Codex Vaticanum 86” (s. XI); “Codex   Mexinensis 76”  (s. XII); “Codees Vindobonensis 61”   (s. XIV) etc. En definitiva, se necesita mucha inteligencia para poder separar manifestaciones religiosas y hechos históricos sobre el tema. Las tradiciones citan sitios tan distantes como Antioquia, Nicomedia o Heliópolis como del nacimiento y muerte de Santa Bárbara. Siglos después, los martirologios medievales señalaron Toscana, e incluso Roma, como lugares en que habían tenido lugar ambos acontecimientos.

 

La siguiente historia fue extraída de un antiguo manuscrito propiedad del escritor griego Simeón de Metafrasto, especialista en la investigación de la vida de los santos católicos, que existe en versión latina, griega, siria, árabe, egipcia y armenia. Dicho manuscrito fue expuesto a la luz pública a mediados del siglo VII.

 

En tiempos durante el reinado de Maximiano en la ciudad de Nicomedia (actualmente Izmir, Turquía) cerca del mar Mármara, había un hombre muy rico llamado Dióscoro, quien era pagano, supersticioso y estaba abocado a seguir la errónea costumbre local de adorar dioses irreales. Dicho personaje tenía una hija muy hermosa llamada Bárbara, a la cual celaba sin motivo alguno. Para evitar que Bárbara tuviera contacto con la gente, Dióscoro hizo construir una torre muy alta y allí encerró a su hija hasta que decidió entregarla en matrimonio a uno de los príncipes que la pretendían atraídos por el misterio que rodeaba su encierro.

 

Ante la situación el padre de Bárbara un día se dirigió a ella y le dijo: “Hija mía, los príncipes de comarcas lejanas y cercanas han llegado hasta aquí para pedir tu mano, por ello te ruego que me digas que quieres hacer ante esta situación”. Al escuchar a su padre Bárbara sintiéndose ofendida le contestó: “Padre mío, mi decisión es no casarme, pues nunca he pensado en ello, así que te ruego que no me obligues a hacerlo”.

 

Realmente hablaba en serio, ella vivía pensando en llevar una vida perfecta sumida en la búsqueda del verdadero y único Dios, por lo tanto pensaba que si accedía a las proposiciones de los príncipes se alejaría de su meta: el acercamiento al ser supremo. Esto decepcionó tanto a Dióscoro que fue a vivir a un país lejano por un tiempo. Bárbara ante la ausencia de su padre aprovechó  para colocar una cruz en el baño y añadió una ventana más a las dos que ya tenía la torre para así simbolizar a la Santísima Trinidad. Luego de esto Bárbara fue bautizada, fue un sacerdote quien, haciéndose pasar por médico, la bautizó y le enseño la doctrina cristiana mientras se encontraba enclaustrada, y siguiendo una de las costumbres místicas de San Juan Bautista sólo comía miel y langostas.

 

Después del bautizo de Bárbara dicho baño, que estaba formado por una serie de piscinas, quedó consagrado y se sabe que allí los ciegos de nacimiento recobraban la vista. En ese momento ya Bárbara estaba fortalecida por su fe lo cual la ayudó a vencer al demonio y esto lo demostró cuando reaccionó ante los ídolos paganos de su padre escupiéndolos y diciéndoles: “Todos aquellos a los que vosotros habéis inducido en error y creen en vosotros serán como vosotros”.

Después de ocurrir esto se retiró a orar y a venerar a Dios en la torre y en ese momento fue consagrada por el espíritu santo y adquirió la gloria espiritual que poseen todos los santos.

 

En el año 235 d.c. su padre regresó de viaje y ya había culminado la reestructuración de la torre y éste le preguntó a los obreros: “¿Por qué habéis hecho tres ventanas, en vez de dos como había ordenado yo?, y ellos sorprendidos contestaron: “Porque su hija nos lo ordenó, que abriéramos una tercera ventana”. Ante esto Dióscoro mandó llamar a su hija Bárbara para definitivamente conseguir una respuesta al dilema que se le había presentado con las tres ventanas de la torre.

 

Cuando Bárbara se presentó ante él, le hizo la misma pregunta que anteriormente hizo a los obreros, y la respuesta fue la siguiente: “Mandé hacer una tercera ventana, porque tres ventanas dan luz a todo el mundo y a todas las criaturas, en tanto que solamente dos ensombrecen el Universo”. Entonces Dióscoro se dirigió con su hija a los baños y le preguntó, con gran ánimo de que le aclarara la situación, por qué una tercera ventana si con las dos que había ordenado yo construir llegaba suficiente luz al lugar, y Bárbara respondió: “Esas tres ventanas representan claramente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, los cuales son tres personas en un solo Dios, en el que debemos creer y al único que debemos adorar”.

                       

La reacción del padre de Bárbara  fue violenta, tanto así que sacó su espada para matar a su hija allí mismo, pero la ya consagrada virgen comenzó a orar y milagrosamente levitó por los aires gracias a la protección divina y llegó volando a una lejana roca inmersa en las montañas. Testigos de esto fueron dos pastores que la vieron volar y a su padre persiguiéndola preso de la ira. Al llegar a las montañas Dióscoro cogió a Bárbara   por los cabellos y  decidió llevarla para ser juzgada y limpiar su propio nombre ante la gente de la ciudad. Bárbara fue apresada, denunciada al pretor Martiniano, y enjuiciada, en ese momento dándole una nueva oportunidad de que recapacitara ante su creencia de la existencia de un solo Dios, el juez le dijo: “Así pues, elige entre sacrificar a los dioses o salvar tu vida, o morir cruelmente torturada”, y Bárbara respondió firme: “Me ofrezco en sacrificio a mi Dios, Jesucristo, creador del cielo, de la tierra y de todas las cosas.

           

Esa fue su sentencia, y después de ser apaleada y torturada durante días, Bárbara tuvo la visión del señor Jesucristo en la prisión. Pasaron los días y como Bárbara mantenía su posición ante el castigo, el juez decidió que fuese decapitada por la espada. En ese momento Dióscoro cegado por la obsesión de limpiar su nombre arrebató a Bárbara de las manos del juez y la llevó a la cumbre de una montaña junto a otra mártir llamada Juliana. En el camino Bárbara se alegró porque sentía que se aproximaba el premio a su devoción por Dios y mientras su padre la arrastraba hacia la montaña hizo la siguiente oración: “Señor Jesucristo, Creador del Cielo y de la Tierra, te ruego que me concedas tu gracia y escuches mi oración por todos aquellos que recuerdan tu nombre y mi martirio. Te suplico que olvides sus pecados, pues tu conoces nuestra fragilidad”, en ese momento escuchó que desde el cielo provenía una voz que le decía: “Ven Bárbara, esposa mía, ven a descansar en la morada de mi padre, que está en los cielos, yo te concedo lo que acabas de pedirme”.

 

            Después de esto fue decapitada por la mano de Dióscoro, su propio padre, cuando ella tan sólo contaba con dieciocho años de edad, junto a Juliana, recibiendo las dos en ese momento la corona del martirio. Luego de haber finalizado el horrendo crimen Dióscoro comenzó a bajar de la montaña, momento en que se desató una fuerte tormenta, y en el camino fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos, cual fuego celestial, de aquí viene el dicho de “acordarse de santa Bárbara cuando truena”. Santa Bárbara fue sepultada junto a Santa Juliana, que sufrió martirio con ella, por un noble piadoso de nombre Valentino en un pequeño pueblo donde posteriormente ocurrieron muchos milagros.

 

            En versiones distintas a su martirio se cambia, añadiendo o quitando torturas, desde que habría sido atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes, quemada con hierros al fuego, golpeada con un martillo, quemada con hachas encendidas, que le hubieran mutilado los pechos, rasgarle sus carnes con garfios, paseada desnuda,… Todo ello muy posteriormente al siglo VII, hablamos de los siglos XII en adelante, sobre todo en los años 1400 y posteriores, fruto de las múltiples representaciones en pinturas, témperas, etc… de la vida y  martirio de Bárbara que realizaban pintores de la época. Se dice en otras leyendas que cuando fue despojada de sus ropas para ser vejada, cayeron del cielo copos de nieve que taparon su cuerpo por completo para no ser visto por la muchedumbre.

Otra leyenda más tardía en el tiempo, totalmente distinta y de menor difusión, refiere que el padre de Santa Bárbara había nacido en Hippo (Argelia) y se llamaba Alipius. Había dedicado su vida al conocimiento y ejercicio de la química en aplicaciones bélicas y a la fabricación de explosivos. Parece que había proporcionado a Bárbara una esmerada educación liberal, que la permitía expresarse en diversas lenguas y participar con él en sus trabajos de investigación, descubriendo ambos un detonante de extraordinario poder. La joven, que estaba dotada de una gran belleza y había rechazado a numerosos pretendientes, se decidió a profesar como religiosa en el convento de Santa Perpetua, fundado por Santa Agustina.

                        Era el año 430 y Africa sufría una invasión de pueblos bárbaros, que sitiaron la ciudad de Hippo. Alipio dirigió su defensa y fue muerto por un flechazo. Entonces, los sitiados llamaron a Bárbara al convento para que prosiguiera la defensa iniciada por su padre, fabricando y utilizando explosivos, luces de Bengala y globos de fuego para ser arrojados con catapultas, que había aprendido a fabricar con su progenitor. Después de catorce meses, la ciudad se vio obligada a capitular y los sitiadores pretendieron vengarse de Bárbara, asaltando el convento al que había regresado. Pero ella, previendo lo que iba a ocurrir, tenía acumulada una gran cantidad de explosivos en el subterráneo del monasterio y, cuando se percató de que ya no podían hacer nada más en su defensa, provocó su explosión. Conquistadores y vencidos fueron aniquilados bajo los escombros. Así murió Santa Bárbara, escapando con sus compañeras al consiguiente escarnio y a los acostumbrados ultrajes de la soldadesca.

            No resulta verosímil que las dos biografías anteriores correspondan a una misma persona. Más bien parecen referirse a dos jóvenes cristianas y mártires, distintas, aunque de idéntico nombre. La tradición de la muerte de la Santa, decapitada por su padre por no abjurar del cristianismo prevaleció ante la Iglesia, quien determinó que su festividad se celebrara el día 4 de diciembre.

 

MARCO HISTÓRICO Y AMBIENTAL DE SU VIDA:

 

 

 

 

            El padre de Santa Bárbara, Dióscoro, era pagano, de noble linaje y terrateniente. Otras leyendas dicen que era de linaje noble, dependiente de la benevolencia del emperador...Otras leyendas  como conde, casado con una mujer de la casa real, una cristiana secreta, y que, por consiguiente, había heredado una corona real. Tras la muerte de su mujer hizo valer sus derechos al título de rey. Estaba lleno de odio hacia los cristianos.

 

            Los romanos tenían un comportamiento dual hacia los griegos. Los despreciaban...les parecían “crédulos y poco fiables, eran listos hablando y rápidos pensando y por ello les resultaban sospechosos”.

 

            Los griegos consideraban a los romanos, con una mezcla de incomprensión, temor, envidia, y desprecio, y se reían de ellos.

 

            Este fue el ambiente  en el que pudo haber vivido Dióscoro. Obviamente su afán era proporcionar a su hija una formación extraordinaria, desde su punto de vista, y todos los bienes materiales posibles. Puede haber sido expresión de su preocupación paterna el haber hecho encerrar en la torre, que eran sus propios aposentos, durante su larga ausencia causada por motivos de trabajo, confiándola al cuidado de personas de confianza y preservándola así de las ingerencias del mundo exterior. Su estancia en la torre no tuvo que ser necesariamente triste pues, la mujer griega, al contrario de la romana, vivía en su casa apartada de los hombres y bastante encerrada. Razones de fe llevaron a muchas doncellas cristianas a negarse a contraer matrimonio. Al hacerlo arriesgaban, incluso, su vida, tal y como se cuenta de santa Bárbara.

 

Ahora bien, ¿ sobre qué bases legales se sostenía estos prejuicios?.¿Era legal la actuación de Marciano como Prefecto y de Dióscoro como padre de Bárbara?. La respuesta nos lleva a analizar las bases legales existentes, durante la época imperial en la que santa Bárbara pudo haber vivido. Si vivió, tanto en la época de Decio como en la de Diocleciano, había suficientes e incluso apoyadas en un edicto del emperador, para que el gobernador de turno pudiera condenarla como cristiana, teniendo en cuenta, además, que la denuncia había partido de su propio padre. Como prueba de esta afirmación tenemos la respuesta de Trajano a Plinio gobernador de Bitinia: “En general no hay una regla fija. No se puede perseguir a los cristianos, pero si les denuncian y los traen a tu presencia, deberán ser castigados. Aunque hay que tener en cuenta que quien niega ser cristiano y lo prueba con los hechos, por ejemplo adorando a nuestros dioses, deberán obtener el perdón a causa de su arrepentimiento. Los escritos anónimos de denuncia no pueden permitirse en ninguna acusación, puesto que sería dar un ejemplo muy malo y esto no tiene que pasar en nuestro tiempo”.

 

En el época imperial comenzó a tener cabida un número, cada vez mayor, de divinidades y cultos extranjeros en Roma.

 

             Se oscilaba entre el monoteísmo y politeísmo reforzado por la influencia judía y cristiana. Sin embargo, en contra de la intendencia imperante, cuanto más se empeñaban los emperadores en mostrarse como “Dominus Deus” -por razones personales o de estado-  y más promovían el culto al emperador, mayor rechazo cosechaban entre los cristianos.

 

            Como al igual del caso de santa Bárbara, ya conocían a su único Dominus et Deus, necesariamente terminaron rechazando los sacrificios al emperador, llegando en consecuencia las persecuciones a los cristianos.

 

A partir del año 100 después de Cristo, el cristianismo ganó adeptos con rapidez en el imperio romano. A parecieron comunidades en el valle del Rodano, en España, Norte de África, Siria, Asia Menor, Grecia e Italia. San Pablo contribuyó con sus viajes a su difusión. Se calcula que, en el siglo I, había medio millón de cristianos, en el s. II, dos millones, en el s.III, cinco millones y en el s.IV, diez millones.

 

El acceso a las comunidades de cristianos permitió el Bautismo con agua corriente. La conciencia de comunidad entre los creyentes alcanzó su punto cumbre en la celebración de la Eucaristía. Ambos sacramentos juegan un papel sobresaliente en las leyendas sobre santa Bárbara.

 

            Resulta curioso como la persona de santa Bárbara es venerada en casi todos los grupos cristianos, a pesar de las diferencias de Credo entre Oriente y Occidente.

            Orígenes surge de este ambiente como el maestro de santa Bárbara, aunque no se produce una coincidencia temporal de ambas personas. De aquí se deduce que, santa Bárbara, tuvo que haber vivido, aproximadamente, hacia el año 250 para poder haber tenido contacto personal con uno de los grandes dirigentes de los primeros cristianos.

 

 

CULTO Y TRADICIÓN:

 

 

            Santa Bárbara ha sido conocida y querida en todo el mundo, pero especialmente en Europa. Su devoción no sólo se expresa en numerosas manifestaciones, sino también en tradiciones especiales como patrona de diversas profesiones y como auxilio ante los problemas y el peligro, así como patrona de iglesias y altares. La devoción a los santos era un importante soporte, no olvidemos, de la cristianización, así como expresión de la conciencia de nacionalidad e instrumento para su afianzamiento. Con su ayuda se transmitieron las convicciones religiosas y las prácticas devotas a la masa del pueblo.

 

            La fe en la existencia de ciudadanos terrestres santificados (los santos) contiene la posibilidad de rogar a Dios por su mediación y su auxilio en las más diversas situaciones en la vida. San Ambrosio fue el primero en denominar a los santos como “patronos”. Santa Bárbara como patrona recibió su misión más importante al haber rogado en su propia hora de la muerte a su Creador por todos aquellos que a la vista de la muerte recordaran su oración. Incluso sus reliquias se consideraron como “patrocinio”, y el manto que aparece en su iconografía estaba valorado en la Roma imperial como símbolo de refugio.

 

La “familia” de la santa con quienes tenía un deber legal de asistencia eran en principio los habitantes del lugar donde estaba emplazada la tumba y aquellos que celebraban su fiesta anual el “dies natalis”. En el s. III al IV ya se celebra, como “dies natalis” su fallecimiento. Los soberanos se sometían así mismos y a sus acciones desde el punto de vista político a un santo, en la creencia de que la posesión de sus reliquias resultaba imprescindible para el bienestar del imperio: Wenzel para Bohemia, Adalberto para Polonia...Además había Patronos de la ciudad y de la provincia: Pedro y Pablo en Roma...

 

No se puede negar que los santos masculinos gozaban de preferencia. En los siglos XII y XIII el santo / santa representaba a la ciudad completa: santa Bárbara a Breslau, Ferrara, Mantua y Kuttenberg, donde se construyó, a partir de 1938, la catedral más importante dedicada a la veneración de santa Bárbara. La devoción a la santa ya no estaba, por tanto, ligada al lugar de enterramiento.

 

También otras tradiciones procedían de la Bizancio cristiana: se dio a conocer la imagen de la santa entregada a la lucha:  ...la relación de su manto-reliquia de la orden alemana de caballería de Gnesen. En las postrimerías de la Edad Media (1273-1497) se multiplicaron las tareas de la santa.

 

            No se han aclarado las especulaciones en torno a cuál sería el camino que recorrió la devoción de santa Bárbara desde Oriente hasta Centroeuropa. De forma  muy generalizada la lista de santos creció notablemente al principio de la Edad Media, desde el 482 al 911, definida como la época más devota de la Iglesia. Época que había comenzado en el s. IV, en Roma, con 23 mártires. Siguió con el martyrologium Hieronyanum, base del calendario de Occidente, ampliado en Galia hacia el 600. Entre el año 400 y 700 aparece un monasterio de santa Bárbara en las cercanías de Lyón. La santa ya estaba incluida en el martirologio romano. León III dona una reliquia de la santa a Carlomagno en el 799 para la Iglesia de S. Pedro del  Castillo de Hohensyburg en Dortmund. Según una crónica turingia de 1475, la gente acudía en masas a la iglesia...Las hermandades y las fundaciones alcanzaban cifras nunca vistas. Los objetos de arte como imágenes, figuras, altares...que hoy podemos admirar en los museos y en las iglesias, proceden de esta época, finales del s.XV y principios del s. XVI. No es, por tanto, asombroso que sea, precisamente, de esta época, numerosos testimonios de santa Bárbara. La devoción a la santa, no paró aquí, aumentó en la Alta Edad Media (911-1273), después de que fueran consagradas iglesias, oratorios, altares, monasterios. Finalmente alcanzó su puesto máximo en el siglo XV, en las postrimerías de la Edad Media (1273-1491). A fines de la Edad Media se le incluyó entre los “catorce santos” como patrona de los moribundos. En los siglos XII y XIII sigue extendiéndose la devoción a la santa desde los Países Bajos en dirección a Alemania, Bohemia, Hungría, Italia.

 

¿PORQUÉ UNA DE LOS CATORCE AUXILIADORES?:

 

 

 

            Santa Bárbara era invocada por el pueblo como la patrona de los moribundos y de la buena muerte y fue probablemente esta condición la que hizo que encontrase sitio en esta agrupación de santos. Dicha agrupación de catorce auxiliadores tomó su origen cuando la peste azotaba y dejaba sus huellas en Europa (1348-1350). Las causas de esta epidemia se debió, entre otras causas, a las grandes aglomeraciones de personas en las ciudades y la poca higiene, a los bichos y ratas que las transmitían a las personas. Estas personas infectadas por la “muerte negra” eran vestidos con ropa especial, expulsados de la comunidad y aislados fuera de las ciudades. En algunos lugares se le cuidaba en hospitales especiales o “Lazaretos”, creados por la orden de S. Lázaro. Los infectados debían de ir con cascabeles para que los que estuvieran sanos se apartaran del camino y así no infectarse.

 

            Ni siquiera ayudaron  las medidas preventivas tomadas por el Estado, ni las normas higiénicas. De ahí se entiende que los pobres enfermos buscaran refugio en los auxiliadores y no rara vez llamaban por necesidad, al mismo tiempo, a varios santos, ya que la intercesión, al mismo tiempo, de unos cuantos producía mayor esperanza. Se reconoce así la tendencia de dar culto a grupos de santos.

 

La fuerza simbólica del “número” como constitución de los grupos de santos, conocida ya en la antigüedad, jugó claramente un importante papel: santa Bárbara y santa Catalina eran conocidas como pareja gemela sagrada.

 

            A la pareja se unió también Margarita. En la comunidad de las tres vírgenes mártires se formó una unidad de culto. En ella se oculta el número simbólico tres de la Santísima Trinidad. Santa Bárbara representa, desde el  punto de vista místico, el alma cristiana que se confía a su Dios en la oración o en la reflexión. Santa Catalina simboliza con sus dotes espirituales la inteligencia y la sabiduría aplicada a la religión cristiana y santa Margarita simboliza la lucha contra la idolatría y la liberación del demonio en forma de dragón.

 

            En Austria se dice: “Margarita con la lombriz y Bárbara con la torre, Catalina con la rueda, éstas son las tres santas mujeres”.

 

            También se las considera como protectoras de la enseñanza a santa Catalina, de la alimentación a santa Margarita y del Ejército a santa Bárbara.

 

            El origen del culto a las auxiliadores hay diferentes teorías y aunque parece predominar la opinión de situarlo, al menos en su principio, en la ciudad imperial de Ratisbona y en Bamberg a finales del s. XIV.

 

 

PROTECTORA DIVINA:

 

            Santa Bárbara, como se ha dicho antes,  pertenece al grupo de los catorce Santos Protectores y fue una de las santas más populares en la edad media, virtud que conserva en la actualidad. Además de tener tantos devotos en la población es la patrona de los militares (arma de artillería). También lo es de los mineros, armeros, fundidores, prisioneros, pirotécnicos, bomberos, cavadores de tumbas, canteros y feriantes. En algunos lugares también es patrona de los arquitectos,  albañiles y constructores, esto debido a lo que relata su historia cuando remodelaron la torre donde vivía. Para los versados en el conocimiento esotérico Santa Bárbara protege principalmente a quienes se hallan en peligro de muerte y no tienen sacramento, debido quizás a la oración que hizo la santa en el momento de su muerte. Protectora contra el rayo y las muertes repentinas. De esta forma llegó a ser patrona de treinta y cinco profesiones  diferentes y gremios.

Su patronato fue introducido en España, al parecer, por Juan de Terramonda, natural de Lille, que vino a España como asentador de Felipe I el Hermoso.

            En la Alta Edad Media se puso de moda el poner  nombre de santos a todo tipo de cosas. Esta costumbre se relaciona con el incremento del culto a los santos según un nuevo fundamento de espíritu religioso originado en el s.XII. El Papa Gregorio II escribió a San Bonifacio sobre el derecho canónico por el cual la oración a los santos alivia el alma de los difuntos.

 

Este sentido de ruego pudo ser el punto de partida para poner el nombre de santa Bárbara a ciudades, pueblos, calles, lagos y ríos, montañas y, por supuesto, minas; así como personas, instituciones religiosas y profanas...así como iglesias, capillas, altares etc.

 

La representación de santa Bárbara ha encontrado a través de la historia muchas formas de expresión que se crearon dentro del marco de la fe y por lo que se limitó, en un principio, a representaciones en iglesias, capillas, monasterios, cementerios... Sólo unos siglos más tarde fue tomada por instituciones mundanas como ordenes de caballería, gremios, comunidades etc que hicieron de la santa su patrona.

 

            Los artistas de santos, a lo largo del tiempo, han ido dando a sus representaciones atributos, colores o símbolos específicos. Tomaban como referencia la vida de la patrona, de su martirio o de acontecimientos específicos que conducían a la veneración. En algunos casos se ven muy claros estos atributos, mientras que en otros era la imaginación del artista la que dotaba a la persona de uno u otro símbolo e incluso de más de uno. El problema es que, muchos de los santos, poseen un mismo atributo, como puede ser la espada, lo que hace muy difícil su identificación sino van acompañadas de otras características específicas u otras personas. Por eso tienen en cuenta también el peinado y la vestimenta.

 

            Algunos de estos atributos se fueron modificando a través de los siglos, sobre todo durante los siglos XV y XVI, en el apogeo de la elección de santos para patronazgos.

 

            A Santa Bárbara se le representa con los ropajes de su época, un tocado de doncella con manto rojo y una serie de objetos que la diferencian por completo de las demás santas:

 

      Castillo  o torre:

 

            La representación de santa Bárbara con la torre es bastante clara, y se puede ver, por ejemplo, en las pinturas, solamente al fondo a través de una ventana abierta. Puede aparecer en un extremo, aunque la mayoría de las veces, es el objeto que ella sostiene como principal atributo de la representación. En los iconos no suele salir a menudo. Algunos artistas la colocan como parte principal de la imagen  , desde donde santa Bárbara mira a través de una de las ventanas enrejadas, mientras que fuera se ve a los guardianes o a los Ángeles que le anuncian su curación.

 

            En la mayoría de las estatuas se coloca la torre a su lado. A veces se tropieza con esta, otras la lleva agarrada con el brazo, en otras la tiene de la mano, y en muy pocos casos la lleva cargando a los hombros como un fardo pesado. La propia torre se representa según la arquitectura del momento, aunque siempre lleva las tres ventanas que hacen referencia a la Trinidad.

  

            Las ventanas del gótico son de arco ojival, las románicas de arco de medio punto, redondas en otras épocas y todas suelen llevar rejas. La torre en la que estuvo encarcelada es el símbolo trágico del martirio de santa Bárbara.

 

      Nombre, cruz y cáliz o copón de sangre de cristo:

 

            El éxito de la identificación de santa Bárbara depende de estos atributos. La forma más fácil para reconocerla es, lógicamente, cuando aparece su nombre escrito. Sistema utilizado, por otra parte, por muchos artistas, de igual manera que en los iconos rusos y griegos. La escritura aparece, bien en la parte de arriba, bien debajo de la figura.

 

            Con una cruz en la mano se representa en los iconos de la iglesia ortodoxa. En la iglesia occidental no se considera la cruz como atributo de la santa.

                                       

             El cáliz, con o sin hostia, es un símbolo muy extendido y relacionado con santa Bárbara, aunque no es suficiente para poder identificarla, pues otros santos llevan también este atributo. En los iconos de la iglesia ortodoxa es muy habitual el que lleve la cruz,  y el cáliz, en la iglesia occidental no aparece esta costumbre hasta el x. XV.

           

             La santa lo suele llevar en la mano derecha y se la coloca en las ventanas o puertas de las torres. Se la considera también patrona de los moribundos, debido a las legendarias oraciones que rezó ella por todos los que estaban en el lecho de la muerte. Desde entonces se le representa con el cáliz, con o sin hostia, como señal de patronazgo de los moribundos.

 

        Espada, libro y corona:

 

            Otro atributo de santa Bárbara es la espada, la cual hace referencia al objeto con que la decapitó su propio padre, pero también es símbolo de poder divino, justicia o ira. A veces se la representa a la santa sobre la espada para demostrar y aclarar la ayuda divina a pesar de haber sido martirizada.

 

            No es raro tampoco encontrar a santa Bárbara con un libro, la Sagrada Escritura, en la mano. Esta representación hace referencia al estudio de las verdades de fe cristiana y de la Palabra de Dios.

 

            La forma de adornar la cabeza de la santa es también muy variada, y depende, en gran parte, de la moda de la época. La vemos representada con pelo lacio y largo, con moño e incluso con el pelo rizado. Como adorno en la cabeza suele llevar una corona, para demostrar así su unión con la divinidad. Este símbolo, no es exclusivo de ella, se utiliza desde le el s. XIV hasta el s. XVIII.

  

             Palma o rama de olivo y pluma:

 

            Santa Bárbara lleva la pluma de pavo real o la palma como símbolo de martirio y victoria de unión con el poder divino. En la mayoría de las figuras se le colocaba aparte, fijada en la mano.

 

 

            De vez en cuando, aparece santa Bárbara con un cañón que nos demuestra la relación de su patronazgo con los artilleros

 

           El Padre:

 

            Una extraordinaria forma de representación es la de santa Bárbara con su padre. Esta combinación aparece más en las esculturas que en las imágenes. Aquí se nos muestra al padre como insignificante persona a sus pies, realzando así la figura de la santa. Representaciones de esta forma se remontan al 1450 y hasta 1550, antes o después no se conocen ninguna.

 

                 A veces también se le ve con un cañón al lado, como simbología de que es patrona del arma de Artillería.

 

RELACIÓN CON EL PATRONAZGO DE LA MINERÍA Y METALURGIA:

 

            Santa Bárbara era conocida como patrona de la minería y también como de la metalurgia desde los comienzos de la Edad Media tardía. La devoción entre los mineros aparece en la zona de Sajonia, Silesia y Bohemia.

 

            La Contrarreforma contribuyó poderosamente a la expansión de la devoción a Bárbara en todas las regiones de Europa. Este período de restauración católica se instituyó hacia el 1550 causado por la aparición reformadora de Lutero . A esta autorreflexión de la Iglesia le había precedido la reforma en tres capítulos:

 

            -El luteranismo se extendió en el noroeste y sur de Alemania, Letonia (1522), Suecia (1527) , Finlandia , Dinamarca (1536), Noruega, Polonia y Lituania (1541), Hungría, Siebenbürgen (1545) y Eslovenia (1561).

 

            -El calvinismo, iniciado en Suiza, tomó otro impulso  con difusión en Alemania Occidental, Francia (1559), Escocia (1560), Norte de los Países Bajos (1566),   Inglaterra, Polonia y Hungría.

 

            - El anglicanismo en Inglaterra(1534) donde Enrique VIII se había erigido en cabeza de la “iglesianglicana” de Inglaterra, con constitución episcopal y carácter calvinista.

 

            Otro testimonio de la devoción a santa Bárbara lo encontramos en Kirchberg, Tirol, donde comparte patronazgo con santa Úrsula.

 

            El estatuto de la Hermandad de Kottemberg, sede principal de la minería de Tirol, imponía que se celebrara una misa el día de santa Bárbara. En Jochberg, Tirol había ya en 1421 una hermandad a santa Bárbara de los mineros.

 

            No se ha investigado de forma exhaustiva cómo fue avanzando la devoción a santa Bárbara: en 1500 ya era la segunda o tercera patrona de los mineros. En Linz, durante la Edad Media, era la patrona de mineros y trabajadores metalúrgicos.

 

            ¿Quiénes eran los otros santos, además de Daniel(aparece junto a santa Bárbara en tres vidrieras de la Iglesia de Villanders en el Sur de Tirol hacia 1500) y Úrsula(un altar en Kivchberg, Tirol en 1422), que se habían erigido en auxilio de los mineros?. Existe una profusión de santos conectados con la minería. Incluyendo incluso figuras del Antiguo Testamento: Adán, primer minero, mediados del s. XVII  en Kärnten. Y a Eva se le descubre en 1550 en una galería de mina; Abraham y el profeta Habacuc.

 

            Por otro lado, el intento de encontrar un nexo de conexión entre la edad de cada una de las cuencas mineras de Centroeuropa y la temprana aparición de santa Bárbara  como santa de la minería no ha dado fruto directo. Aproximadamente hacia el año 1300 puede situarse la acogida de santa Bárbara como Patrona de los mineros en el Tirol y más tarde, s. XIV, en Silesia, como la atestigua la mina en el Jauernisch.

 

            A la vista de este desarrollo histórico podemos afirmar que, ya, en el s.XIII existía el culto a santa Bárbara en Silesia y en una iglesia dedicada a ella en Breslau. Claro, fueron las diferentes órdenes de caballería, los soberanos en peregrinación a Jerusalén, los colonos alemanes y flamencos y diversas órdenes, como las Cistercienses y Cantores del coro agustinos los que dieron impulso a la devoción a  santa Bárbara. Silesia, por tanto, puede definirse como el “`país alemán de Bárbara” al tener 61 iglesias y capillas dedicadas a la santa.

 

RELACIONES CON EL PATRONAZGO DE LA ARTILLERÍA:

 

            Santa Bárbara es también Patrona de los artilleros. La conexión entre santa Bárbara y los artilleros y cañoneros se debe, principalmente, al legendario relámpago con el que se dice le mató a su padre y, además, porque se le representa siempre con una torre, comparada al polvorín.

 

            Así tenemos como escuelas de artillería, arsenales, armerías y cañones de municiones se adornan con su imagen.

 

             Para los franceses, el pañol de municiones en los barcos se llamaba “sainte Barbe”. El 4 de Diciembre lo celebraban con grandes desfiles. El emperador Carlos V (1519-1556) decretó en las escuelas de artilleros de Burgos y Cecilia leyes y ordenanzas por las cuales los artilleros debían santiguarse y pedir ayuda a santa Bárbara cada vez que metían una bola en el cañón. Si alguien no cumplía la orden debía, como castigo, honrar con dos onzas de cera a la hermandad. Santa Bárbara se convirtió también en Patrona de los fuertes y las torres. La costumbre de considerar el día de la santa como día de fiesta en Alemania procede de la época de las guerras napoleónicas, y se extendió igualmente a Italia, Austria y España. En España se saludaba la imagen de Santa Bárbara con honra militar.

 

          En la Edad Media se empezó a disparar salvas al aire, con lo que los creyentes pretendían evitar los relámpagos y el granizo e incluso también de despejar las nubes, con este fin se usaban también las campanadas. Las campanas eran recomendadas en muchos lugares donde se veneraba a santa Bárbara y se ponía en ellas su nombre.

                          

            Es muy corriente encontrarnos a santa Bárbara pintada sobre las antiguas armas o armaduras, como la del Papa Julio II (1503-1513). La encontramos también en una magnifica pieza que el emperador Maximiliano regaló a Enrique VIII en el 1509.

 

            Durante El siglo XV los ideales de los caballeros hallan expresión en el ejemplo y fortaleza de la joven Bárbara, invocada en las situaciones difíciles y en las borrascas. Es por ello que iba a impulsar el patronazgo de una complicada e ingeniosa ciencia que atemoriza con sus estruendos evocadores de las tormentas. Había arraigado ya la artillería que cambiaría todas las armas militares; además, la torre fortaleza era propia del artillero al ser ingeniero de máquinas y fortificaciones. Leonardo da Vinci es la mejor imagen de estos dos conceptos propios de la Artillería de aquel entonces. Entre los tratados de España, el “Discurso de Artillería” de 1611, del Capitán Cristóbal Lechuga, es otro ejemplo a añadir, pues contiene un tratado sobre fortificación.

            En 1489, y precisamente el 4 de diciembre, tuvo lugar la conquista de Baza. De ahí que sea la Patrona del lugar, así como de la Unidad de Cazadores de Baza. La importancia artillera de esta localidad granadina era considerable hasta que se conquistó Málaga, ciudad preferida por poder atender mejor las necesidades del Mediterráneo. Otra particularidad es que en la Sierra de Baza  existe un topónimo curioso: el Vértice de Santa Bárbara (2269 metros). Entre las unidades del Ejército que también la tuvieron por patrona están los dragones de Almansa, al incorporar en la organización de los Tercios de Flandes los arcabuceros  a caballo, así como las Brigadas Marinas y la Guardia Valono, tal y como hemos podido comprobar en un sermón a Santa Bárbara del siglo XVIII, que dice: “Quizá por esto nuestras Guardias Valonas, y Brigadas Marianas, para dar más abrigo a esta fortaleza, y presidio de Cádiz (que es la llave de España) ha tomado a esta Heroína por especial Patrona, erigiéndole una Ilustrísima Hermandad, como la que es la Sunamitis más terrible, que vale por todo un exército, en lo formidable. Bien claro lo dio a ver el año pasado de 1702, principios y estrena de este reinado, cuando tomados ya por el enemigo todos los puertos circunvecinos, Rota, Puerto Real, Puerto de Santa María, nunca pudo asaltar al de Cádiz; porque aunque le puso horrenda batería, en que echó todo el tren de sus bombas, carcasas, rayos de alquitranes e incendios, que llovía sobre el Castillo del Punto, como el principal y más fuerte era allí Bárbara, que defendía aquellos muros, mejor que Palas los de Troya, a vista de tal Paladión; no pudo empezarlos toda la furia de Vulcano, ni todo el tren de sus armas ni Armadas”.

 

            Los datos históricos de la conmemoración artillera de esta festividad datan del siglo XVI. Hasta ahora el primer documento era “El Recibo de la Pólvora” consumida por este motivo en el Castillo de Burgos, el 4 de diciembre de 1522 (Archivo de Simancas. Valladolid). Los mejores tratadistas de este tema, desde Arantegui a Rivas de Pina, has insistido en el origen de esta festividad por dicho testimonio. Pero a partir del 4 de diciembre de 1984, es preciso revisar esta fecha, es preciso revisar esta fecha, constatándola con las anotaciones existentes en las relaciones efectuadas por Antonio Pigafetta, cuando se realizó la expedición de Magallanes alrededor del mundo, en donde se puede leer: “4 de diciembre de 1521, fiesta de Santa Bárbara, para festejarle y en honor del Rey que había regresado, hicimos una descarga cerrada de la Artillería, y por la noche quemamos fuegos artificiales…”. Es muy probable que la citada conmemoración de Santa Bárbara la realizaran el 3 de diciembre, si bien esta observación no la descubrió hasta llegar a la isla de Cabo Verde, donde pudieron ver el error de las fechas. Hemos de destacar que la mayor parte de los artilleros eran alemanes súbditos pues del emperador Carlos V.

 

            El tratadista Adolfo Carrasco, en un artículo del Memorial de Artillería sobre el origen del patronazgo en los Países Bajos, afirma que la devoción comenzó por San Sebastián en 1328, en Mons y Malinas; luego en 1477, en Bruselas se extendió a Santa Bárbara y San Cristóbal por los ballesteros y a finales del siglo XV  a todos los Países Bajos.

            El Coronel de Artillería Oliver Copons en su artículo “Noticias Históricas de los artilleros españoles y Santa Bárbara”, fechado en Burgos de 1884, parte de que la devoción a la Santa se inicia en Baza al ser tomada el 4 de diciembre de 1489 y que de allí se trasladó a Málaga al crearse una maestranza y una fundición con depósito de artillería.

 

            En los siglos posteriores se diversificó también este patronazgo entre los mineros, canteros, campaneros y marineros; así como en algunos oficios artesanales, especialmente en Francia y Alemania. En España es también Patrona de Ingenieros y Ayudantes de Armamento.

            Sus divisas y leyendas van desde la de “Santa Bárbara de los Artilleros”, tal como reza en la placa de la Maestranza de Artillería de Sevilla, cuyo origen data de 1500 en Barcelona, a la inglesa que dice “Santa Bárbara for artillery men everywhere”, que se utiliza en una Orden Militar, concepto que evidencia la universalidad del patronazgo artillero que surgió en los dominios de Carlos V.

 

ACORDARSE DE SANTA BÁRBARA CUANDO TRUENA:

 

            Entre las sentencias y frases proverbiales de contenido meteorológico, ésta de “acordarse de Santa Bárbara cuando truena” es, sin duda, una de las más utilizadas. Hoy la empleamos únicamente en sentido figurado, poniendo de manifiesto nuestro comportamiento habitual de dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, aparcar para mejor ocasión lo que aún pensamos puede demorarse, o aplazar “sine díe” lo que no conviene a nuestros intereses. Y así lo hacemos hasta que metafóricos truenos hacen tambalear o amenazan nuestra posición, en cualquier nivel al que lo contemplemos.

 

            Ignoramos quien y en qué momento pronunció por primera vez este axioma en sentido alegórico, pero sí podemos afirmar que la tradición de muchos siglos ha vinculado a Santa Bárbara con los truenos y que su nombre va unido, en un pasado bastante reciente, a creencias, ritos, conjuros y supersticiones dirigidos a protegernos de los rayos y los estragos producidos por las tormentas.

 

         Hace muchos siglos, la Iglesia Católica nominó a Santa Bárbara Santa Protectora contra rayos y tormentas. Como tal se le rendía un culto especial, con rituales que adquirían modalidades particulares en cada nación, en cada región e incluso en cada lugar. Entre los variadísimos ceremoniales y costumbres extendidos por la geografía española, relacionados con Santa Bárbara y los truenos, cito a continuación algunos, a modo de ejemplo, procedentes de las regiones de que tenemos más información.

 

            En Cantabria, las “tronadas” no sólo arruinaban cosechas, producían incendios y mataban a personas y animales. También entorpecían muchas labores domésticas, rutinarias hace siglos, como hacer el pan o la mantequilla en cada hogar. La tormenta no dejaba “leudar” el pan antes de la hornada, o “natar” la leche antes de elaborar la manteca. También podían “atronarse” los huevos que estaban empollando las gallinas... Así que, aunque parezcan cosas nimias, era obligado tomar precauciones cuando se acercaba una tormenta y demorar la fermentación de la masa del pan para meterlo al horno a cocer hasta que aquella se alejara; comprobar que debajo de los huevos, en el “nidal”, estaba la cruz hecha con hierros; quemar un poco de laurel; evitar las corrientes de aire y, sobre todo, encender las velas de las Candelas o las que habían ardido en el Monumento parroquial el día de Jueves Santo. El ritual preparatorio dentro de una casa rural se iniciaba cuando el aspecto del cielo amenazaba tormenta o se escuchaban los primeros truenos aún lejanos. Enseguida había que acompañar estos preparativos, que no debían faltar, con el rezo reiterativo y musitado de las jaculatorias “al uso” dedicadas a Santa Bárbara :

 

“Santa Bárbara bendita,
que en el cielo estás escrita
con papel y agua bendita.
En el ara de la Cruz,
Pater noste(r), amén Jesús”.

 

            Esta era la invocación más generalizada en Cantabria, aunque había otras tan originales como la que sigue, plegaria con la que expresamente se solicitaba la ausencia de granizo, para proteger la cosecha de maíz:

“ Ay, gloriosa Santa Bárbara,
ten compasión de nosotros:
danos agua sin la piedra,
que acaba con los panojos.”

 

            En el Pirineo aragonés la invocación citada en primer lugar, se hacía añadiendo un verso más. Decía así:

 

“Santa Bárbara bendita,
que en el cielo estás escrita
con papel y agua bendita.
Jesucristo está enclavado
en el árbol de la cruz,
Páternoste amén Jesús”

 

            En aquella zona pirenaica, en cuanto había indicios de tormenta, se salmodiaban continuadamente frases y oraciones cortas dirigidas a la Santa: “¡Ay, Santa Bárbara, que truena!” o “Santa Bárbara bendita, que trae el sol y el trueno quita”, al tiempo que se buscaban los amuletos para “esconjurar” la tormenta, poniendo en las ventanas cuchillos y hoces con el filo hacia el cielo, tijeras con la punta hacia arriba, y se echaban puñados de sal en el fuego. En otros lugares se hacía una cruz con sal en el dintel de la puerta. El laurel, romero y otros ramos de árbol, bendecidos en el Domingo de Ramos, también se consideraban amuletos contra la tormenta.

 

            En la localidad de Castelserás, provincia de Teruel, cuyos patronos son San Sebastián y Santa Bárbara se les canta una copla que en una de sus estrofas dice así:

 

“Santa Bárbara Bendita,

Patrona de la tempestad,

líbranos de piedra y rayos

y protege a Castelserás.

De ti somos muy devotos,

ya lo fueron nuestros padres,

por eso cuando nacemos

hacen a todos cofrades.

Todos los castelseranos

en Pascua Florida

a la ermita suben

en romería

a festejar en la fiesta

a Santa Bárbara

a cantarle sus Gozos

con alabanzas”.

 

           En la provincia de Soria, en un pueblo llamado Alcozar, como la mayoría son labradores y han temido a las tormentas y nublados, hay mucha devoción por Santa Bárbara, aunque ellos dicen que no nos acordamos de Santa Bárbara hasta que no “atruena”. Incluso en la iglesia del pueblo existe a día de hoy una campana que lleva el nombre de la Santa. Esta oración se rezada en la localidad cuando amenazaba pedrisco:

 

“Santa Bárbara bendita,

que en el cielo estás escrita

con papel y agua bendita.

Yen el ara de la cruz,

Nuestra muerte,

Amén, Jesús.”

 

            En Asturias, en el Concejo de Somiedo, he localizado otra variante de la jaculatoria que citaba al comienzo, muy original. Esta tiene nueve versos y los tres primeros -como casi en todas- son idénticos a los de las oraciones citadas:

 

“Santa Bárbara bendita,
que en el cielo estás escrita
con papel y agua bendita.
Santa Bárbara doncella,
líbranos de la centella
y del rayo mal parado.
Jesucristo está enclavado
en el ara de la Cruz.
Paternoste, Amén Jesús.”

 

También en Asturias, en el Concejo de Mieres del Camino, como en otros muchos lugares de esta comunidad, se canta el himno de los mineros a Santa Bárbara, que dice así:

 

Santa Bárbara bendita
trailaralará trailará
Santa Bárbara bendita
trailaralará trailará
patrona de los mineros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
patrona de los mineros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.

Traigo la cabeza rota
trailaralará trailará
traigo la cabeza rota
trailaralará trailará
que me la rompió un costeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
que me la rompió un costeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.

Traigo la camisa roxa
trailaralará trailará
traigo la camisa roxa
trailaralará trailará
de sangre d'un compañeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
de sangre d'un compañeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.
Santa Bárbara bendita,
trailaralará trailará
Santa Bárbara bendita
trailáralará trailará
patrona de los mineros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
patrona de los minéros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.

 

            El culto a Santa Bárbara estaba muy extendido en toda la cristiandad. Como curiosidad, se incorpora una invocación portuguesa que he localizado , dirigida a Santa Bárbara. y formada por aleluyas de versos octosilábicos. Procede de Marvao en las proximidades de la frontera española.

 

ORAÇAO A SANTA BÁRBARA

 

Santa Bárbara bendita
Lá no ceu está escrita
Num papel com agua benta,
Livre-nos desta tormenta
Que a leve lá para bem longe
Pr’a onde nao haja pao nem vino
Nem flor de rosamarinho
Nem mulher com meninos
Nem vacas com bezerrinhos.
Já os galos cantam,
Já os anjos se levantam,
Já o Senhor está na cruz
Para sempre, amém Jesús.

 

            Si en el Alto Aragón se creía que los provocadores de tormentas eran los genios de las montañas, las brujas, los brujones y los diablos, en tierras cántabras, asturianas y gallegas se decía que eran los nuberos, renuberos, nubeiros y renubeiros. Todos ellos son personajes mitológicos, protagonistas de gran cantidad de relatos legendarios, por los que el pueblo sentía verdadero terror. Cada uno de estos personajes jamás entraba en las casas que estuvieran protegidas por amuletos adecuados, tuvieran encendidas las velas benditas o estuvieran rezando en voz alta oraciones a Santa Bárbara, cuyo nombre les repelía. Tampoco soportaban el toque de campanas especial que en algunas regiones llamaban de “espantanublos.”

            Los toques contra las tormentas fueron empleados hasta épocas muy recientes –mediados del siglo XIX, en general- y se hacían para defender las cosechas y personas contra rayos y granizo, desde tiempos inmemoriales. En tierras castellanas y leonesas se llamaba “tocar a nublao” y se creía que repicando se despejaba la tormenta y se marchaba. Este toque se realizaba a diario, a mediodía, en la época de mayor frecuencia de tormentas, desde el día de la Santa Cruz de Mayo hasta el de la Santa Cruz de septiembre, del 3 de mayo al 14 de septiembre. Por hacerlo, se remuneraba al sacristán o al campanero. Era un toque preventivo, protector, de defensa contra los malos espíritus que pueblan las tormentas. Decía una canción:

 

“De Santa Cruz de mayo
a Santa cruz de septiembre,
se repican las campanas
hasta que quiebren”.

 

            En muchos lugares llamaban a este toque “tañer a buen tiempo”y según se decía:  “las campanas no solamente tenían poder contra las tormentas, sino la facultad de provocar, mantener y suplicar a Dios buenos temporales”.

            Independientemente de este toque protector, de Cruz de mayo a Cruz de septiembre, siempre que la nubosidad indicaba indicios de tormenta y se comenzaban a oír los primeros truenos, las campanas tañían tristes, acompasadas y lentas, mientras no se alejaba.

            Esta superstición invadió la Europa católica hasta mediados del siglo XIX y es sabido que en distintas regiones españolas, se encendían cirios benditos dentro de las viviendas, se rezaba en voz alta a Santa Bárbara y se quemaban hojas de laurel. El toque de campanas, lúgubre y cadencioso, era una especie de conjuro que vulgarmente se llamaba “tente, nublo” o “tente, nu”, cuya letra se cantaba acompasándola al ritmo de las campanadas. Se conservan muchos y muy variados ejemplos. Uno de los más originales, procedente de Cantabria, es el siguiente:

 

Tente nube, tente nu,
que Dios puede más que tú.
Si eres agua, ven acá,
si eres piedra, vete allá,
siete leguas de mi pueblo
y otras tantas más allá.

Tente nublo, tente nu
que Dios puede más que tú.
Tente nublo redoblado
que Dios puede más que el diablo.
Tente nublo, tente en ti.
Dios lo quiere y manda así

Tente nublo, tente nu,
que Dios puede más que tú.
Que el mar es de agua bendita
y el aparejo una cruz.
Detente, nube maldita,
que Dios puede más que tú.

 

Toque de campanas del Tente nu

 

 

 

 

            El siguiente pasaje, muy ilustrativo, en “Antaño”, uno de los relatos de Domingo Cuevas, referido a una tormenta en Comillas (Cantabria)” Comenta:

            “ ... Ya algunas mujeres, con el semblante demudado íbanse reuniendo en los portales de la villa y pedían que viniese el sacristán para “contener la nube”... El toque del “tente nu” era triste, monótono y acompasado y le interpretaban los muchachos y las gentes sencillas cantando –con el mismo tono y ritmo que marcaban las campanas- el estribillo del “tente nube, tente nu”. Los labradores y artesanos dejando cada cual su trabajo, corrían presurosos en dirección a la playa para prestar allí auxilios a los marineros en caso necesario y no echaron de ver, a su paso por la plaza de la villa, un cuadro tan interesante como tierno que allí se representaba. Era que el cura mayor de la parroquia, tan cargado de años como lleno de merecimientos, con la fe de un patriarca, la caridad de un apóstol y la sencillez de un niño, erguido como el cedro del Líbano, con la cabeza enhiesta y sus blancos cabellos a merced del torbellino, inspirado como un profeta, levantaba la diestra descarnada y trémula, a la altura de su desnuda frente, bendecía la nube y a la vez la conjuraba, evocando al Dios del Sinaí, para que aquella se disipara sin arrojar sobre la tierra los malos espíritus, que tenían ya revuelto el mar y amagaban destruir las cosechas próximas a su hogar...”

            Si en pueblos de Cantabria los conjuros solían hacerse desde el atrio de la iglesia o la plaza, en muchos lugares del Alto Aragón se levantaron en lugares próximos a iglesias y ermitas, una especie de templetes de piedra, formados por cuatro columnas y una pequeña bóveda. Desde los huecos, entre pilares, orientados a los cuatro puntos cardinales, el sacerdote invocaba a Santa Bárbara y hacía los conjuros. Estas construcciones son típicas en el Pirineo y suelen llamarlas “cuatropilares”, “esconjuraderos” y “esconjuraderas”.

            Con la frase proverbial acordarnos de Santa Bárbara cuando truena he intentado dar un sentido a la relación Santa Bárbara con las tempestades y  tormentas en un pasado cercano, mediatizado por la Iglesia en imágenes, jaculatorias, cirios benditos, repiques de campanas, conjuros, novenas, procesiones, patronazgos... Se tiene sobradas noticias de que nuestros antecesores sí se acordaban de la Santa cuando había tormentas. Y también, cuando no las había... para que no se produjeran. Y de todo ello sólo permanece una frase. Una frase que hoy no se emplea jamás en sentido literal.

 

            En general, con ella “ se reprende a quienes sólo ante un peligro inminente recurren al modo de precaverse de él”. Tiene pocas variantes, todas de carácter gramatical. No se sabe cuándo se comenzó a utilizar en sentido figurado. Lo que sí se ha podido constatar es que en las postrimerías del siglo XIX, en 1883, la frase era de uso común y se utilizaba con idéntico significado a como lo hacemos en este momento y en las mismas circunstancias. Un ejemplo muy reciente es  que el martes 28 de enero de 2003, La Voz de Galicia publicaba, con el titular “Una deuda de 120 años”, una carta editada por el propio periódico en Noviembre del año 1883. En ella un lector denunciaba la falta de medios en la seguridad marítima tras el naufragio del Irish Hull en La Costa de la Muerte. La carta finalizaba así: “Las autoridades se acuerdan de Santa Bárbara solamente cuando truena y mientras, cuando se ofrece un caso de éstos, hay que cruzarse de brazos y ser un simple espectador...”. Podría haber sido una carta también fechada en noviembre, pero del 2002. Su significado semántico sigue siendo el mismo.

 

            Este ejemplo,  permite afirmar que hace 120 años, ya se empleaba la frase en sentido figurado, proverbio que sigue utilizándose hoy en análogas situaciones. Las costas gallegas y sus gentes, durante el siglo XX, padecieron catorce mareas negras.

 

            Se me ocurre pensar que, con valores éticos en crisis, lo de acordarse de Santa Bárbara cuando truena seguirá diciéndose justificadamente. Pero, en realidad, nadie recordará ya a la Santa durante las tormentas.

 

            Si no recuerdas a Santa Bárbara seguro te vendrá en mente cuando escuches el sonido de los truenos durante una tormenta. He aquí una oración a la Santa:

 

“Santa Bárbara bendita, que teñiste con la púrpura de tu sangre  tu casta virginidad por amor al Señor, defiéndeme de las tempestades, incendios, hecatombes y calamidades todas de este mundo. Líbrame de la muerte repentina. Intercede por mí al Señor para que me ayude  a lograr la prosperidad en esta vida, a vivir en santa amistad y llegar al fin de mis días  en paz en su divina gracia. Amén.”

 

            Las artes de la música y la poesía así como la oración son las posibilidades de expresión más fuertes que posee el hombre.

 

            Son las pruebas históricas que revelan el pensamiento y sentimiento interior de las generaciones antiguas.

 

            El hombre de la Edad Media dependía, hasta cierto punto, de las condiciones medioambientales. Informaciones y acontecimientos les llegaban en contadas ocasiones desde fuera de su círculo de vida. La enseñanza se limitaba a gobernantes y monasterios los cuales eran dirigidos por los pertenecientes a la casa reinante y aristócratas. La información no la recibían a través de la pantalla, sino a través de los manuscritos, códices, evangelios, libros de horas, pasionales escritos para monjes.

 

            El efecto divulgativo sobre las reliquias. no pudo ser mucho, ya que éstos no sabían leer ni escribir y debían intentar comprender a fuerza de imaginación con ilustraciones, esculturas, y pinturas. La difusión de la leyenda florecía, probablemente, con el arte hablado. Con el invento de la imprenta en 1445 se hizo posible divulgar el pensamiento a los literatos de la época en forma de versos y canciones.

 

            El poema más antiguo de santa Bárbara está escrito en latín y se recoge en forma de himno. Está compuesto de ocho estrofas que ensalzan la fe de la santa en la Trinidad del Señor y procede del s. IX o X.

 

            El himno más antiguo en lengua alta alemana que glorifica a santa Bárbara procede del siglo XV.

 

            Con cánticos se honraba a santa Bárbara también de muchas formas. Pero la canción se encuentra mucho más tarde dispersa en la literatura y sólo de forma aislada en los cancioneros.

 

            Se cree que la canción más antigua de santa Bárbara procede el año 1665, de Praga. Las condiciones especiales de trabajo de los mineros propiciaron la asociación en comunidades antes que en otros casos, y esto se ha quedado demostrado, entre otros casos, a través de las canciones.

 

            En cuanto a la oración se le consideraba como ayuda para hacer notar una necesidad al Señor y pedirle ayuda. Los santos se convirtieron en los intercesores. Las oraciones más antiguas que se conocen proceden de los manuscritos, libros de horas y pasionarios que se escribieron entre los siglo XI y XV.

 

            De los siglos XIV y XV se encuentran muchos libros de horas con rezos a santa Bárbara en Alemania, Francia y los Países Bajos escritos la mayoría en latín.

 

            La traducción del latín de la oración “conmemoración de santa Bárbara” de uno de los libros franceses dice así:

 

 

“Ven, novia de Cristo, recibe la corona

que el Señor te ha preparado para la eternidad.

Reza por nosotros, santa Bárbara virgen,

Para que seamos dignos de la llamada de Cristo.

Dejadnos rezar Señor.

Te pedimos, señor,     la intercesión de la Virgen

tú, mártir, Bárbara, protégenos,

Para que seamos dignos de su ruego

para que podamos recibir el cuerpo y la sangre

gloriosa  de nuestro Señor Jesucristo”

antes del final de nuestra vida

con auténtica fe y verdadero conocimiento.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.”

 

 

            En el s. XIX se imprimieron devocionarios  con una serie de oraciones que recogían las necesidades diarias, sobre todo de enfermedades graves, pero también por la festividad de santa Bárbara.

 

             En la Iglesia de santa Bárbara de Malta hay una pequeña oración con una imagen votiva que dice:

 

¡Oh gloriosa virgen de Nicomedia, santa Bárbara:

Aunque tu propio padre te encerró en el más estricto cautiverio por medio de que te pudieran volver cristiana, encontraste el camino para aprender y bautizarte en esta religión.

Mantén vivo y activo, para que podamos apreciarlo, el gran regalo de la fe contra todos los ataques del mundo y del mal!

 

 

            Por último un sencillo dicho popular: “santa Bárbara danos tu protección y bendición para todos los caminos”.

 

 

SANTA BÁRBARA HOY:

 

 

 

 

            La importancia actual de santa Bárbara es tangente al desarrollo histórico.

 

            El camino de la santa a través del tiempo y los acontecimientos está acompañado de diversos hitos y señas de la misma. Después de su vida y martirio, finales del s. III después de Cristo, aparecen las primeras pruebas de su veneración como confesora de la fe en Oriente.

 

            En la iglesia copta fue reconocida como santa desde muy temprano. Sus devotos, continúan venerando sus huesos en la iglesia de santa Bárbara del Cairo. El “Martyrologium Romanum nombra allá por el a. 700 su día festivo.

 

            Con la expansión de la creencia en un solo Dios saltó también de una provincia a otra del Imperio Romano el culto de la santa. Así: entre el 400 y el 700  aparece un monasterio de santa Bárbara, más otro llamado  Saint-Bárbe- en Auge a las orillas del Dives, Lisieux, del s. XI.      

                                                             

            Ya desde el 800 aparecen en diferentes lugares de Europa (Italia, Grecia, Países Bajos, Polonia, Rusia, Alemania) reliquias de santa Bárbara.

 

            Desde el s. XIV se convierte en  uno de los santos más venerados e importantes debido, precisamente, a la influencia por guerras, catástrofes naturales o tormentas.

 

            ¿Qué es lo que movió a los hombres de hace varios siglos para que transformaran la figura de santa Bárbara, la consagraran y extendieran su culto y costumbres hasta hoy?. Las gentes de esa época tenían unas necesidades diferentes a las nuestras y además tenían una visión mucho más limitada del mundo. El pueblo, que no sabía leer y por lo mismo incapaces de leer un manuscrito, necesitaba de las imágenes, obras de arte, representaciones, cuadros, esculturas, tanto para desarrollar su imaginación y poder hacerse una idea más o menos clara del mundo, como medio de transmisor de la fe. 

 

            Uno se pregunta si también santa Bárbara tiene cabida en nuestra imagen del mundo y como se la podría colocar. ¿Necesitamos todavía a santa Bárbara?. La respuesta, aunque se la tendrá que dar cada uno, según su situación personal, estoy seguro de que sí, la necesitamos, como la intercesión de todos los santos. A santa Bárbara la seguimos necesitando todavía como modelo ideal atemporal para atravesar con ella el umbral de la esperanza.

 

 

RELACIÓN DE SANTA BÁRBARA CON LA RELIGIÓN DE LA SANTERÍA:

 

 

 

 

            En la actualidad  detenta como hándicap el hecho de que la religión de la Santería haya adoptado a Santa Bárbara como a uno de sus dioses, lo que hay quien dice puede tener alguna relación con la desaparición de la santa del último calendario litúrgico católico.

 

            En la Religión “Yoruba Changó” de Africa, se sincretiza con Santa Bárbara. Esta relación se establece por el hecho de que para apartarla de los hombres que la deseaban, su padre pagano, la encerró en una torre de un castillo. Cuando éste conoció la fe cristiana de su hija, la entregó a los tribunales y fue condenada a muerte por no renunciar a sus creencias. Poco después su padre fue fulminado por una rayo.

 

            También cuentan que el padre de la Santa quería casarla y ella se negó y se cortó los dos pechos para que la repudiara su futuro esposo. Entonces el padre la sacó por toda la plaza encima de un caballo para que fuera vista por todo el pueblo y pasara vergüenza. Ella solicitó al cielo que nadie pudiera verla de tal modo y una tormenta tapó su pase a través de nubes que la taparan por entero. En sudamérica cuenta una leyenda sobre Santa Bárbara: “la doncella se había vestido como un hombre para poder escaparse del castillo donde estaba cautiva y casarse con un plebeyo”, esta versión se engrana de alguna forma con la anécdota de que una vez Changó consiguió un caballo y una espada, y con una capa roja se disfrazó de mujer para librarse de sus enemigos. Debido a estas historias y por representarse esta santa con una espada, símbolo del valor,  hacen que se asociara con Santa Bárbara.

 

            A Chagó se le representa en color rojo, su número es el 4 (la festividad de Santa Bárbara se celebra el 4 de diciembre), materiales: la seda. Atributos: espada (en ocasiones de madera y en otras de metal), copa, caballo moro, un cedro de madera de palma, en la cabeza lleva una corona en forma de castillo. Ropa: usa bandé rojo con bordes en blanco.

 

            Los fundamentos de la religión Yoruba pueden rastrearse en los inicios de la historia africana y lo que actualmente conocemos es un compendio o sincretismo de varios cultos regionales que se han ido fundiendo a través de las distintas corrientes de invasiones y conformaciones de estados. La nación Yoruba tiene sus inicios en la fundación de la ciudad estado de Ile Ife, y al transcurrir los siglos ésta fue expandiéndose hasta absorber los pequeños reinos y estados que la rodeaban. Así, al panteón original de ile Ife fueron sumándose distintas deidades locales de las naciones circundantes.

 

            Según las tradiciones yorubas, ile Ife fue fundada por un mítico rey llamado Obatala (literalmente, rey de todo), denominado también Ossanla (el que viste de blanco) y es probable que su nombre no sólo responda a un individuo sino también a una dinastía.

 

            La religión yorubana fue llevada al Nuevo Mundo durante el maafa (trata de esclavos africanos) de distintas identidades étnicas de Africa Occidental. Las creencias religiosas de los yorubanos fueron las más populares entre las expresiones espirituales de las poblaciones africanas de América debido a que un gran número de ellos fueron capturados y vendidos como esclavos. Es algo difícil de creer, pero muchos sacerdotes yorubanos decidieron ser capturados para ser vendidos y así los africanos tuvieran apoyo espiritual en América.

 

            Esta religión se ha expandido por todo el mundo en distintas variedades, que incluyen la Santería. Estas variedades se practican en muchas áreas de Brasil, Argentina, Cuba, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, México, Uruguay y Venezuela. A medida que crece el interés en los sistemas religiosos indígenas africanos, se pueden encontrar comunidades Yorubas en Europa y también en Asia. Se calcula en más de un millón de adherentes de esta tradición espiritual en todo el mundo.

 

ICONOGRAFÍA

            La más antigua representación conocida data del siglo VIII (Santa María la Antigua, de Roma), aparece ya desde entonces asociada al pavo real (símbolo de resurrección e inmortalidad).

BIBLIOGRAFÍA

 

NEMITZ, THIERSE, MAÑANA.“Santa Bárbara a través de los tiempos”. 2000.

ARMANDO CAPIO. “Shango”. “Santera Médium Espiritista”.

CORONEL DE ARTILLERÍA D. JOSÉ CORDERA DESCÁRREGA. “Un Estudio de S. Bárbara”. 1986.

GARCÍA LOMAS, G. Adriano. “Mitología y supersticiones de Cantabria”Diputación Provincial de Santander.1964.
LLOP I BRAVO, F. y ALVARO, Maricarmen. “Campanas y campaneros”. Diputación de Salamanca, 1986.
BLANCO, J. Francisco.”El Tiempo. Meteorología y cronología populares”.Archivo Tradiciones Salmantinas, 1987.

 

ÍNDICE

 

 

CONFERENCIA IMPARTIDA EN LA ACADEMIA DE ARTILLERÍA EL 6-5-2022 POR D. JOSÉ ENRÍQUEZ RÍO

 

 

                                                                                                            

 Sras. y Sres., muy buenos días.

Es para mí una satisfacción y un honor poderles contar algo sobre Sta. Bárbara, espero que no me llenen de huevos y tomates si esta charla les parece un tostón.

                                                                                                            

Las fotografías que ven son las imágenes de Sta. Bárbara más antigua del mundo y la que creemos más antigua de España, y aquí nos surge un pequeño problema; el Santuario de Bendueños dice que la imagen es del siglo XVII

                                                                                                           

 

y entonces Azunuy (Huesca) dice que su imagen

                                                                                                           

                                                                                                          

 es del siglo XIV con lo cual sería más antigua???, pero creo que la de Bendueños es del XII y por su forma parece de esa época, en el XVII estaba más lograda la escultura. Técnicos en la materia espero que lo resuelvan.

                                                                                                           

Esta santa fue muy importante en la edad media en todo Europa, tanto es así que se le nombró una de los 14 santos auxiliadores, Los santos auxiliadores son santos cuya invocación se considera eficaz contra determinados males. Su culto tiene origen germánico, desde la época de la Peste negra. (1348) 

                                                                                                           

                                                                                                               

                                                                

Aquí vemos estos 14 quienes eran, su virtud, la fecha de su santoral y una iglesia dedicada a ellos.

¿PORQUÉ ES UNA DE LOS CATORCE AUXILIADORES?:

 

Sta Bárbara era invocada por el pueblo como la patrona de los moribundos y de la buena muerte y fue probablemente esta condición la que hizo que encontrase sitio en esta agrupación de santos. Dicha agrupación de catorce auxiliadores tomó su origen cuando la peste azotaba y dejaba sus huellas en Europa (1348-1350).

 

Ni siquiera ayudaron las medidas preventivas tomadas, ni las normas higiénicas. De ahí se entiende que los enfermos buscaran refugio en los auxiliadores y no rara vez llamaban por necesidad, al mismo tiempo, a varios santos, ya que la intercesión, de unos cuantos producía mayor esperanza. Se reconoce así la tendencia de dar culto a grupos de santos.

 

La fuerza simbólica del “número” como constitución de los grupos de santos, conocida ya en la antigüedad, jugó claramente un importante papel: Sta Bárbara y Sta Catalina que eran conocidas como pareja gemela sagrada. 

 

                                                                                            

A la pareja se unió también Margarita. En la comunidad de las tres vírgenes mártires se formó una unidad de culto. En ella se oculta el número simbólico tres de la Santísima Trinidad. Sta Bárbara representa, desde el punto de vista místico, el alma cristiana que se confía a su Dios en la oración o en la reflexión. Sta Catalina simboliza con sus dotes espirituales la inteligencia y la sabiduría aplicada a la religión cristiana y Sta Margarita simboliza la lucha contra la idolatría y la liberación del demonio en forma de dragón.

 

En Austria se dice: “Margarita con la lombriz, Bárbara con la torre y Catalina con la rueda, éstas son las tres santas mujeres”.

 

El lugar de origen del culto a los auxiliadores hay diferentes teorías y parece predominar la opinión de situarlo en la ciudad imperial de Ratisbona y en Bamberg (Alemania).

                                                                                                    

Pero no solo esto, a Sta. Bárbara la escogieron infinidad de personas, pueblos, profesiones, gremios... para hacerla su patrona.    

                                                                                                   

Artillería este año cumple los 500 años CERTIFICADOS del patronazgo de Sta. Bárbara y el Arzobispado Castrense ha otorgado una medalla conmemorativa.

La organización militar de España de 1881, decía: Antiguamente era privativa la adopción del Patrón

pero en el día de hoy es preceptivo.

 

                                                                                                    

 

Se daba el caso de que cada unidad tenía un patrón, así el Regimiento de Caballería España 11 de Zaragoza su patrona fue Sta. Bárbara y posee una reliquia de ella.

                                                 

                                                                                                    

Aquí un pequeño listado de pueblos y ciudades que la tiene de patrona.

                                                                                               

Podemos ver que Sta. Bárbara es una figura MUY importante en la iglesia católica y como figura importante se le levantaron catedrales, iglesias, capillas, ermitas en todo el mundo.

                                                                                               

                                                                                              

Al mismo tiempo aparecieron las representaciones de esos santos, tanto en pintura como en escultura, oraciones, jaculatorias, plegarias, gozos…

                                                                                              

  Monedas

                                                                                              

  Contraseñas usadas por los mineros

                                                                                              

 Sellos y distintivos de cofradías  

                                                                                             

Medallas

                                                                                             

Sellos de correos, loterías, ONCE …   

                                                                                             

Las imágenes de la santa serán motivo de otra conferencia, solo señalar que en países no católicos sigue existiendo la adoración por Sta. Bárbara

ACORDARSE DE SANTA BÁRBARA CUANDO TRUENA: 

                                                                                             

Entre las sentencias y frases proverbiales, ésta de “acordarse de Sta Bárbara cuando truena” es, sin duda, una de las más utilizadas. Hoy la empleamos únicamente en sentido figurado, poniendo de manifiesto nuestro comportamiento habitual de dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, aparcar para mejor ocasión lo que aún pensamos puede demorarse, o aplazar “sine díe” lo que no conviene a nuestros intereses. Y así lo hacemos hasta que metafóricos truenos hacen tambalear o amenazan nuestra posición, en cualquier nivel al que lo contemplemos.

 

Ignoramos quien y en qué momento pronunció por primera vez este axioma en sentido alegórico, pero sí podemos afirmar que la tradición de muchos siglos ha vinculado a Santa Bárbara con los truenos y que su nombre va unido, en un pasado bastante reciente, a creencias, ritos, conjuros y supersticiones dirigidos a protegernos de los rayos y los estragos producidos por las tormentas.

                                                                                           

Hace muchos siglos, la Iglesia Católica nominó a Sta Bárbara Santa Protectora contra rayos y tormentas. Como tal se le rendía un culto especial, con rituales que adquirían modalidades particulares en cada nación, en cada región e incluso en cada lugar. Entre los variadísimos ceremoniales y costumbres extendidos por la geografía española, relacionados con Sta Bárbara y los truenos, cito a continuación algunos, a modo de ejemplo.

                                                                                           

En Cantabria, las “tronadas” no sólo arruinaban cosechas, producían incendios y mataban a personas y animales. También entorpecían muchas labores domésticas, rutinarias hace siglos, como hacer el pan o la mantequilla en cada hogar. La tormenta no dejaba “leudar” el pan antes de la hornada, o “natar” la leche antes de elaborar la manteca. También podían “atronarse” los huevos que estaban empollando las gallinas... Así que, aunque parezcan cosas nimias, era obligado tomar precauciones cuando se acercaba una tormenta y demorar la fermentación de la masa del pan para meterlo al horno a cocer hasta que aquella se alejara; quemar un poco de laurel; evitar las corrientes de aire y, sobre todo, encender las velas de las Candelas o las que habían ardido en el Monumento parroquial el día de Jueves Santo. El ritual preparatorio dentro de una casa rural se iniciaba cuando el aspecto del cielo amenazaba tormenta o se escuchaban los primeros truenos aún lejanos. Enseguida había que acompañar estos preparativos, que no debían faltar, con el rezo reiterativo y musitado de las jaculatorias “al uso” dedicadas a Santa Bárbara:

 

“Sta Bárbara bendita,
que en el cielo estás escrita
con papel y agua bendita.
En el ara de la Cruz,
Páter noste(r), amén Jesús”.     

 

                                                                                           

En la zona pirenaica, en cuanto había indicios de tormenta, se salmodiaban continuadamente frases y oraciones cortas dirigidas a la Santa: “¡Ay, Sta Bárbara, que truena!” o “Sta Bárbara bendita, que trae el sol y el trueno quita”, al tiempo que se buscaban los amuletos para “esconjurar” la tormenta, poniendo en las ventanas cuchillos y hoces con el filo hacia el cielo, tijeras con la punta hacia arriba, y se echaban puñados de sal en el fuego. En otros lugares se hacía una cruz con sal en el dintel de la puerta. El laurel, romero y otros ramos de árbol, bendecidos en el Domingo de Ramos, también se consideraban amuletos contra la tormenta.

 

                                                                                          

 

Si en el Alto Aragón se creía que los provocadores de tormentas eran los genios de las montañas, las brujas, los brujones y los diablos, en tierras cántabras, asturianas y gallegas se decía que eran los nuberos, renuberos, nubeiros y renubeiros. Todos ellos son personajes mitológicos, protagonistas de gran cantidad de relatos legendarios, por los que el pueblo sentía verdadero terror. Cada uno de estos personajes jamás entraba en las casas que estuvieran protegidas por amuletos adecuados, tuvieran encendidas las velas benditas o estuvieran rezando en voz alta oraciones a Sta Bárbara, cuyo nombre les repelía. Tampoco soportaban el toque de campanas especial que en algunas regiones llamaban de “espantanublos.” 

                                                                                          

 

Para conjurar las tormentas se empleaban las campanas y muchas reciben el nombre de Bárbara y poseen su figura en dicha campana. 

Los toques contra las tormentas fueron empleados hasta épocas recientes –mediados del siglo XIX, en general- y se hacían para defender las cosechas y personas contra rayos y granizo, desde tiempos inmemoriales. En tierras castellanas y leonesas se llamaba “tocar a nublao” y se creía que repicando se despejaba la tormenta y se marchaba. Este toque se realizaba a diario, a mediodía, en la época de mayor frecuencia de tormentas, desde el día de la Santa Cruz de Mayo hasta el de la Santa Cruz de septiembre, del 3 de mayo al 14 de septiembre. Era un toque preventivo, protector, de defensa contra los malos espíritus que pueblan las tormentas. Decía una canción:

 

“De Santa Cruz de mayo
a Santa Cruz de septiembre,
se repican las campanas
hasta que quiebren”.

 

En muchos lugares llamaban a este toque “tañer a buen tiempo” y según se decía: “las campanas no solamente tenían poder contra las tormentas, sino la facultad de provocar, mantener y suplicar a Dios buenos temporales”.

 

Independientemente de este toque protector, de Cruz de mayo a Cruz de septiembre, siempre que la nubosidad indicaba indicios de tormenta y se comenzaban a oír los primeros truenos, las campanas tañían tristes, acompasadas y lentas, mientras no se alejaba.

 

Esta superstición invadió la Europa católica hasta mediados del siglo XIX y es sabido que en distintas regiones españolas, se encendían cirios benditos dentro de las viviendas, se rezaba en voz alta a Sta Bárbara y se quemaban hojas de laurel. El toque de campanas, lúgubre y cadencioso, era una especie de conjuro que vulgarmente se llamaba “tente, nublo” o “tente, nu”, cuya letra se cantaba acompasándola al ritmo de las campanadas. Se conservan muchos y muy variados ejemplos. Uno de los más originales, procedente de Cantabria, es el que se ve:

 

                                                                                            

                                                                                          

 

Si en pueblos de Cantabria los conjuros solían hacerse desde el atrio de la iglesia o la plaza, en muchos lugares del Alto Aragón y Castilla se levantaron en lugares próximos a iglesias y ermitas, una especie de templetes de piedra, formados por cuatro columnas y una pequeña bóveda. Desde los huecos, entre pilares, orientados a los cuatro puntos cardinales, el sacerdote invocaba a Sta Bárbara y hacía los conjuros. Estas construcciones suelen llamarlas “cuatropilares”, “esconjuraderos” y “esconjuraderas”, “conjuraderos”.

 

Con la frase proverbial acordarnos de Sta Bárbara cuando truena he intentado dar un sentido a la relación Sta Bárbara con las tempestades y tormentas en un pasado cercano, mediatizado por la Iglesia en imágenes, jaculatorias, cirios benditos, repiques de campanas, conjuros, novenas, procesiones, patronazgos... Se tiene sobradas noticias de que nuestros antecesores sí se acordaban de la Santa cuando había tormentas. Y también, cuando no las había... para que no se produjeran. Y de todo ello sólo permanece la frase.

 

En general, con ella “se reprende a quienes sólo ante un peligro inminente recurren al modo de precaverse de él”. Tiene pocas variantes, todas de carácter gramatical. No se sabe cuándo se comenzó a utilizar en sentido figurado. Lo que sí se ha podido constatar es que en las postrimerías del siglo XIX, en 1883, la frase era de uso común y se utilizaba con idéntico significado a como lo hacemos en este momento y en las mismas circunstancias.

                                                                                         

Un ejemplo reciente es que el martes 28 de enero de 2003, La Voz de Galicia publicaba, con el titular “Una deuda de 120 años”, una carta editada por el propio periódico en Noviembre del año 1883. En ella un lector denunciaba la falta de medios en la seguridad marítima tras el naufragio del Irish Hull en La Costa de la Muerte. La carta finalizaba así: “Las autoridades se acuerdan de Sta Bárbara solamente cuando truena y mientras, cuando se ofrece un caso de éstos, hay que cruzarse de brazos y ser un simple espectador...”. Podría haber sido una carta también fechada en noviembre, pero del 2002, motivo del Prestige. Su significado semántico sigue siendo el mismo.

Este ejemplo, permite afirmar que hace más de 150 años, ya se empleaba la frase en sentido figurado, proverbio que sigue utilizándose hoy en análogas situaciones.

 

 ONOMÁSTICA Y SANTORAL:    

                                                                                         

La historia nos cuenta que al principio faltaban santos para completar el santoral. Esto se arregló en los primeros tiempos del cristianismo, entrando muchísimos santos a dedo, sin pasar las duras oposiciones que actualmente es preciso superar para merecer un altar y un culto. Una de los recursos más habituales fue inventar vidas de santos basadas en leyendas paganas preexistentes que, a su vez, ayudaban a mantener viva la fe de los creyentes: la milagrosa fortaleza que permitía a los mártires resistir los más diversos suplicios era un ejemplo para los fieles que superaban resignadamente las pequeñas torturas de su vida cotidiana, pareciéndoles sus miserables vidas más soportables en comparación con tales modelos sobrenaturales. 

El santoral católico en el día 4 de diciembre lo comparten junto Sta Bárbara la relación que se ve.

                                                                                          

EL NOMBRE DE BÁRBARA:

Los griegos llamaban “bárbaro” a todo aquel que pareciera extranjero y al que no entendieran. Para los romanos, la extranjera era peregrina. Lógicamente los cristianos siempre fueron considerados bárbaros y, a partir de la proclamación del cristianismo como religión del Estado, la palabra “bárbaro” se aplica al “no creyente”. A la vista de esto, sigue abierto, aún, el origen y el trasfondo espiritual del nombre de Santa Bárbara.

Barbara  es la forma griega de este nombre. Significaba antiguamente “extranjera”. Los griegos primitivos cuando no entendían lo que hablaban los otros pueblos decían “que hablaban bla bla”. En efecto, está documentado que la forma inicial de esta palabra era bla-bla-losliteralmente el que habla bla bla. Sólo fue cuando los bárbaros empezaron a hacer por decirlo así barbaridades, se le dio a la palabra un matiz peyorativo. De todos modos, al asociar a Sta Bárbara con las tormentas, las explosiones y la artillería, se le ha querido dar un valor más bien duro al nombre.

Sta Bárbara figura en el santoral cristiano, tanto el ortodoxo como el católico romano, entre las estrellas más resplandecientes. Su sepulcro, en Nicomedia junto con el de Sta Juliana, fue durante siglos uno de los más importantes centros de peregrinación de la cristiandad. Las curaciones de los enfermos que acudían a venerar estas reliquias fueron numerosísimas. La antigüedad de estas santas (son de principios del siglo III) es la causa de que la documentación sobre ellas sea muy escasa y de que en el calendario litúrgico pos-Vaticano apareciese sustituida por San Juan de Damasceno, un santo cuya vida está mejor documentada, pero la devoción y la tradición suplieron el desgaste del tiempo.

                                                                                           

 

Se divulgo que había sido negada su santidad por la iglesia católica, es un hecho sin fundamentos, ya que la iglesia se la había reconocida por la Prescripción Centenaria de Urbano VIII en 1634 y no se podía retractar, se pretendía basar en el Pascalis Mistery de Pablo VI de 1969, este solo pretendía una aplicación del espíritu conciliar y la Sacratorum Concilium no hacía referencia a santidades solo a sus celebraciones. Por tanto siempre fue santa.

                                                                                          

LAS LEGENDARIAS BIOGRAFÍAS DE STA BÁRBARA   

Para poder situar la fecha exacta de su nacimiento y muerte, así como la narración del martirio de Sta Bárbara en su momento histórico, se hace necesario intentar ordenar y situar los escasos datos fácticos de las leyendas en un marco histórico.

 

Si en el momento de su martirio (a.306), Bárbara, tenía entre 15 y 20 años, nació antes del a. 285 y 290. Si murió entre el a. 250 y 251, con motivo de la segunda persecución del emperador Decio, nació entre el a. 230 y 235.

 

De historicidad insegura y protagonista de un buen número de leyendas, la vida de Santa Bárbara está adornada de gran cantidad de elementos inverosímiles, contradictorios y teológicamente sorprendentes.

 

Según el Misal Romano anterior al último Concilio, el martirio de Sta Bárbara había ocurrido en Nicomedia, en el siglo III de nuestra era, en tiempos del emperador Maximinus Thrax. Las variantes de las muchas leyendas que se conocen corresponden o son posteriores al siglo VII, tiempo en que la Santa fue muy venerada y los lugares de su hipotética residencia se convirtieron en destino frecuente de gran número de peregrinaciones. Pueden que tengan su origen en la zona de la Iglesia oriental en la que se encuentran un número considerable de manuscritos antiguos. En definitiva, se necesita mucha inteligencia para poder separar manifestaciones religiosas y hechos históricos sobre el tema. Las tradiciones citan sitios tan distantes como Antioquia, Nicomedia o Heliópolis como del nacimiento y muerte de Sta Bárbara. Siglos después, los martirologios medievales señalaron Toscana, e incluso Roma, como lugares en que habían tenido lugar ambos acontecimientos.

                                                                                         

La siguiente historia fue extraída de un antiguo manuscrito del escritor griego Simeón de Metafrasto, especialista en la investigación de la vida de los santos católicos, que existe en versión latina, griega, siria, árabe, egipcia y armenia. Dicho manuscrito fue expuesto a la luz pública a mediados del siglo VII. 

En tiempos de Maximinus en la ciudad de Nicomedia (actualmente Izmir, Turquía) cerca del mar Mármara, había un hombre muy rico llamado Dióscoro, quien era pagano. Dicho personaje tenía una hija muy hermosa llamada Bárbara. Para evitar que Bárbara tuviera contacto con la gente, Dióscoro hizo construir una torre muy alta y allí encerró a su hija hasta que decidió entregarla en matrimonio a uno de los príncipes que la pretendían atraídos por el misterio que rodeaba su encierro. 

Ante la situación el padre de Bárbara un día se dirigió a ella y le dijo: “Hija mía, los príncipes de comarcas lejanas y cercanas han llegado hasta aquí para pedir tu mano, por ello te ruego que me digas que quieres hacer ante esta situación”. Al escuchar a su padre Bárbara le contestó: “Padre mío, mi decisión es no casarme, pues nunca he pensado en ello, así que te ruego que no me obligues a hacerlo”. 

Esto decepcionó  a Dióscoro y se fue de viaje a un país lejano. Bárbara ante la ausencia de su padre aprovechó  para colocar una cruz en el baño y añadió una ventana más a las dos que ya tenía la torre para así simbolizar a la Santísima Trinidad.

Luego de esto Bárbara fue bautizada, fue un sacerdote ¿Valentín enviado por Orígenes de Alejandría? quien, haciéndose pasar por médico, la bautizó y le enseño la doctrina cristiana mientras se encontraba enclaustrada, y siguiendo una de las costumbres místicas de San Juan Bautista sólo comía miel y langostas.

Cuando su padre regresó de viaje, ya había culminado la reestructuración de la torre y éste le preguntó a los obreros: “¿Por qué habéis hecho tres ventanas, en vez de dos como había ordenado yo?, y ellos sorprendidos contestaron: “Porque su hija nos lo ordenó, que abriéramos una tercera ventana”. Ante esto Dióscoro mandó llamar a su hija Bárbara para conseguir una respuesta al dilema que se le había presentado con las tres ventanas de la torre.

Entonces Dióscoro se dirigió con su hija a los baños y le preguntó, con ánimo de que le aclarara la situación, por qué una tercera ventana si con las dos que había ordenado construir llegaba suficiente luz al lugar, y Bárbara respondió: “Esas tres ventanas representan claramente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, los cuales son tres personas en un solo Dios, en el que debemos creer y al único que debemos adorar”.              

La reacción del padre de Bárbara fue violenta, tanto así que sacó su espada para matar a su hija allí mismo, pero la ya consagrada virgen comenzó a orar y milagrosamente levitó por los aires gracias a la protección divina y llegó volando a una lejana roca en las montañas.

Bárbara fue apresada, denunciada al pretor Martiniano, y enjuiciada en ese momento y dándole una nueva oportunidad de que recapacitara ante su creencia de la existencia de un solo Dios, el juez le dijo: “Así pues, elige salvar tu vida, o morir cruelmente torturada”, y Bárbara respondió firme: “Me ofrezco en sacrificio a mi Dios, Jesucristo, creador del cielo, de la tierra y de todas las cosas.   

                                                                                          

Esa fue su sentencia, y después de ser apaleada y torturada durante días, Bárbara tuvo la visión del señor Jesucristo en la prisión. Pasaron los días y como Bárbara mantenía su posición ante el castigo, el juez decidió que fuese decapitada por la espada.

En ese momento Dióscoro cegado por la obsesión de limpiar su nombre arrebató a Bárbara de las manos del juez y la llevó a la cumbre de una montaña junto a otra mártir llamada Juliana. En el camino Bárbara se alegró porque sentía que se aproximaba el premio a su devoción por Dios y mientras su padre la arrastraba hacia la montaña hizo la siguiente oración: “Señor Jesucristo, Creador del Cielo y de la Tierra, te ruego que me concedas tu gracia y escuches mi oración por todos aquellos que recuerdan tu nombre y mi martirio. Te suplico que olvides sus pecados, pues tú conoces nuestra fragilidad”, en ese momento escuchó que desde el cielo provenía una voz que le decía: “Ven Bárbara, esposa mía, ven a descansar en la morada de mi padre, que está en los cielos, yo te concedo lo que acabas de pedirme”.

                                                                                         

 

Después de esto fue decapitada por la mano de Dióscoro, su propio padre, cuando ella tan sólo contaba con dieciocho años de edad, junto a Juliana, recibiendo las dos en ese momento la palma del martirio.

Luego de haber finalizado el horrendo crimen Dióscoro comenzó a bajar de la montaña, momento en que se desató una fuerte tormenta, y en el camino fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos, cual fuego celestial, de aquí viene el dicho de “acordarse de santa Bárbara cuando truena”. Sta Bárbara fue sepultada junto a Sta Juliana, que sufrió martirio con ella, por un hombre piadoso de nombre Valentino en un pequeño pueblo.

En versiones distintas a su martirio se cambia, añadiendo o quitando torturas, desde que habría sido atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes, quemada con hierros al fuego, golpeada con un martillo, quemada con hachas encendidas, que le hubieran mutilado los pechos, rasgarle sus carnes con garfios, paseada desnuda,… Todo ello muy posteriormente al siglo VII, hablamos de los siglos XII en adelante, sobre todo en los años 1400 y posteriores, fruto de las múltiples representaciones en pinturas, témperas, etc… de la vida y  martirio de Bárbara que realizaban pintores de la época. Se dice en otras leyendas que cuando fue despojada de sus ropas para ser vejada, cayeron del cielo copos de nieve que taparon su cuerpo por completo para no ser visto por la muchedumbre.

 

                                                                                            

 

HISTORIA DE LAS RELIQUIAS DE STA BÁRBARA 

Sus reliquias fueron trasladadas a Venecia en tiempos del dogo (Dux de Venecia) Pedro II Orseolo (991 – 1009), por María Argyropoula, una princesa bizantina, que se había casado con el hijo del dogo, Juan. Las reliquias de la santa quedaron en la iglesia griega y en 1108 una princesa griega de nombre Bárbara se casó con el príncipe de Kiev, Sviatopolk Iziaslavovich. Ella trajo consigo las reliquias que fueron colocados en el monasterio Michailovsky-Zlatoverj en Kiev. En la época de los desastres napoleónicos, las sagradas reliquias fueron llevadas al templo de San Martín de la isla de Burano, donde se custodian aún hoy.

Los restos están en una capilla dedicada exclusivamente a Sta Bárbara. Una parte de las reliquias de la mártir Sta Bárbara que se hallaban en la iglesia de San Marcos, en Venecia, fueron depositadas en el santuario de Sta Bárbara, perteneciente a la diaconía apostólica y ubicado en el municipio del Ática del mismo nombre, por el arzobispo de Atenas, y toda Grecia, Christódoulos.

En la iglesia de San Juan del Hospital, en Valencia, se encuentra la columna donde fue martirizada, en una capilla bajo la advocación de la santa. Esta reliquia fue traída a la Ciudad de Valencia por la Emperatriz Constanza Augusta de Grecia.

En la iglesia de San Jaime de Moncada (Valencia), se encuentra una falange de un dedo de Sta Bárbara la cuál fue traída desde Roma a Moncada.

El medallón que uso durante su martirio y su encierro se encuentra perdido. La última vez que fue visto fue en octubre 1961 enterrado en la parroquia Riochico del cantón Portoviejo en Ecuador, donde actualmente se levanta el templo parroquial con el mismo nombre de la santa, desapareció después de que fuese colocado en la imagen de Santa Bárbara. Actualmente se encuentra perdido. 

Lugares donde se veneran reliquias de Sta Bárbara:   

                                                                                             

Todas no son auténticas, sino que pasa lo que a otros santos: si se juntaran sus reliquias, aparecerían varios cuerpos y varias cabezas. Las más verosímiles son las de Burano, Rieti, Dignano y de Kiev.

El poema más antiguo de Sta Bárbara está escrito en latín y se recoge en forma de himno. Está compuesto de ocho estrofas que ensalzan la fe de la santa en la Trinidad del Señor y procede del s. IX o X.

El himno más antiguo que glorifica a Sta Bárbara procede del siglo XV.

 

Con cánticos se honraba a Sta Bárbara también de muchas formas. Pero la canción se encuentra mucho más tarde dispersa en la literatura y sólo de forma aislada en los cancioneros.

Se cree que la canción más antigua de Sta Bárbara procede el año 1665, de Praga. Las condiciones especiales de trabajo de los mineros propiciaron la asociación en comunidades antes que en otros casos, y esto se ha quedado demostrado, a través de las canciones.

En cuanto a la oración se le consideraba como ayuda para hacer notar una necesidad al Señor y pedirle ayuda. Los santos se convirtieron en los intercesores. Las oraciones más antiguas que se conocen proceden de los manuscritos, libros de horas y pasionarios que se escribieron entre los siglos XI y XV.

                                                                                              

De los siglos XIV y XV se encuentran muchos libros de horas con rezos a Sta Bárbara en Alemania, Francia y los Países Bajos escritos la mayoría en latín.

 

 En el s. XIX se imprimieron devocionarios con una serie de oraciones que recogían las necesidades diarias, sobre todo de enfermedades graves, pero también por la festividad de Sta Bárbara.

 

 Existen miles de oraciones de la santa, solo mirando en internet se ven oraciones para todo: petición de dinero, protección, bendición, amor, enemigos…

Un ruego, quizás de lo más empleado es

Sta. Bárbara bendita, que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita. Guarda el pan, guarda el vino y la gente del peligro.                                         

                                                                                              

                                                                                              

Existen multitud de libros sobre Sta. Bárbara, así mismo hay obras de teatro sobre ella, canciones y películas de cine, la última de la RAI de hace unos 10 años.

                                                                                               

Al existir tantos santos, había que diferenciarlos y como no existía la fotografía ni el DNI, se emplearon atributos de cada uno, que son objetos o símbolos que caracterizan a cada santo de modo especial (atributos individuales) o a una categoría de santos (atributos colectivos; ejemplo:

el rollo o libro, para los apóstoles o Padres de la Iglesia; la palma, para los mártires).

Son frecuentes a partir del s. V d.C. Los atributos individuales están ligados a la vida, leyenda

o martirio de un santo.                                                              

 Los artistas de santos, a lo largo del tiempo, han ido dando a sus representaciones atributos, colores o símbolos específicos. Tomaban como referencia su vida, su martirio o acontecimientos específicos que conducían a la veneración. En algunos casos se ven muy claros estos atributos, mientras que en otros era la imaginación del artista la que dotaba a la persona de uno u otro símbolo e incluso de más de uno. El problema es que, muchos de los santos, poseen un mismo atributo, como puede ser la espada, lo que hace muy difícil su identificación sino van acompañadas de otras características específicas u otras personas. Por eso tienen en cuenta también el peinado y la vestimenta.

Algunos de estos atributos se fueron modificando a través de los siglos, sobre todo durante los siglos XV y XVI, en el apogeo de la elección de santos para patronazgos.

A Sta Bárbara se le representa con los ropajes de su época, un tocado de doncella con manto rojo y una serie de objetos que la diferencian por completo de las demás santas: 

                                                                                              

 

      Castillo  o torre:

 

La representación de Sta Bárbara con la torre es bastante clara, y se puede ver, por ejemplo, en las pinturas, solamente al fondo a través de una ventana abierta. Puede aparecer en un extremo, aunque la mayoría de las veces, es el objeto que ella sostiene como principal atributo de la representación. En los iconos no suele salir a menudo. Algunos artistas la colocan como parte principal de la imagen, desde donde Sta Bárbara mira a través de una de las ventanas enrejadas, mientras que fuera se ve a los guardianes o a los Ángeles. 

 

En la mayoría de las estatuas se coloca la torre a su lado. A veces se tropieza con esta, otras la lleva agarrada con el brazo, en otras la tiene de la mano, y en muy pocos casos la lleva cargando a los hombros como un fardo pesado. La propia torre se representa según la arquitectura del momento, aunque siempre lleva las  ventanas que hacen referencia a la Trinidad. 

 

                                                                                             

      Nombre, cruz y cáliz o copón de sangre de cristo:

 

La forma más fácil para reconocerla es, lógicamente, cuando aparece su nombre escrito. Sistema utilizado, por otra parte, por muchos artistas, de igual manera que en los iconos rusos y griegos. La escritura aparece, bien en la parte de arriba, bien debajo de la figura. 

 

Con una cruz en la mano se representa en los iconos de la iglesia ortodoxa. En la iglesia occidental no se considera la cruz como atributo de la santa.      

                             

El cáliz, con o sin hostia, es un símbolo muy extendido y relacionado con Sta Bárbara, aunque no es suficiente para poder identificarla, pues otros santos llevan también este atributo. En los iconos de la iglesia ortodoxa es muy habitual el que lleve la cruz, y el cáliz, en la iglesia occidental no aparece esta costumbre hasta el x. XV.    

 

La santa lo suele llevar en la mano derecha y se la coloca en las ventanas o puertas de las torres. Se la considera también patrona de los moribundos, debido a las legendarias oraciones que rezó ella por todos los que estaban en el lecho de la muerte. Desde entonces se le representa con el cáliz, con o sin hostia, como señal de patronazgo de los moribundos.

 

                                                                                              

        Espada, libro y corona:

 

Otro atributo de Sta Bárbara es la espada, la cual hace referencia al objeto con que la decapitó su propio padre, pero también es símbolo de poder divino, justicia o ira. A veces se la representa a la santa sobre la espada para demostrar y aclarar la ayuda divina a pesar de haber sido martirizada.

 

No es raro tampoco encontrar a Sta Bárbara con un libro, la Sagrada Escritura, en la mano. Esta representación hace referencia al estudio de las verdades de fe cristiana y de la Palabra de Dios. 

 

La forma de adornar la cabeza de la santa es también muy variada, y depende, en gran parte, de la moda de la época. La vemos representada con pelo lacio y largo, con moño e incluso con el pelo rizado. Como adorno en la cabeza suele llevar una corona, para demostrar así su unión con la divinidad. Este símbolo se utiliza desde el s. XIV hasta el s. XVIII.

  

             Pluma de pavo real, palma o rama de olivo:

 

                                                                                               

Sta Bárbara lleva una pluma de pavo real o la palma como símbolo del martirio, de victoria de unión con el poder divino y virginidad. En la mayoría de las figuras se le colocaba aparte, fijada en la mano.

 

De vez en cuando, aparece Sta Bárbara con un cañón que nos demuestra la relación de su patronazgo con los artilleros.

 

Una extraordinaria forma de representación es la de Sta Bárbara con su padre. Esta combinación aparece más en las esculturas que en las pinturas. Aquí se nos muestra al padre como insignificante persona a sus pies, realzando así la figura de la santa. Representaciones de esta forma se remontan del 1450 y al 1550, antes o después no se conocen ninguna. 

                                                                                              

MARCO HISTÓRICO Y AMBIENTAL DE SU VIDA:  

 

A partir del año 100 después de Cristo, el cristianismo ganó adeptos con rapidez en el imperio romano. Aparecieron comunidades en el valle del Ródano, en la península ibérica, Norte de África, Siria, Asia Menor, Grecia e Italia. Se calcula que, en el siglo I, había medio millón de cristianos, en el s. II, dos millones, en el s. III, cinco millones y en el s. IV, diez millones.

 

La conciencia de comunidad entre los creyentes alcanzó su punto cumbre en la celebración de la Eucaristía y el Bautismo. Ambos sacramentos juegan un papel sobresaliente en las leyendas sobre Sta Bárbara.

 

Resulta curioso como la persona de Sta Bárbara es venerada en casi todos los grupos cristianos, a pesar de las diferencias de Credo entre Oriente y Occidente.

 

Orígenes de Alejandría surge de este ambiente como el maestro de Sta Bárbara, aunque no se produce una coincidencia temporal de ambas personas. De aquí se deduce que, Sta Bárbara, tuvo que haber vivido, aproximadamente, hacia el año 250 para poder haber tenido contacto personal con uno de los grandes teólogos de los primeros cristianos. 

 

                                                                                                

CULTO Y TRADICIÓN:

 

Sta Bárbara ha sido conocida y querida en todo el mundo, pero especialmente en Europa. Su devoción no sólo se expresa en numerosas manifestaciones, sino también en tradiciones especiales como patrona de diversas profesiones y como auxilio ante los problemas y el peligro, así como patrona de iglesias y altares. La devoción a los santos era un importante soporte, no olvidemos, de la cristianización.

 

En los siglos XII y XIII el santo / santa representaba a la ciudad completa: Sta Bárbara a Breslau (Polonia), Ferrara, Mantua y Kuttenberg (Kutná Hora, Chequia), donde se construyó, a partir de 1388, la catedral más importante dedicada a la veneración de Sta Bárbara. 

                                                                                                

 

No se han aclarado las especulaciones en torno a cuál sería el camino que recorrió la devoción de Sta Bárbara desde Oriente hasta Centroeuropa. De forma  muy generalizada la lista de santos creció notablemente al principio de la Edad Media, desde el 482 al 911, definida como la época más devota de la Iglesia. Época que había comenzado en el s. IV, en Roma, con 23 mártires. Siguió con el martyrologium Hieronyanum, base del calendario de Occidente, ampliado en Galia hacia el 600. Entre el año 400 y 700 aparece un monasterio de Sta Bárbara en las cercanías de Lyon. La santa ya estaba incluida en el martirologio romano. León III dona una reliquia de la santa a Carlomagno en el 799 para la Iglesia de S. Pedro del  Castillo de Hohensyburg en Dortmund. Según una crónica turingia de 1475, la gente acudía en masas a la iglesia...Las hermandades y las fundaciones alcanzaban cifras nunca vistas. Los objetos de arte como imágenes, figuras, altares...que hoy podemos admirar en los museos y en las iglesias, proceden de esta época, finales del s. XV y principios del s. XVI. No es, por tanto, asombroso que sea, precisamente, de esta época, numerosos testimonios de Sta Bárbara. La devoción a la santa, no paró aquí, aumentó en la Alta Edad Media (911-1273), después de que fueran consagradas iglesias, oratorios, altares, monasterios. Finalmente alcanzó su puesto máximo en el siglo XV, en las postrimerías de la Edad Media (1273-1491). A fines de la Edad Media se le incluyó entre los “catorce santos auxiliadores” como patrona de los moribundos. En los siglos XII y XIII sigue extendiéndose la devoción a la santa desde los Países Bajos en dirección a Alemania, Bohemia, Hungría, Italia.

 

PROTECTORA DIVINA:

 

Para los versados en el conocimiento esotérico Sta Bárbara protege principalmente a quienes se hallan en peligro de muerte y no tienen sacramento, debido a la oración que hizo la santa en el momento de su muerte. Protectora contra el rayo y las muertes repentinas. De esta forma llegó a ser patrona de treinta y cinco profesiones diferentes y gremios. 

 

                                                                                              

Sta BÁRBARA EN ESPAÑA. Los primeros vestigios de culto a Sta Bárbara en España llegaron de la mano del emperador Justiniano I, quien en el siglo VI estableció una provincia bizantina en Hispania. La expulsión de los bizantinos en el siglo VII y la posterior invasión musulmana en el siglo VIII dejaron esta vía de expansión de la devoción a Sta Bárbara muy mermada de posibilidades, la cual sólo perduró tímidamente entre los mozárabes

 

                                                                                               

El Camino de Santiago constituyó durante el Medievo la fuente más importante de intercambio cultural con los reinos cristianos centro-europeos, siendo esta vía la segunda puerta de entrada de Sta Bárbara a España.

A lo largo de esta vía encontramos las manifestaciones artísticas de Sta Bárbara más antiguas halladas en España y un sinfín de muestras de devoción a esta santa que jalonan el camino (Azanuy, Mañeru, Nájera, Astorga, Bendueños…) y que culmina con su imagen en la misma fachada de la catedral de Santiago de Compostela. Sta Bárbara estaba en España antes de que se conociera la pólvora y antes de que ésta fuera de aplicación para la guerra. La primera manifestación conocida de devoción a Sta Bárbara en España la encontramos en Sevilla.

 

Tras la conquista de esta ciudad en 1248 por Fernando III el Santo, el rey ordenó levantar en la antigua mezquita un altar a Sta Bárbara, que se mantuvo tras la edificación de la catedral gótica y aún hoy se conserva.

 

                                                                                                  

El infante don Alfonso de Castilla (quien posteriormente se convertiría en Alfonso X de Castilla) conquistó el 4 de diciembre de 1248 la ciudad de Alicante, lo cual celebró dando el nombre de Sta Bárbara al castillo de dicha ciudad.

Este evento pudiera haber incrementado el interés de Alfonso X por obtener las reliquias de Sta Bárbara, para lo cual envío embajadores a El Cairo cuya misión fue la de procurarles las santas reliquias, misión que no pudo cumplirse ante la negativa de los custodios de dichas reliquias a venderlas debido al gran aprecio en que las tenían.

 

Por otra parte, la Corona de Aragón fue otra puerta de entrada de la devoción y culto a Sta Bárbara. En el siglo XIII la emperatriz Constanza Augusta de Nicea huyó de Bizancio para buscar la protección del rey Jaime I de Aragón, al cual le unían lazos familiares.

 

Constanza Augusta, enferma de lepra, llegó a Valencia y cedió al rey de Aragón los derechos que aún conservaba sobre la isla de Sicilia, dedicándose desde entonces a la veneración de Sta Bárbara a la cual se encomienda. Tras su curación milagrosa por intercesión de Sta Bárbara la emperatriz ordenó erigir una capilla a la santa en la iglesia de San Juan del Hospital, manifestando su voluntad de ser enterrada en la misma (La columna del martirio). La Corona de Aragón también llevó a cabo una activa política de adquisición de reliquias entre durante los siglos XIV y XV.

Su patronato fue introducido en España, al parecer, por Juan de Terramonda, natural de Lille, que vino a España como asentador de Felipe I el Hermoso, el cual es nombrado <<Capitán de mis Artillerías >> en Tudela de Duero, el 17 de agosto de 1506.

En la Alta Edad Media se puso de moda el poner  nombre de santos a todo tipo de cosas. Esta costumbre se relaciona con el incremento del culto a los santos según un nuevo fundamento de espíritu religioso originado en el s. XII. El Papa Gregorio II escribió a San Bonifacio sobre el derecho canónico por el cual la oración a los santos alivia el alma de los difuntos.

 

Este sentido de ruego pudo ser el punto de partida para poner el nombre de santa Bárbara a ciudades, pueblos, calles, lagos y ríos, montañas y, por supuesto, minas; así como personas, instituciones religiosas y profanas...así como iglesias, capillas, altares etc.

 

                                                                                                 

RELACIÓN CON EL PATRONAZGO DE LA MINERÍA Y METALURGIA: 

                                                                                   

Laurion, ciudad griega situada al sur, era famosa en la antigüedad por las minas de plata que ya se explota­ban desde el siglo VI a. C. Estos yacimientos argen­tíferos constituyeron una de las principales fuentes de ingresos de la ciudad de Atenas, lo que permitió emitir por primera vez sus famosas monedas de plata conocidas como lechuzas. Una iglesia ortodoxa, en el centro de la cuenca minera de Laurión muestra nume­rosos objetos antiguos de veneración a Sta Bárbara, tales como imágenes. Posiblemen­te existan ya aquí orígenes del patrocinio de Sta Bár­bara sobre los mineros. VA 39la patrona de Cuba.

Sta Bárbara era conocida como patrona de la minería y también como de la metalurgia desde los comienzos de la Edad Media tardía. La devoción entre los mineros aparece en la zona de Sajonia (Alemania), Silesia(Polonia, Chequia, Alemania) y Bohemia (Chequia).

 

La Contrarreforma contribuyó poderosamente a la expansión de la devoción a Bárbara en todas las regiones de Europa. Este período de restauración católica se instituyó hacia el 1550 causado por la aparición reformadora de Lutero. A ésta autorreflexión de la Iglesia le había precedido la reforma en tres capítulos:

 

-El luteranismo se extendió en el noroeste y sur de Alemania, Letonia (1522), Suecia (1527), Finlandia, Dinamarca (1536), Noruega, Polonia y Lituania (1541), Hungría, Siebenbürgen (Rumania) (1545) y Eslovenia (1561).

 

-El calvinismo, iniciado en Suiza, tomó otro impulso con difusión en Alemania Occidental, Francia (1559), Escocia (1560), Norte de los Países Bajos (1566), Inglaterra, Polonia y Hungría.

 

-El anglicanismo en Inglaterra (1534) donde Enrique VIII se había erigido en cabeza de la “iglesianglicana” de Inglaterra, con constitución episcopal y carácter calvinista.

 

El estatuto de la Hermandad de la sede principal de la minería de Tirol, imponía que se celebrara una misa el día de Sta Bárbara. En Jochberg en Tirol (Austria) había ya en 1421 una hermandad a Sta Bárbara de los mineros.

 

No se ha investigado de forma exhaustiva cómo fue avanzando la devoción a Sta Bárbara: en 1500 ya era la segunda o tercera patrona de los mineros. En Linz (Austria), durante la Edad Media, era la patrona de mineros y trabajadores metalúrgicos.

 

Por otro lado, el intento de encontrar un nexo de conexión entre la edad de cada una de las cuencas mineras de Centroeuropa y la temprana aparición de Sta Bárbara como santa de la minería no ha dado fruto directo. Aproximadamente hacia el año 1300 puede situarse la acogida de Sta Bárbara como Patrona de los mineros en el Tirol y más tarde, s. XIV, en Silesia (Polonia, Chequia y Alemania), como lo atestigua la mina en Jauernisch.

 

A la vista de este desarrollo histórico podemos afirmar que, ya, en el s. XIII existía el culto a Sta Bárbara en Silesia y en una iglesia dedicada a ella en Breslau (Polonia). Fueron las diferentes órdenes de caballería, los soberanos en peregrinación a Jerusalén, los colonos alemanes y flamencos y diversas órdenes, como las Cistercienses y Cantores del coro agustinos los que dieron impulso a la devoción a Sta Bárbara.

Silesia, puede definirse como el “país alemán de Bárbara” al tener 61 iglesias y capillas dedicadas a la santa.   

 

                                                                                               

RELACIONES CON EL PATRONAZGO DE LA ARTILLERÍA: 

 

Sta Bárbara es Patrona de los artilleros. La conexión entre Sta Bárbara y los artilleros, se debe, principalmente, al legendario rayo con el que se dice mató a su padre.

Así vemos como escuelas de artillería, arsenales, armerías y cañones de municiones se adornan con su imagen. 

El pañol de municiones en los barcos se llama “Santabárbara”.

El 4 de Diciembre lo celebraban con grandes desfiles.

El emperador Carlos V (1519-1556) decretó en las escuelas de artilleros de Burgos y Sicilia leyes y ordenanzas por las cuales los artilleros debían santiguarse y pedir ayuda a Sta Bárbara cada vez que metían una bola en el cañón. Si alguien no cumplía la orden debía, como castigo, honrar con dos onzas de cera a la hermandad.

Sta Bárbara se convirtió también en Patrona de los fuertes y las torres. La costumbre de considerar el día de la santa como día de fiesta en Alemania procede de la época de las guerras napoleónicas, y se extendió igualmente a Italia, Austria y España. En España se saludaba la imagen de Sta Bárbara con honores militares. 

En la Edad Media se empezó a disparar salvas al aire, con lo que los creyentes pretendían evitar los relámpagos y el granizo e incluso también de despejar las nubes, con este fin se usaban también las campanadas.

                                         

                                                                                              

Es muy corriente encontrarnos a Sta Bárbara pintada sobre las antiguas armas o armaduras, como la del Papa Julio II (1503-1513). La encontramos también en la espada del Marqués de Pescara.

Según algunos autores, la batalla de Niebla (1257) fue la primera en la que se empleara la artillería. Los árabes emplearon por primera vez en suelo peninsular la pólvora aplicada a rudimentarios cañones ocasionando la sorpresa de las tropas cristianas a lo largo de la Reconquista.

Sin embargo, a lo largo de este periodo son escasas las referencias a Sta Bárbara. La más importante se enmarca en la guerra de Granada y es del 4 de diciembre de 1489.

 

En 1489, y precisamente el 4 de diciembre, tuvo lugar la conquista de Baza. De ahí que sea la Patrona del lugar, así como de la Unidad de Cazadores de Baza. La importancia artillera de esta localidad granadina era considerable hasta que se conquistó Málaga, ciudad preferida por poder atender mejor las necesidades del Mediterráneo.

Entre las unidades del Ejército que también la tuvieron por patrona están los dragones de Almansa, al incorporar en la organización de los Tercios de Flandes los arcabuceros  a caballo, así como las Brigadas Marinas y la Guardia Valona, tal y como se puede comprobar en un sermón a Sta Bárbara del siglo XVIII, que dice:

 “Quizá por esto nuestras Guardias Valonas, y Brigadas Marianas, para dar más abrigo a esta fortaleza, y presidio de Cádiz (que es la llave de España) ha tomado a esta Heroína por especial Patrona, erigiéndole una Ilustrísima Hermandad, que vale por todo un exército, en lo formidable.

                                                                                              

Los datos históricos de la conmemoración artillera de esta festividad datan del siglo XVI. El primer documento es “El Recibo de la Pólvora” consumida por este motivo en el Castillo de Burgos, el 4 de diciembre de  1522 (Archivo de Simancas. Valladolid).   

                                                                                                                    

 

                                                                                               

Pero es preciso revisar esta fecha, constatándola con las anotaciones existentes en las relaciones efectuadas por Antonio Pigafetta, cuando se realizó la expedición de Magallanes alrededor del mundo, en donde se puede leer: “El miércoles por la mañana, por ser día de Sta Bárbara - más el regreso del rey - disparamos toda la Artillería. Si fue en el año 21 y salieron en el 19, lo lógico es que en España ya en el 18 se hiciese ese homenaje, pero de momento no existen documentos que lo prueben.

El Coronel de Artillería Oliver Copons en su artículo “Noticias Históricas de los artilleros españoles y Sta Bárbara”, fechado en Burgos de 1884, parte de que la devoción a la Santa se inicia en Baza al ser tomada el 4 de diciembre de 1489 y que de allí se trasladó a Málaga al crearse una maestranza y una fundición con depósito de artillería.

                                                                                                

A partir de las celebraciones de 1521 y 1522, y sin interrupción, encontramos muestras de la devoción de los artilleros a santa Bárbara en su calidad de patrona de los artilleros. Varios hitos jalonan este camino: en 1582 se establece la cofradía de artilleros de Burgos; en 1584, Cristóbal Espinosa en su obra Diálogo de Artillería, nombra a Sta Bárbara como nuestra abogada; de 1586 es la Plática Manual de Collado, que la invoca devotamente; del mismo año es una culebrina de nombre Sta Bárbara recuperada del pecio de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes en 2017.

En los siglos posteriores se diversificó también este patronazgo entre los canteros, campaneros y marineros; así como en algunos oficios artesanales, especialmente en Francia y Alemania.  

                                                                                                

Sus divisas y leyendas van desde la de “Sta Bárbara de los Artilleros”, tal como rezaba en la placa de la Maestranza de Artillería de Sevilla, cuyo origen data de 1500 en Barcelona, a la americana Orden de Sta Bárbara, que dice “Para los hombres de Artillería de todas partes”, concepto que evidencia la universalidad del patronazgo artillero que surgió en los dominios de Carlos V.

SANTA BÁRBARA HOY:

 

                                                                                               

 

En la iglesia copta fue reconocida como santa desde muy temprano. Sus devotos, continúan venerando sus restos en la iglesia de Sta Bárbara del Cairo.

 

                                                                                               

El “Martyrologium Romanum nombra allá por el a. 700 su día festivo. 

 

Con la expansión de la creencia en un solo Dios saltó también de una provincia a otra del Imperio Romano el culto de la santa. Así: entre el 400 y el 700  aparece un monasterio de Sta Bárbara  en Auge (Francia) a las orillas del Dives.

 

Ya desde el 800 aparecen en diferentes lugares de Europa (Italia, Grecia, Países Bajos, Polonia, Rusia, Alemania) reliquias de Sta Bárbara. 

 

Desde el s. XIV se convierte en uno de los santos más venerados e importantes debido, precisamente, a la influencia por guerras, catástrofes naturales o tormentas. 

 

                                                                                              

Y ahora nuestra pregunta:

 

¿Qué es lo que movió a los hombres de hace varios siglos para que transformaran la figura de Sta Bárbara, la consagraran y extendieran su culto y costumbres hasta hoy?. Las gentes de esa época tenían unas necesidades diferentes a las nuestras y además tenían una visión mucho más limitada del mundo. El pueblo, que no sabía leer, necesitaba de las imágenes, obras de arte, representaciones, cuadros, esculturas, tanto para desarrollar su imaginación y poder hacerse una idea más o menos clara del mundo, como medio de transmisor de la fe. 

 

Uno también se pregunta si Sta Bárbara tiene cabida en nuestra imagen del mundo y como se la podría colocar. ¿Necesitamos todavía a Sta Bárbara ?. La respuesta, aunque se la tendrá que dar cada uno de ustedes, según su situación personal, estoy seguro de que sí, la necesitamos, como la intercesión de todos los santos.

 

A Sta Bárbara la seguimos necesitando todavía como modelo ideal atemporal para atravesar con ella el umbral de la esperanza. 

                                                                                               

                                                                         

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MEMORIAL DE ARTILLERÍA 177/ EXTRA STA BÁRBARA DICIEMBRE 2021

 

STA BÁRBARA 500 AÑOS CON SUS ARTILLEROS

por

Eugenio López Polo

 

 

 

 

 

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MEMORIAL DE ARTILLERÍA 177/2 DICIEMBRE 2021

 

 

 

 

 

                                                                                       

                                                                                         

                                                                                         

                                                                                                                                                                 

                                                                                         

                                                                                         

                                                                                         

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Ezili Dantor = Santa Bárbara

 

Santa Bárbara es un sincretismo del vudú haitiano de Ezili Danto (Virgen de Częstochowa, Ishtar) y se la invoca para resolver asuntos de amor ya que murió muy joven y virgen por querer consagrarse enteramente a Dios. Vivió en Turquía alrededor del año 300. A ella le debemos el arquetipo de la hermosa princesa, pura de corazón, que vive encerrada en la torre de un castillo, que se ha usado hasta la extenuación en los cuentos infantiles y no tan infantiles.

Se dice que su padre la encerró en una torre para ponerla a salvo porque tal era su hermosura que temía que los hombres la sedujeran si pudieran admirarla. En ausencia de su padre, Bárbara se convirtió al catolicismo, y mandó abrir tres ventanas en la torre donde estaba retenida, simbolizando la Trinidad. Cuando su padre se enteró la mandó castigar. El verdadero significado de las tres ventanas lo veremos cuando expliquemos en profundidad los códigos 666, pero de momento sabemos que es el mismo que las tres marcas en la cara de la virgen de Częstochowa/Ezili Danto o los tres clavos de Cristo en el logo IHS jesuita.

A partir de aquí hay dos versiones de la historia. En una el padre la paseó desnuda encima de un caballo para exponerla ante todo el pueblo hasta que la Santa solicitó al cielo que nadie pudiera verla de tal modo y una tormenta cubrió su desnudez con nubes. Esta historia le ha valido ser la santa de las tormentas.
Según la otra versión, más "hardcore", la santa habría sido atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, quemada con hierros y paseada desnuda por la ciudad antes de cortarle los pechos. La ira de Dios no tardó en castigar a los torturadores, y su padre cayó al instante fulminado por un rayo.

 
Esta muerte súbita la ha convertido en la patrona de las profesiones que manejan explosivos (por el rayo) y muy especialmente de los mineros. (Santa Bárbara Bendita, tranlará, tralará, patrona de los mineros, mirad, mirad Maruxina mirad ...)
Asi mismo, es también patrona del Arma de Artillería en la mayoría de los ejércitos del mundo y en muchas ocasiones aparece con cañones cerca de ella. En la marina da nombre al almacén de explosivos de la nave.
De su vida, escasamente documentada, sabemos que tenía la cabeza muy grande... partes de ella se conservan en Mantova, Montecatini, Sevilla, Kiev, Ravello, Roma, Lviv y en Dignano.

Izquierda, la princesa intentando que su rescatador suba por su larga y hermosa melena. A la derecha, Santa Bárbara cargando siempre con su torre

A Santa Bárbara se la recuerda en casi todos los ejércitos del mundo. A la izquierda frontal de un casco francés en la 1º G.M. que, casualidades de la vida, es exactamente igual que el símbolo del corazón en llamas del S. C. de Jesús y del S.C. de María

Santa Bárbara = La Torre del Tarot

En realidad, la creación del personaje de Santa Bárbara se lo debemos a las cartas del Tarot.
El Tarot se originó en el siglo XVI pero posiblemente sus fuentes se pierden en el origen de los tiempos. Santa Bárbara parte de la carta de "La Torre" y le añade otros componentes y significados, pero manteniendo el carácter mágico-divino.

La carta de la Torre en dos barajas diferentes. Se observan casi todos los elementos de la iconografía de Santa Bárbara, como el rayo y las tres ventanas.

Tradicionalmente se asocia "La Torre" con caos, accidentes, catástrofes, ruina y en general representa la "ira divina" con su rayo destructor. Está considerada como la carta más negativa del Tarot por muchos especialistas. Simboliza a menudo el castigo de los hombres que quieren subir por encima de sus posibilidades y ahí enlaza con el episodio bíblico de la Torre de Babel, que también acabó destruida por la ira de dios.

La carta de "La Torre": "Rayos que caen sobre torres de cimientos débiles por la arrogancia"... cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. (foto del rayo que cayó en la Cúpula de San Pedro al día siguiente de la renuncia de Benedicto XVI) 

La Torre del Tarot es la Torre de Babel. Son dos iconos que tratan un mismo hecho, cada uno a su manera. Los falsos dioses antiguos anunnakis limitaron al ser humano para que no pudiera completar el camino de la evolución, el que les podría llevar a querer ser como sus amos/dioses. El mismo motivo que causa el rayo de la ira de Dios que destruye la Torre de el Tarot.
La torre de Babel tiene forma de escalera de caracol, uno de lo símbolos más importantes y deconocidos de la masonería, que representa este camino de ascensión. Un camino que se cortó como garantía de que la supremacía anunnaki nunca correría peligro.

Babel y Mordor, dos torres famosas en cuya cúspide reside el O.O. Origen de la Oscuridad en el planeta

La Biblia nos cuenta que la arrogancia de los hombres, que querían construir la torre más alta para llegar al cielo (iluminación), provocó la ira de dios. Un falso dios bastante falto de autocontrol (al menos en el Antiguo Testamento) que hechó a perder las humanas aspiraciones confundiendo a los constructores de la torre con múltiples lenguas diferentes. Se creó el caos y los hombres perdieron la posibilidad de seguir creciendo hacia el cielo. Y la Torre de Babel acabó como un macroproyecto urbanístico de cualquier ayuntamiento de la España del siglo XXI.

Gran metáfora, pero vayamos a su verdadero significado que está encriptado en la iconografía de Santa Bárbara:
Para garantizarse que los hombres nunca llegarían a la altura de sus "amos", se crearon unos códigos limitadores. Los "amos anunnakis" habían usado su propio ADN para una modificación genética que creó al homo sapiens a partir de un hominido primitivo... el eslabón perdido que la ciencia sigue buscando y que en la Biblia está explicado con
la famosa frase de "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza".

Uno de estos limitadores que les tenían que garantizar su supremacía para siempre, son los códigos 666, frecuencias que se incorporan al cuerpo humano y que le apartan de su vibración original, le merman y debilitan (ver la tercera parte de este artículo para saber más acerca de los códigos 666)
Estos códigos están representados al detalle en la iconografía de Santa Bárbara:

·Las tres ventanas: las tres antenas emisores de códigos que hay en el mundo: Catedral de Nôtre Dame en París, Catedral de Toledo en España y Catedral de San Juan de Letrán en Roma.
·El rayo, la descarga energética que los implanta
·Los cañones, su efecto destructivo en el ser humano.
·El cáliz con la eucaristía y el IHS son un código 666 en sí mismo, como ya explicaremos más adelante.

Además de éstos, a Santa Bárbara la acompañan otros elementos que la diferencian por completo de las demás santas: una Corona, habitual en virgenes pero no en santas; una Torre; una Espada (el clavo, cuchillo o espada del Sagrado Corazón y del Vudú).

Estas peculiaridades, junto con otros elementos contradictorios y teológicamente sorprendentes, han provocado que sea retirada del calendario oficial romano en 1960 junto con una serie de santos considerados de dudosa existencia histórica. Además, no hay referencias a Santa Bárbara en la revisión del martirologio de San Jerónimo ni entre los primeros historiadores de la cristiandad.

Es probable que la popularidad de su figura en la Santería cubana haya tenido que ver con esta decisión...

 Santa Bárbara = Shangó

A Santa Bárbara se la relaciona con Shangó, un Orisha mayor dios del trueno, del rayo, del fuego, de la guerra, de la danza, de toda la música y de la belleza masculina. Despues de Obatalá, Changó es el Orisha más poderoso y más venerado.
Y es que en la Santería Cubana, que es la unificación de los santos católicos con los dioses Yorubas, Shangó es la versión masculina de Santa Bárbara, con quien comparte símbolos como el rayo y la tormenta, la espada/hacha de doble filo (la de Santa Bábara) el color rojo y blanco y la hoja de palma.

Curiosamente, Santa Bárbara también es la patrona oficial de Cuba.

Y como colofón a este "brevísimo" paseo interconfesional, en que todos son parientes y amigos entre sí, quiero presentar a la pareja más cachonda y a su parienta europea, la patrona del continente.

Maman Briggite y su esposo el Barón Samedi

Maman Brigite es la justicia, y se la representa como una mujer muy joven y de rasgos dulces, con el pelo largo, de color negro intenso, y de ojos claros, pero su cara está pintada de blanco como una calavera, al igual que su esposo el Barón Samedi. Viste un elegante traje de novia y siempre camina descalza, como un fantasma cantando y bailando por los cementerio a la luz de la luna, pues es la Lwa del ciclo de la vida y la muerte. Su símbolo es un gallo negro (se suelen sacrificar gallos negros en su honor cuando una mujer queda embarazada, para que cuide del niño...aghhh ¡) y se cuenta que las mariposas se posan siempre en sus cabellos, como símbolo de la corta vida de estos insectos.
Se la sincretiza en Europa con Santa Brigida, de la que ya hablamos en nuestro artículo
acerca del Mar Tirreno y la decadencia de Europa.

El Barón Samedi o Barón del Cementerio, su esposo, es el más mediático de todo el vudú y es un amante del baile, el alcohol y el sexo. Fue el primer muerto varón enterrado en un cementerio y por tanto es el guardián del mismo y al que hay que pedir permiso cada vez que se entierra a alguien. Menuda pareja.

<<<<< Un gallo negro, corazones rojos... a que me suena?
Ahh... ya recuerdo, el gallo de Barcelos, ese bello souvernir que me trajeron de Portugal.

Si Madam Brigite es la novia del cementerio, en Europa tenemos a una Santa a la que se la llama "La Novia", en teoría porque su nombre es parecido en inglés (Bride). Es Santa Brigida y es la patrona de Europa. Madam Brigite y Santa Briggite son la misma figura.

Retrato de Santa Brigida en la iglesia de su nombre en Nápoles y objetos rituales que la rodean. Una iglesia que debería ser declarada "no apta para menores de 16 años".

La Santa de origen sueco tiene dedicada en Nápoles una iglesia. Mejor dicho, un parque temático del terror. El Castillo de Drácula en Hallowen es un lugar cien veces más relajante que esta iglesia atiborrada de magia negra. Mires por donde mires hay calaveras y miniaturas en plata de niños, brazos, ojos, orejas y manos, etc. Todos ellos objetos rituales que contienen entidades astrales. Entidades energéticas creadas para un objetivo personal o simplemente para la posesión, anulación, incluso "descreación" de seres, sea por desalojo de su propia alma, por deterioro físico o por suicidio.

La Chiesa de Santa Brígida es todo un master en magia.

 

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Santa Bárbara y El Rayo en Copacabana

 

David C. Knowlton

Utah Valley University Conocido por la Virgen de Copacabana, el pueblo de Copacabana no sólo alberga ritos católicos sino desde épocas remotas ha sido sitio de devociones indígenas y de mucho sincretismo, es decir la hibridización entre lo católico y lo indígena. El presente informe responde a un interrogante sobre la relación etnohistórica entre un santo católico y una figura trascendental del panteón andino. Se pregunta si en la historia religiosa andina existe una relación establecida entre Santa Bárbara y el rayo.

Santa Bárbara y su significado

La Enciclopedia Católica indica que Santa Bárbara fue virgen y mártir.

Hija de un pagano con posición social, fue condenada a muerte por su devoción al cristianismo. Su propio padre llevó a cabo la sentencia. Fue castigado el padre del mártir al volver a su casa; le cayó un rayo y le incendió su cuerpo. Como resultado se acude a Santa Bárbara como protectora cuando caen rayos durante temporales y por consecuencia ella es patrona de artilleros y mineros. Durante la colonia Santa Bárbara fue uno de los santos que atrajo la atención de los habitantes indígenas de Bolivia y Perú. Su devoción al cristianismo frente a la muerte, su calidad de mujer, y su relación con el rayo llamaron la atención a los andinos y condujeron a su acogida de parte de muchos. Asimismo formó parte de la política religiosa colonial de imponer imágenes religiosas, crucifijos, e iglesias encima de las imágenes y lugares que recibían devoción. Como resultado, la relación entre Santa Bárbara y el rayo ha llevado a su éxito como figura religiosa en la interacción entre las civilizaciones andinas y la castellana.

 

El rayo en los andes

El rayo es una de la figuras de mayor importancia en la religiosidad andina. Xavier Albó, el importante estudioso de la realidad indígena Boliviana, asevera que "el rayo es una de las principales divinidades andinas, por ser la fuente de la multiplicación de la vida."

Se ha relacionado con los dioses creadores Tunupa, que menciona, entre otros cronistas, Ramos Gavilán, el autor de la importante relación de los orígenes y milagros de la Virgen de Copacabana.

El rayo no sólo tiene la capacidad de transformar un ser tocado por él al darle la capacidad de volverse  yatiri, es decir "sabio", un sacerdote andino, sino que también se relaciona con la lluvia, el principio de la productividad de las chacras y la fertilidad en general. Se relata como Tunupa, o su contraparte el dios incaico Viracocha, hizo caer rayos sobre el pueblo de Cacha en el Perú resultando en su destrucción. Allí los Incas construyeron el gran templo a Viracocha que se puede percibir en la actualidad como el complejo arqueológico de Rajchi. Hay que mencionar que este sector del Cusco tiene una fuerte relación histórica con el Collasuyo y, por ende, con la región de Copacabana. La etnohistoriadora Teresa Gísbert de Mesa reconoce, en su estudio de la representación artística de íconos católicos y su relación sincrética con tradiciones andinas, que Santa Bárbara se asociaba en la tradición artística colonial boliviana con el rayo y con las tormentas en su sentido autóctono y no solamente en el sentido europeo.

 

 En consecuencia nos es posible opinar que en la religiosidad popular del período colonial Santa Bárbara se ha conocido por su relación con el rayo, en su doble sentido de protectora del mismo y como figura divina andina trasformadora relacionada con la lluvia.

Xavier Albó, "Preguntas a los historiadores desde los ritos andinos actuales," 2000, p12. http://albo.pieb.com.bo/archivos/Preguntas_XavierAlbo.pdf (April 23, 2009).

Alonso Ramos Gavilan. Historia del Santuario de Nuestra Señora de Copacbana. 1621.Edición Facsimil Ignacio Prado Pastor, 1988. P 56 ad passim.

Teresa Gisbert,

 Iconografía y mitos indígenas en el arte

.La Paz, 1980, p. 27

 El conocido antropólogo Xavier Albó atestigua de la relación entre Santa Bárbara y el rayo en la actualidad Aymara.

Indica que se asocia el rayo con varios santos del santoral católico, entre ellos San Marcos, San Jerónimo, San Felipe, Santiago (también llamado San España) y Santa Bárbara. Menciona, asimismo que el nombre de Santa Bárbara se pronuncia en aymara como warawara lo cual es un homónimo con la palabra estrella. El conocido etnógrafo y sacerdote van den Berghe atestigua también de la asociación entre Santa Bárbara y el rayo.

 

Los cerros Santa Bárbara y Calvario: una Llallagua

Pero, es más, el Rayo se asocia con cerros altos, donde a veces cae el rayo. En aymara estos cerros suelen llamarse calvario. Así se conectan los conceptos católicos del calvario como un lugar representando la pasión de Jesús y por consecuencia las estaciones de la cruz como forma en que los fieles puedan repasarla y meditar en la misma, y la idea central andina de promontorios como algo sagrado. El peregrinaje a los cerros altos es algo muy conocido en la tradición andina. Sin embargo, se pudiera argüir que, en el caso de Copacabana, el cerro de calvario se distingue del cerro Santa Bárbara y de esta forma se pudiera, tal vez, aceptar que el rayo se asocie con calvario, pero la conexión con el cerro Santa Bárbara no se establece en su particularidad. Esta observación nos lleva a profundizarnos en la etnohistoria copacabaneña. El valioso cronista Alonso Ramos Gavilán da importancia al cerro Llallagua que se encontraba en el "asiento de Copacabana".

Esta referencia es interesante, porque ahora no hay tal nombre de cerro. Sin embargo en la Copacabana actual se encuentra la zona de Llallagua en las faldas del cerro calvario, así que podemos reconocer la asociación entre el nombre del siglo diecisiete y el actual calvario. Está palabra, Llallagua, nos insinúa más. El diccionario de Bertonio de la lengua aymara del siglo dieciséis define "llallahua" como "Papa, o animal mostruoso, como dos  papas pegadas, o como una mano, un animal de cinco o seis pies. En referencia al Copacabana, entonces, esta aceptación de la palabra nos remite a su carácter de cerro dual, dos cimas y una sola base, lo cual le impartía cierta sacralidad. En Aymara ,Llallagua, sería llallawa , o sea es llalla, es doble. Entonces, se puede insistir que el calvario actual separa lo que en la etnohistoria venia en conjunto, las dos cimas, para darle significado. De esta forma, si se arguye de que calvario, como tal, tiene una relación con el rayo, la relación pertenecerá de la misma forma a su gemela que hoy se llama Santa Bárbara. Empero, la conexión es aún más fuerte. Ramos Gavilán indica que en el cerro Llallagua del asiento de Copacabana se encontraba en el siglo dieciséis una ermita dedicada a Santa Bárbara. Aunque esta ermita, en su descripción, se hubiera asociado con "un cercado que llaman Taguakouyo, donde recogían las Vírgenes que sacaban de la isla, señaladas para el sacrificio", para nosotros la pregunta importante es su asociación con el rayo.

 Hasta el momento el argumento insiste que Santa Bárbara, debido a su historia en el santoral, se asocia con el rayo en la práctica religiosa católica europea. Esa asociación se mantiene en la práctica religiosa de los andes, donde es una de varias figuras así relacionadas. Sin embargo, en los andes, el rayo se asocia con cerros altos, y podremos decir sobre todos cerros aislados que se destacan, en este caso el cerro que se llamaba llallagua y hoy se reconoce de forma dual Santa Bárbara y calvario. Ambos, la santa católica y el calvario se conectan en el pensar popular andino con el rayo.

Hay más profundidad encerrada en la etnohistoria del cerro llallagua y en su relación con el rayo. Milton Izaguirre, del Museo de Etnografía y Folclore, asevera que mitológicamente llallagua era, según algunas historias, dos nereidas que en época de carnaval salían a jugar con los kusillos. Empero estas nereidas tienen una historia más profunda. Se relacionan con el dios Tunupa, el héroe de la mitología andina que se conecta con el rayo. Relata Izaguirre que, "[l]la creencia dice que Tunupa –de quien se piensa que pudo ser San Bartolomé – recorrió las tierras del lago en labor civilizadora enviado por Viracocha, dios creador, y que fue sentenciado a muerte después de torturas imposibles por tener relaciones sexuales con sus hermanas Quesintu y Umantuu."

 La historia de Tunupa y su "pecado" fue narrado por varios de los cronistas e inclusive fue insinuado en el vocabulario aymara de Bertonio. Es una de la narraciones  básicas en el corpus etnohistórico andino. Para nosotros, por más interesante e importante que haya sido la narración, la cuestión es su relación con Copacabana. Izaguirre lo establece al indicar que Quesintu y Umantuu son una llallagua. Entonces existe la probabilidad de que el cerro llallagua encierre una referencia a estas figures cuyos nombres se refieren a peces conocidos en el lago en lengua Uru. Veronica Salles Reece, en su importante libro sobre Copacabana, analiza las diferentes versiones de Tunupa y las neiridas.

Arguye que en la versión de Ramos Gavilán, cuyo libro funciona para propagar la milagrosidad y las maravillas de la Virgen de Copacabana, estas dos hermanas se transforman en "una señora muy Hermosa, que puesta sobre la balsa, libró al santo y le acompañó navegando con él."

Salles Reese advierte que de esta forma las nereidas, convertidas en dama hermosa que salva al héroe, prefiguran la Virgen de Copacabana, a la vez que, para Ramos G., Tunupa comprueba la presencia de un apóstol de cristo en los andes antes de la llegada de los españoles. Sin embargo, la probable litificación representativa de las dos hermanas, Quesintu yUmantuu, en la Llallagua de los cerros Calvario y Santa Bárbara manifiesta a la vez cierta tensión.

Conclusión:

La pregunta motivadora de este reporte era si la etnohistoria constaba de una relación entre Santa Bárbara y el rayo. No sólo se puede contestar en lo afirmativo desde el santoral, también la profunda historia del cerro Santa Bárbara manifiesta una relación establecida entre ese cerro en particular y el rayo que va más allá de su nombre actual, Santa Bárbara. En combinación, se verifica una conexión profunda y sólida entre el cerro, la santa de su nombre, y el rayo, una de las divinidades más importantes en la tradición religiosa andina.

Ayala Ugarte, Alex, "Cantos de Sirena".

 Revista Escape

Salles-Reese, Verónica. From Viracocha to the Virgin of Copacabana: representation of the sacred at Lake Titicaca. Austin: University of Texas Press, 1997.

Ibid. P 60

 

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HISTORIA DE LAS RELIQUIAS DE SANTA BÁRBARA

 

Las Reliquias

Sus reliquias fueron trasladadas a Venecia en tiempos del dogo Pedro II Orseolo (991 – 1009), por María Argyropoula, una princesa bizantina posiblemente hermana de Romano III, que se había casado con el hijo del dogo, Juan. Las reliquias de la santa quedaron en la iglesia griega y en 1108 una princesa griega de nombre Bárbara se casó con el príncipe de Kiev, Sviatopolk Iziaslavovich. Ella trajo consigo las reliquias que fueron colocados en el monasterio Michailovsky-Zlatoverj en Kiev. En la época de los desastres napoleónicos, las sagradas reliquias fueron llevadas al templo de San Martín de la isla de Burano, donde se custodian aún hoy. Los restos están en una capilla dedicada exclusivamente a Santa Bárbara Una parte de las reliquias de la mártir Santa Bárbara que se hallaban en la iglesia de San Marcos, en Venecia, fueron depositadas en el santuario de santa Bárbara, perteneciente a la diaconía apostólica y ubicado en el municipio del Ática del mismo nombre, por el arzobispo de Atenas, y toda Grecia, Christódoulos.

En la iglesia de San Juan del Hospital, en Valencia, se encuentra la columna donde fue martirizada, en una capilla bajo la advocación de la santa. Esta reliquia fue traída a la Ciudad de Valencia por la Emperatriz Constanza Augusta de Grecia.

En la iglesia de San Jaime de Moncada (Valencia), se encuentra una falange de un dedo de Santa Bárbara la cuál fue traída desde Roma a Moncada.

El medallón que uso durante su martirio y su encierro se encuentra perdido. La última vez que fue visto fue en octubre 1961 enterrado en la parroquia Riochico del cantón Portoviejo en Ecuador, donde actualmente se levanta el templo parroquial con el mismo nombre de la santa, desapareció después de que fue colocado en la imagen de Santa Bárbara. Actualmente se encuentra perdido, se piensa que alguien lo robó, o que por voluntad divina desaparece para que después re aparezca en otro lugar para si propagar la fe.

 

Lista de los lugares donde se veneran reliquias de Santa Bárbara:

 

Burano (Venezia): parte del cuerpo.

Rieti (Italia): sarcófago con reliquias

Mantova (Italia): presunto cráneo

Montecatini (Italia): "parte del cráneo"

Piacenza (Italia): "reliquias"

Sevilla (España): "parte del cráneo"

Pamplona (España): "reliquias"

Paternò (Catania): reliquias

Kiev (Ucrania): parte del cuerpo

Old Cairo (Egipto): reliquias

Ravello (Salerno): reliquias (creo que del cráneo)

Roma (Italia): "parte del cráneo"

Braine le Comte (Bélgica): reliquias.

Lviv (Ucrania): reliquias.

Mechelen (Bélgica): reliquias

Dignano (Croacia): pie incorrupto

Moncada Valencia: Falange

 

Todas no son auténticas, sino que pasa lo que a otros santos: si se juntaran sus reliquias, aparecerían varios cuerpos y varias cabezas. Las más verosímiles son las de Burano, Rieti, Dignano y de Kiev.

 

 

 

La increíble historia de Santa Bárbara, la virgen que fue vengada por un rayo

 

Por Joaquín Tamarit

Viernes 04 de diciembre del 2015, 08:00h

 

Cada 4 de diciembre, el Cuerpo de Artillería celebra la festividad de Santa Bárbara, una patrona decapitada por su propio padre. Descubre su sorprendente relato tal y como la cuenta la tradición cristiana, y de dónde viene su vinculación a los artilleros.

Aunque desde el comienzo de la existencia de los artilleros españoles se dé por segura la tradicional advocación a Santa Bárbara, el más antiguo documento que se conoce que cita su patronazgo sobre ellos es de 1522 y dice lo siguiente:

“Yo, Don Juan de Acuña, Alcaide del Castillo de Burgos por S.M. digo: que vos Gerónimo Ximénez Denciso, Tenedor de los bastimientos de dicho castillo por S.M. distes por mi mando al Capitán Terramond, por S.M. el día de Santa Bárbara para tirar la fiesta de los artilleros, ques aquel día su fiesta, dos barriles de pólvora para tirar ciertos [disparos] de los [cañones] gruesos y los morteros de aquel día, que pesarían diez arrobas; la cual pólvora está a cargo del Mayordomo de la Artillería, Francisco de Xerez; y por ques verdad que lo dio en dicho día a cuatro de diciembre de mil quinientos vente y dos, lo firmo en mi nombre Don Juan de Acuña”. (Archivo de Simancas, Guerra, Mar y Tierra, legajo 3º, año 1522. Tomado del Memorial de Artillería de 1884).

 

Santa Bárbara y los artilleros

 

 

La primera referencia a la devoción y culto público a Santa Bárbara en España es de 1248 y se refiere a la conquista de Alicante y su castillo por don Alfonso (más tarde Alfonso X el Sabio), el día 4 de diciembre de dicho año. De ahí el nombre dado al castillo, que cuenta en su interior con una capilla dedicada a la Santa.

Casi desde el nacimiento de la artillería medieval, y probablemente por la intervención del rayo destructor en el relato de su martirio, los artilleros europeos se acogieron al patronazgo de Santa Bárbara, como se demuestra en un documento de 1431 en el que especifica que las compañías de artillería francesas se constituían bajo el amparo de esta Santa, o en otro que recoge los estatutos de 1477 de los culebrineros y los arcabuceros de Gante, en los que también se menciona su patrocinio.

En el tratado sobre la Artillería española “La platica manuale de artigleria” del famoso Luis Collado de Lebrija, fechado en Sevilla en 1606, se reconoce y explica la advocación a Santa Bárbara en dos capítulos que tratan “De la compañía y congregación de los artilleros bajo la devoción de la gloriosa Santa Bárbara”.

 

Virgen, Mártir, Santa y Patrona

 

Santa Bárbara virgen y mártir nació, según la tradición, en Anatolia (actual Turquía) a comienzos del siglo III; de joven se convirtió al cristianismo por lo que fue encerrada en su castillo por su padre, Dióscoro, que era pagano, para forzarla a la apostasía; al no conseguirlo, le infligió toda clase de maltratos y torturas hasta terminar decapitándola personalmente, momento en el que, en castigo a su maldad, fue fulminado por un rayo, que algunos relatos hacen que destruya, además, la torre en la que estaba presa la Santa.

Su festividad se celebra hoy, día 4 de diciembre, a pesar de que fue ‘jubilada’ del santoral católico en 1969 por el Concilio Vaticano II convocado por el Papa Juan XXIII, al considerar que no había suficientes pruebas documentales que justificaran su ‘Hoja de Servicios’ como tal. Pero la realidad es que Santa Bárbara es una de las santas cristianas (es decir, tanto para católicos como para protestantes y ortodoxos) más universales y populares. Y ello se aprecia, entre otras razones, por la advocación de numerosas profesiones que se acogen a su patronazgo, casi unánimemente a nivel mundial. Entre ellas podemos citar a los mineros, a los ingenieros de minas, a cuantos trabajan en la preparación de explosivos o la fabricación de armas de fuego (como es el caso de los ingenieros politécnicos españoles en su rama de armamento), a algunas marinas como la italiana, a un gran número de los cuerpos de bomberos como los de Francia y de Italia, de algunas poblaciones españolas y de la mayoría de las naciones de Iberoamérica, así como, por supuesto, a la casi totalidad de los artilleros del mundo cristiano e incluso de algunos países musulmanes.

En otro orden de ideas, también es interesante conocer qué dice la tradición sobre dónde se encuentra el sepulcro de la Santa. Sobre ello hay distintas versiones, todas ellas referidas a Italia, que afirman que están en la capilla de Santa Bárbara de Piacenza inaugurada por el rey Víctor Manuel III en 1928, o en Venecia en la iglesia de San Martino en la isla de Burano, o en la catedral de Rieli o, finalmente, en la basílica de Santa Bárbara de Mantua.

 

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DIARIO LAS PROVINCIAS DE VALENCIA 29-XI-2015

 

 

 

 

    

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CRÍTICA D'UN BON QUADRO 
DE SANTA BÀRBARA


                                                                                              
Si de Bàrbara divina
                                                                                               sols lo mig cos retratà,
                                                                                               curt lo pinzell no restà:
                                                                                               ans fonc traça peregrina.

                                                                                               Que si a la santa extremada,
                                                                                               cames i peus anyedira,
                                                                                               amb ells del món fugira
                                                                                               i al cel se'n fóra pujada.

 

 

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MILAGRO DE SANTA BARBARA

 

EN MONCADA

 

 

 

 

 

 

 

 



El milagro tuvo lugar el 27 de mayo de 1701. Al día siguiente

 

del Hábeas se abatió sobre Moncada una horrible nube

 

cargada de piedras, que amenazaba con destruir todas las

 

cosechas, en la cuales los moncadenses cifraban su medio de

 

vida y bienestar. Fácil es de imaginar que los agricultores

 

católicos acudieron al templo para implorar el auxilio divino,

 

y el señor rector tuvo la inspiración de coger la reliquia de

 

Santa Bárbara y saliendo a las puertas del templo, bendijo

 

todo el término parroquial de Moncada. La tempestad pasó

 

destrozando los campos de los municipios vecinos, dejando

 

intactos los de Moncada y sus anexos parroquiales de Alfara

 

de Patriarca, Benifaraig, Masarojos y Rocafort.

Después de este hecho que los moncadenses califican de

 

milagroso, el Ayuntamiento levantó acta de voto para

 

celebrar todos los años una fiesta de Acción de Gracias a la

 

Santa, que se cumple fielmente todos los 9 de septiembre de

 

cada año, uniendo las festividades de la Virgen de los

 

Desamparados y Santa Bárbara, las dos perlas de la

 

religiosidad popular Moncadina.

Moncada celebra desde siglos dos fiestas a Santa Bárbara, la

 

más antigua el 4 de diciembre, la otra de Acción de Gracias el

 

9 de septiembre y posteriormente se añadió la del último

 

domingo del mes de agosto de carácter intermitente.

     

 

 

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      La desconocida devoción de Valencia por Santa Bárbara

                                                         

 

Arqueta de madera dende está enterrada Constanza de Grecia, la emperatriz que trajo a Valencia la columna donde fue martirizada Santa Bárbara. / SAN JUAN DEL HOSPITAL

 

Se ha convertido en la patrona de localidades como Faura, Casinos, Catadau y Moncada, donde hay restos suyos, y en Valencia está la columna donde fue martirizada

Este 4 de diciembre se celebra el día de Santa Bárbara, una santa que está mucho más vinculada a Valencia de lo que mucha gente piensa. Aunque Santa Bárbara nació en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, a principios del siglo III, en la provincia de Valencia hay una enorme devoción por ella y se ha convertido en la patrona de localidades como Faura, Casinos, Catadau y Moncada.

De hecho, en la iglesia de San Juan del Hospital de Valencia se encuentra la columna donde fue martirizada Santa Bárbara, en una capilla bajo la advocación de la santa y en la iglesia de San Jaime de Moncada (Valencia), se encuentra una falange de un dedo de la Santa traída desde Roma a Moncada.

Más información de Santa Bárbara

El origen de la devoción a Santa Bárbara en la Comunitat está vinculada a la figura de la emperatriz Constanza de Grecia, que a su llegada a Valencia tras enviudar fue acogida por el rey Jaime I, al que le unían vínculos familiares. Ella fue la responsable de que se trajera a Valencia la columna donde fue martirizada Santa Bárbara.

La emperatriz profesaba una gran devoción a Santa Bárbara; devoción que propagó por diversos lugares y trascendió en el tiempo. Quiso y dispuso ser enterrada en San Juan del Hospital y así se cumplió a su muerte en 1307, siendo enterrada en la capilla lateral sur del presbiterio, según recoge la web de la iglesia de San Juan del Hospital.

Por su devoción a Santa Bárbara, en 1696 y con la autorización del rey Carlos II, la Real Cofradía de Santa Bárbara trasladó los restos mortales de la emperatriz desde su primer enterramiento en la capilla lateral del presbiterio a la nueva capilla barroca entonces construida, obra de Juan Bautista Pérez Castiel, puesta bajo la advocación de esta virgen y mártir, donde permanecieron en una sencilla arqueta de madera hasta la contienda de 1936. La arqueta que ahora puede verse suspendida en la pared derecha de la Real Capilla de Santa Bárbara, donde permaneció durante siglos, es una réplica fiel de la que fue profanada. La capilla está dedicada a la reserva del Santísimo.

La imagen de Santa Bárbara que se encuentra en el altar de la real capilla de esta Santa fue donada a la iglesia el 20 de marzo de 2001 por el Ejército. La imagen estuvo ubicada en el antiguo Acuartelamiento de Artillería Marqués de la Ensenada, en Medina del Campo (Valladolid). Data del siglo XIX y en su peana presenta una placa con la inscripción «Esta imagen fue venerada por los Artilleros en el Cuartel Marqués de la Ensenada de Medina del Campo (Valladolid) hasta el 16 de diciembre de 2000». Santa Bárbara es la patrona de los artilleros por la curiosa historia de su muerte y de quién ordenó que la mataran y por un hecho legendario que convirtió a Santa Bárbara en la patrona de numerosos colectivos.

La leyenda de Santa Bárbara: su martirio y su muerte

El padre de Santa Bárbara era un tirano llamado Dióscoro que, al enterarse de que su hija se había convertido al cristianismo, la encerró en un castillo. Poco después le obligó a casarse, pero ella se opuso diciendo que elegía a Cristo como su esposo. Dióscoro quiso matarla, pero ella huyó y él la persiguió y la torturó.

Su martirio fue el mismo que el de san Vicente: fue atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes y quemada con hierros candentes. Finalmente, el mismo  Dióscoro la envió al tribunal, donde el juez dictó la pena capital por decapitación. Y fue el propio padre quien la decapitó en la cima de una montaña. Pero la leyenda cuenta que cuando lo hizo un rayo lo alcanzó y lo mató.

Santa Bárbara, patrona de la artillería

Probablemente por este hecho, por los rayos y truenos que hubo en el momento de su muerte, Santa Bárbara se convirtió en la patrona de todos los artilleros europeos y, por extensión, en todas las profesiones que tienen que ver con explosivos y fuego: mineros, bomberos, canteros, feriantes, fundidores, electricistas... y especialmente de los militares que pertenecen al arma de artillería en la mayoría de los ejércitos, incluso en algunos países árabes. Es, en definitiva, una de las patronas más populares de todo el mundo.

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Quién era Santa Bárbara, patrona de la artillería, y por qué nos      acordamos de ella cuando truena

                                                                    

 

La leyenda cuenta que fue torturada por su propio padre de una manera salvaje y un hecho insólito provocó que Santa Bárbara se convirtiera en patrona de numerosos colectivos

 

El 4 de diciembre se celebra el día de Santa Bárbara, patrona de la artillería y de numerosos colectivos, y a todos nos viene a la cabeza inmediatamente el popular dicho que afirma que sólo nos acordamos de ella cuando truena. ¿Por qué decimos eso? ¿De dónde viene?

La verdad es que la historia de Santa Bárbara no tiene desperdicio. Nació en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, a principios del siglo III. Su padre era un tirano llamado Dióscoro que, al enterarse de que se había convertido al cristianismo, la encerró en un castillo. Poco después le obligó a casarse, pero ella se opuso diciendo que elegía a Cristo como su esposo. Dióscoro quiso matarla, pero ella huyó y él la persiguió y la torturó.

Más información

El refrán «Solo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena» significa que solo nos acordamos de alguien cuando lo necesitamos para algo, o se utiliza también cuando se deja algo por hacer a última hora.

Las reliquias de Santa Bárbara en Valencia

En la iglesia de San Juan del Hospital, Valencia se encuentra la columna donde fue martirizada, en una capilla bajo la advocación de la santa. Esta reliquia fue traída a la Ciudad de Valencia por la emperatriz Constanza Augusta de Grecia.

En la iglesia de San Jaime de Moncada (Valencia), se encuentra una falange de un dedo de la Santa traída desde Roma a Moncada.

Santa Bárbara, patrona de más de 35 lugares

El fervor por Santa Bárbara la ha convertido en patrona de numerosos municipios:

- Faura (Valencia)

- Casinos (Valencia).

- Catadau (Valencia).

- Moncada (Valencia).

- Patrona de Arauca, Departamento de Arauca (Colombia) Cuyo nombre oficial es Villa de Santa Bárbara de Arauca (no utilizado actualmente), en su honor se celebra del 4 al 8 de diciembre Las fiestas Patronales de Santa Bárbara de Arauca, también recibe el nombre de Santa Bárbara la Catedral principal de ese municipio.

- Maguarichi, Chihuahua, México, Templo de Santa Barbara de Maguarichi.

- Sevilla la Nueva (Madrid).

- Castro - Grandas de Salime (Asturias).

- Ábrego, Norte de Santander (Colombia).

- Vilafranca de Bonany (Mallorca).

- Patrona de Aldeatejada, provincia de Salamanca (España).

- Maleján (Zaragoza).

- Las Menas de Serón, provincia de Almería (España).

- Tharsis (Huelva).

- Santa Bárbara de Casa (Huelva).

- Baza (Granada).

- Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba (España).

- Santa Bárbara cantón de la provincia de Heredia, Costa Rica.

- Monzón (Huesca).

- Patrona de Santa Bárbara de Tapirin ( Monagas - Venezuela)

- Cerro del Hierro, Sevilla (España).

- Villanueva del Río y Minas, Sevilla.

- Sensuntepeque, Departamento de Cabañas (El Salvador).

- Figueruelas (Zaragoza).

- Guijo de Santa Bárbara, Cáceres (España).

- Santa Rosalia B.C.S., (México) .

- Distrito de Poroy - Cusco, Región Cusco (Perú).

- Distrito de Caspisapa - Picota, Región San Martín (Perú).

- Parroquia Santa Bárbara - Santa Laura Montoya, (Riochico), Manabí, (Ecuador). Se la celebra el 18 de octubre de cada año por el encuentro de su medallón en fechas cercanas.

- También se la venera en el cementerio de Serradilla donde los vecinos son muy devotos, pidiéndola por las lluvias.

- Patrona de Santa Bárbara del Zulia (Venezuela).

- Patrona del distrito de las minas provincia de Herrera (Panamá).

- Poveda (provincia de Ávila)

 

 

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Santos protectores y sanadores: santa Bárbara

 

 

 

 

 

                                                                     

Santa Bárbara, patrona de los mineros

 

 

Si patronazgo sobre los mineros se basa en el rayo que fulminó a su padre nada más degollarla, que vino acompañado de truenos y centellas, lo que se asociaría al trabajo de los mineros en las profundidades de las minas y al uso de explosivos.

 

Santa Bárbara bendita, como himno-canción de los mineros, canción conocida también como En el pozo María Luisa, se ha convertido en una seña de identidad emblemática para los mineros asturianos y leoneses y, por extensión, para toda la clase trabajadora. Lo que en una primera fase se refería a la muerte por accidente de 17 mineros en dicho Pozo, situado en Langreo (Asturias) en el año 1949, a causa de una explosión de grisú, se ha reconvertido con el paso del tiempo en un himno-canción reivindicativo de lucha por lograr unas mejores condiciones de trabajo. El carbón de hulla se extrae en Asturias y León al menos desde el siglo XVIII, convirtiéndose en pilar fundamental de la economía de la zona hasta bien entrado el siglo XX.

 

La letra alude al minero quien, con su camisa ensangrentada por la sangre de un compañero, relata a la que se supone su mujer (Maruxina) el fallecimiento de varios compañeros. La letra no acusa directamente a nadie ni se señalan culpables por la tragedia, pero con el tiempo se ha ido considerando reivindicativa desde la revolución del año 34, pasando por la Guerra Civil y finalmente por la huelga de los mineros asturianos en la primavera de 1962 y en julio de 1963, en pleno franquismo, huelgas que fueron duramente reprimidas. Dichas huelgas despertaron una corriente de solidaridad entre los intelectuales, cuyo primer firmante del manifiesto no fue otro sino don Ramón Menéndez Pidal, al que se sumaron artistas plásticos, poetas, literatos, cineastas, etc.

 

De la canción existen más o menos variantes que añaden o quitan determinadas frases. Copio una de las versiones más conocidas:


                                             
 Santa Bárbara bendita,
                                              trailará lará, trailará,
                                              patrona de los mineros.
                                              Mira, mira Maruxina, mira,
                                              mira cómo vengo yo.
                                              En el pozo María Luisa
                                              trailará lará, trailará
                                              murieron cuatro mineros.
                                              Mira, mira Maruxina, mira,
                                              mira cómo vengo yo.
                                              Traigo la camisa roja
                                              trailará lará, trailará
                                              de sangre de un compañero.
                                              Mira, mira Maruxina, mira,
                                              mira cómo vengo yo.
                                              Traigo la cabeza rota,
                                              trailará lará, trailará
                                              que me la rompió un barreno.
                                              Mira, mira Maruxina, mira,
                                              mira cómo vengo yo.

 

La letra fue incorporando o sustituyendo versos adicionales que, en un principio, no formaban parte de la canción. Un ejemplo de añadido es el siguiente:

 

                                            Me cago en los capataces,

                                            accionistas y esquiroles... Mira, mira Maruxina...

 

Sobre el origen de la canción hay quienes piensan que procede de una canción de 'borrachera' muy conocida en Galicia y que contiene el mismo estribillo: Mira, mira Maruxina. Sea como fuere, lo importante es la aceptación de la misma como canción emblemática y de culto de las aspiraciones reivindicativas y solidarias de la clase obrera e incorporada al repertorio de cantautores como Elisa Serna, Julia León, Chicho Sánchez Ferlosio y otros muchos artistas y formaciones que la han versionado.

 

                                             Éche un andar miudiño,
                                             miudiño, miudiño,
                                             miudiño, miudiño, 
                                             o que eu traio.

                                            Que eu traio unha borracheira

                                            de viño, que auga non bebo.
                                            Mira, mira Maruxiña;
                                            mira, mira, como eu veño.

                                            
Éche un andar miudiño…

Santa Bárbara, como patrona de los mineros, artilleros, bomberos, electricistas, etc. no es exclusiva de la península o de América latina, como se recoge en estas ilustraciones polaca y francesa, respectivamente:

 

 

 

Pero regresemos a santa Bárbara a través de esta imagen donde auxilia a un minero herido, según el oleo de August von Heyden (1827-1897), conservado en la iglesia católica de Dudweiler en Alemania.

 

 

 

  

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Santa Bárbara, patrona de los artilleros

 

 

 

                                                                                                                                                                            

 

 

La relación de santa Bárbara con la artillería viene dada por la analogía del ruido del cañón con el rayo y posterior trueno con el que Dios castigó a Dióscoro y por el temor de que un rayo pudiera afectar a los polvorines de armas y municiones, llamados en armadas y ejércitos con el nombre de 'Santa Bárbara'.

 

Según se recoge en los estatutos de la Asociación Religiosa de Señoras Santa Bárbara de los Artilleros, de 1894, estas cofradías o congregaciones ya eran conocidas desde la primera mitad del siglo XVI, 'para arbitrar recursos con que socorrer a los artilleros enfermos y a sus familias, pagar su entierro, celebrar sufragios por sus almas y atender al cuidado de los huérfanos'.

 

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Conjuraderos para alejar las tormentas

 

 

'Esconjuradero' de Guaso (Huesca)

El conjuradero se refiere, por lo general, a una construcción popular de planta cuadrada abierta a los cuatro lados por arcos de medio punto y cubierta por una bóveda de aspecto piramidal y rematada por una cruz de hierro. Estas construcciones, de las que desgraciadamente ya quedan muy pocas, tenían una función eminentemente práctica relacionada con las creencias populares, cuyo fin era neutralizar los efectos desastrosos de los temporales mediante el recurso a los exorcismos eclesiásticos.

   

 

Balcón conjuradero de Poza de la Sal (Burgos)

 Estas construcciones eran el escenario donde se invocaba o se conjuraba para ahuyentar las tormentas u otro tipo de males. Estas construcciones no son los únicos lugares para desarrollar los conjuros, pues también podían utilizarse para tales fines los pórticos de las iglesias o pequeñas capillas, bien exentas o apoyadas sobre arcos o torrecillas donde sobresalía un balcón conjuradero presidido generalmente por una imagen de la santa.

 

Las causas naturales de las tormentas se entremezclaban en el imaginario popular con causas de carácter sobrenatural como fruto de la cólera de dios ante los pecados humanos o fruto del poder maléfico del diablo o de brujas.

 

 

 

 

 

 

 

Una vez agotadas las vías ordinarias para atajar las tormentas (repicar las campanas, etc.) entraba en juego el sacerdote exorcista mediante conjuros excepcionales al considerar que las tormentas no procedían de causas naturales, sino de demonios o de fuerzas extraterrenas. A pesar de que estas prácticas implicaban un riesgo de desviación litúrgica, la Iglesia lo aceptaba como prácticas excepcionales. Aunque la Iglesia, a partir del concilio de Trento, trató de frenar estas prácticas, dejó vía libre para que cada diócesis, según su criterio, las siguiese practicando para no interferir en los usos y costumbres ya establecido  

 

                                                                                                                                                                                           

                                                                                                       

                                              

Restos del conjuradero de Cozuelos de Ojeda (Palencia)

 

 

Si nos remontamos nada menos que al siglo XVI, encontramos en un libro singular con el título de Supersticiones y Hechicerías, obra del franciscano Fray Martín de Castañega, editado en Logroño en 1529 a instancias del obispo de Calahorra que pretendía la reprobación de las supersticiones tan extendidas en su diócesis. Este libro quedó en el olvido al aparecer un año más tarde un manual de similares características cuyo autor es Pedro Ciruelo, reeditado en numerosísimas ediciones. Pues bien, en el 'olvidado' libro (no ha habido reedición hasta el siglo XX, en 1946 por la Sociedad de Bibliófilos Españoles), de Castañega, se dice sobre los conjuradores:

 

                                                                                                                       

 

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 Santa Bárbara y el teatro

 


                                                                                                                                                                 
                                                                                          

La leyenda de santa Bárbara también ha sido fuente de inspiración para el teatro. En la colección conocida como Códice de Autos Viejos, compuesto por 96 piezas (95 religiosas y una profana), manuscrito conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid (Ms. 14.711), obras datadas entre el 1550 y 1575. Una de ellas es el Auto del martyrio de Sancta Barbara, de autor anónimo y de un solo acto. Conocemos también la Farsa de Santa Bárbara, de Diego Sánchez de Badajoz. Estas primeras obras del último cuarto del siglo XVI estaban destinadas sobre todo a representarse en la festividad del Corpus y aún no habían alcanzado los recursos dramáticos suficientes para ser representadas en los corrales de comedias y gozar de la estima y el favor del público.

 

Los grandes dramaturgos del Siglo de Oro supieron aprovechar dramáticamente las leyendas hagiográficas para trasladarlas a sus comedias. En el caso que nos ocupa, la obra más conocida es la atribuida a Guillén de Castro con el título El prodigio de los montes y mártir del cielo.

En otras comedias del Siglo de Oro, aunque no especialmente dedicadas a santa Bárbara, sí se la menciona como protectora ante los truenos. Tirso de Molina (1579-1648), en su comedia Santo y sastre hace exclamar a Pendón, que hace de personaje gracioso:

                                               
¡San Antón en los santelmos,
                                               San Cristobal en los rayos,
                                               Santa Bárbara en los truenos,
                                               te rogamus, audi nos!

Esta curiosa cita parece designar a cada uno de los santos mencionados una especialidad, lo que abre otras perspectivas de interpretación, si bien puede deberse a un simple recurso retórico para dotar de agilidad al diálogo.

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Santa Bárbara y la santería


Por sincretismo religioso se entiende un variado conjunto de creencias que interrelacionan rasgos culturales de origen diferente. En el caso de la santería, desarrollada principalmente en Cuba, se mezclan o fusionan elementos propiamente católicos con creencias de la cultura tradicional yoruba. El pueblo yoruba procede del oeste africano, principalmente asentado en la actual Nigeria y disperso en comunidades por países limítrofes donde comparten un complejo entramado de creencias y mitos de carácter religioso.

Desde que los ingleses desplazaron a los portugueses en la costa nigeriana en 1533, Gran Bretaña monopolizó el tráfico de esclavos hacia América. La trata y el comercio de negros a América fue secundada y practicada con más o menos intensidad por el resto de los países europeos que tenían intereses en la colonización americana. Los primeros esclavos negros llegaron a América a finales del siglo XV y su número fue aumentando hasta bien entrado el siglo XIX. Gran parte de la población yoruba fueron esclavizada por los europeos, a partir más o menos de mediados del siglo XIX, y embarcados rumbo a América.

 

El cristianismo que llevaron los españoles a América se mezcló con los ritos y creencias indígenas y, posteriormente, con aquellos traídos por los esclavos negros procedentes de África dando lugar a la identificación de los santos católicos con divinidades de distinto origen.

 

 

La equivalencia de los santos del catolicismo con los dioses yorubas es una muestra clara de sincretismo religioso. Santa Barbara se identifica con Changó, divinidad orisha yoruba, gobernador de los relámpagos, el fuego, los truenos y la danza. Changó es además un guerrero de fuerte temperamento y personificación de la virilidad y amante de todo tipo de placeres.

Tal es el sincretismo de Changó con santa Bárbara, que ha pasado a formar parte de una muy conocida canción popular, en ritmo de guaracha, como la interpretada por el que fuera famoso dúo cubano Celina y Reutilio en 1949, y que puede escucharse bien en canciones o a través del siguiente enlace:

 

                                     https://www.youtube.com/watch?v=K0_0frqtOok


                                   
 Santa Bárbara bendita
                                    para ti surge mi lira 
                                    y con emoción se inspira 
                                    ante te tu imagen bonita 

                                    ¡Que viva Changó! ¡Que viva Changó!

                                    ¡Que viva Changó, señores!

                                    Con voluntad infinita 

                                    arranco del corazón 
                                    la melodiosa expresión 
                                    pidiendo que desde el cielo 
                                    nos envíes tu consuelo 
                                    y tu santa bendición 

                                    ¡Que viva Changó! ¡Que viva Changó!

                                    ¡Que viva Changó, señores!

                                     Virgen venerada y pura,

                                     santa Bárbara bendita,
                                     nuestra oración favorita 
                                     llevamos hasta tu altura 

                                 
          ¡Que viva Changó! ¡Que viva Changó!
                                    ¡Que viva Changó, señores!

                                     Con alegría y ternura 

                                     quiero llevar mi trovada 
                                     allá, en tu mansión sagrada,
                                     donde lo bueno ilumina 
                                     junto a tu copa divina 
                                     y tu santísima espada.

                                    ¡Que viva Changó! ¡Que viva Changó!

                                    ¡Que viva Changó, señores!

                                    En nombre de mi nación,

                                    santa Bárbara, te pido 
                                    que riegues con tu fluido 
                                    tu sagrada bendición 

                                    ¡Que viva Changó! ¡Que viva Changó!

                                    ¡Que viva Changó, señores!

                                    Yo también, de corazón,

                                    te daré mi murmurío 
                                    con orgullo y poderío;
                                    haré que tu nombre suba 
                                    y en el nombre de mi Cuba 
                                    este saludo te envío 

                                    ¡Que viva Changó! ¡Que viva Changó!

                                    ¡Que viva Changó, señores!
 

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Santa Bárbara y san Estanislao de Kostka

Para terminar esta ya larga serie sobre santa Bárbara no quisiera dejar de comentar la milagrosa intervención de la santa en la vida de uno de los patronos de Polonia.

 

Estanislao de Kostka (1550-1568), fue el segundo de los seis hermanos. En 1564, con apenas 14 años, ingresó con Pablo, su hermano mayor, en el internado contiguo al Colegio Imperial de Viena. Al año de su internamiento tuvieron que alojarse en unas habitaciones alquiladas en un palacio propiedad del luterano senador Kimberker. En esta nueva residencia fue maltratado por su hermano y por otros compañeros. Al caer gravemente enfermo el senador luterano no permitió que un sacerdote católico le administrase el viático.

 

 

 

 

 

 

 

 

 Estanislao recurrió entonces a santa Bárbara (patrona, recordemos, de la buena muerte) de quien se cuenta que visitó al enfermo acompañada de dos ángeles y le administró ella misma el viático. Una vez recuperado decidió huir vestido de peregrino hacia Augsburgo con el fin de integrarse como jesuita ejerciendo labores de criado y de limpieza. Enviado posteriormente a Roma fue admitido en el noviciado próximo a la iglesia de San Andrés de Quirinal.

 

Con apenas 18 años y una vez hecho los votos para integrarse plenamente en la orden jesuita, encontró la muerte. Fue canonizado por Benedicto XIII el último día del año 1726. El santoral lo conmemora el día 13 de noviembre.

 

 

 

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Ahora, me voy a detener exclusivamente a comentar algunos aspectos de la iconografía de la santa que me parece que se apartan un tanto de las habituales imágenes sueltas a las que estamos acostumbrados. He de confesar que la belleza de estas imágenes me han sugerido que merecían por sí solas un atento paseo, tanto por su composición como por el simbolismo que emanan.

 

La imagen de santa Bárbara que ilustra esta entrada forma parte de un hermosísimo tríptico conservado en el Museo del Prado de Madrid al que le falta la tabla central. En las dos tablas laterales que se conservan puede apreciarse la minuciosidad de los detalles junto a la perspectiva del paisaje y el marco doméstico para situar las escenas sacras.

 

 

 

  


                                                                                                                                                         

 

 

 

La tabla donde se representa a la santa se enmarca en un ambiente confortable mientras lee atentamente al lado de una chimenea. A su vez, está rodeada de objetos cotidianos que encierran o sugieren significados simbólicos, cuya interpretación es siempre subjetiva y abierta a interpretaciones erróneas: la toalla que cuelga y la jarra del agua, como símbolo de castidad y limpieza; el fuego de la chimenea, como símbolo de la purificación; la azucena azul en el jarrón puede asociarse con la pureza y la esperanza en la resurrección; el paño en la mano que sostiene el libro sugeriría la humildad... Pero la asociación de esta escena con la figura de Bárbara se deduce al contemplar desde la estancia interior, y a través de la ventana abierta, la construcción de la torre como parte del paisaje donde será encerrada y martirizada santa Bárbara, que sin ese determinante detalle hubiese sido más complicado identificarla.

 

 

 

 

 

 

 

Adjunto otro retablo donde se detallan escenas de la vida legendaria de la santa. De autor anónimo, aunque hay estudiosos que lo identifican con Aert van den Bossche, pintor activo en Bruselas entre 1470 y 1500.

 

 

 

Aert van den Bossche (ca. 1470-1500)

 

El retablo trata de reconstruir las principales escenas de la vida de la santa. En su parte izquierda puede observarse lo que parece el bautismo de la santa y su conversión al cristianismo.

 

 

 


En su parte derecha se ve a un enfurecido Dióscoro blandiendo su espada y a Bárbara escondida en un peñasco tras haber huido de la torre donde la encerró su padre. En el lateral derecho parece apreciarse la entrega de Bárbara al juez para ser juzgada, siendo finalmente torturada y degollada por su padre.

 

 

 

 

¡

Otro cuadro que recoge en escenas la vida de la santa es el conservado en la iglesia de san Isidoro de Oviedo, obra atribuida a Diego Valentín Díaz (1586-1660), pintor barroco de formación manierista.

 

Santa Bárbara aparece en el cuadro bajo un dosel cubierto de ángeles y rodeada por ocho pinturas con las escenas más significativas de su vida e incorporando motivos arquitectónicos y escultóricos para dotar de una mayor teatralidad al lienzo.

 

 

 

 

 

Un ejemplo del gótico valenciano es este bello tríptico de Puertomingalvo, en la comarca de Gúdar-Javalambre, (Teruel), fechado alrededor en la primera mitad del siglo XV, época de una creciente y pujante vitalidad política, cultural y económica en aquellos años, y cómo no, también en el campo de su producción pictórica.

 

El tríptico se atribuye a Gonçal Peris Sarrià, entre 1380 y 1451 conservado actualmente en el Museu Nacional d'Art de Catalunya. La devoción a santa Bárbara adquirió un enorme auge durante todo el siglo XV, como atestiguan las numerosas cofradías, ermitas y altares en el antiguo reino de Aragón.

 

 

 

 

 

 

 

Debajo del calvario, que aparece en la parte superior de la tabla central, aparece de pie la figura de la santa sosteniendo en su mano derecha la consabida torre y en su mano izquierda la palma del martirio. Las dos calles laterales desarrollan escenas propias de la leyenda. En la primera escena vemos a la santa recibiendo el bautismo por el sacerdote Valentín, enviado por Orígenes según la leyenda, con las manos juntas y desnuda de cintura para arriba y en presencia de dos eremitas. La siguiente escena de la misma tabla recoge la construcción de la torre donde Bárbara parece exigir el que abran tres ventanas para reverenciar a la Santísima Trinidad.

 

 

 

 

 

 

La siguiente escena recoge cómo Dióscoro amenaza con su espada a Bárbara y esta se oculta en el bosque. En el siguiente compartimento, Dióscoro a caballo en persecución de su hija encuentra a un pastor que la delata, convirtiéndose tanto el pastor como sus ovejas en estatuas de mármol. En otras versiones de la leyenda las ovejas se convierten en langostas, como ya comenté en la primera entrada.

 

 

Las siguientes escenas ejemplifican su presencia ante el juez que ordena su suplicio; el episodio donde le arrancan los pechos y por fin la degollación de la santa a manos de su propio padre, quien muere inmediatamente fulminado por un rayo, justificando el protectorado de la santa contra rayos y centellas.

 

 

 

 

  

 

                                                                                                                                                                                 

 

                                                                                               

Las predelas que cierran el retablo recogen, de izquierda a derecha, las siguientes figuras sedentes: Santa Úrsula, santa Lucía con los ojos en el plato y la Virgen Dolorosa. A continuación aparece san Juan Evangelista, santa Margarita y santa Catalina, junto a su famosa rueda de martirio.

 

 

 

 

 

 

 

Para acabar este breve repaso por la iconografía de la santa no quiero dejar de mencionar otro hermoso retablo, conservado en el palacio condal de Cocentaina en Alicante, donde se ejemplifican también los episodios más significativos de la leyenda y que cuenta, además, como curiosidad, la representación a los pies de la santa titular de dos figuras de monarcas

 

 

 

 

 

Nos vamos a detenerme fundamentalmente en las invocaciones a los patronazgos más comunes de la santa y a las oraciones para pedir su protección. Desde siempre se ha vinculado a santa Bárbara como protectora ante los rayos y centellas, recordando alegóricamente cómo su padre fue calcinado por uno de ellos tras degollarla con su espada. Pero esta protección ante los rayos y los estragos de las tormentas conectaba muy bien con el campesinado, muy preocupado por sus actividades agrícolas o ganaderas y que trataban de neutralizar los efectos desastrosos de las tormentas y temporales mediante invocaciones a la santa junto a determinadas prácticas. Una tormenta repentina podía arruinar la cosecha de un año. Por eso, era una de las principales amenazas contra la economía rural. Todos los campanarios solían contar con una campana dedicada a Santa Bárbara, abogada contra las tormentas, que se hacía sonar cuando estas se aproximaban. La pérdida de uno o más animales, o la cosecha de todo un año, significaba una terrible desgracia en la economía de las familias en tiempos donde no existía ningún tipo de seguro agrario.

 

La variedad de prácticas para protegerse de las tormentas son numerosas: desde el repicar las campanas para ahuyentar a las nubes mediante su estruendo y agitaciones en el aire o lanzando tiros de artillería contra los nublados, en la creencia de que calentaban el aire y transformaban el granizo en lluvia benéfica, práctica basada en la suposición de que disipaba y dispersaba las tormentas. También se encendían velas bendecidas el Jueves Santo, se quemaba laurel o romero o se exponían en forma de cruz los palos de limpiar el horno; se arrojaban piedras o puñados de sal contra las nubes o se colocaban las hoces con el filo hacia el cielo, entre otras muchas prácticas. Si todo esto fallaba siempre quedaba la intervención del sacerdote conjurador, admitido más o menos de forma subrepticia por las autoridades eclesiásticas como remedio último.

El culto a santa Bárbara como protectora de las tormentas se solapa con el dedicado a san Bartolomé, auxiliar también en alumbramientos y en partos dificultosos, pero centrémonos en santa Bárbara.

                                                                                                                                                                

 

 

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Breve repertorio de invocaciones populares


                                                     Detente, detente,
                                        no mates a la gente.

                                        Detente nublao,
                                        que vienes "mu" cargao.
                                        Detente nublao,
                                        no vengas derrotao.
                                        Detente nublao,

                                        si vienes enfadao.

                                        Detente, detente,
                                        no mates a la gente.
                                        Detente nublao,
                                        no mates a la gente,
                                        ni tampoco al ganao.

 

La más conocida es la siguiente:

 

                                                Santa Bárbara bendita,
                                       que en el cielo estás escrita,
                                       con papel y agua bendita,
                                       y en el ara de la Cruz.
                                       Pater Noster,
                                       Amén, Jesús.

 

O con variantes:

 

                                                   Santa Bárbara doncella,
                                       líbranos de la centella
                                       y del rayo mal parado.
                                       Jesucristo está clavado
                                       en el arco de la Cruz.
                                       Pater Noster,
                                       Amén, Jesús.

 

                                      Santa Bárbara bendita,

                                      que en el cielo estás escrita,

                                      con papel y agua bendita,

                                      guarda el pan y guarda el vino

                                      y a la gente del camino.
                                      Si eres agua, ven acá;
                                      si eres piedra, vete allá.

                                      Santa Bárbara doncella,
                                      que en el cielo fuiste estrella,
                                      líbranos de esta centella
                                      como libraste a Jonás
                                      del vientre de la ballena. (versión chilena)

 

Invocaciones a Sta Bárbara en Vascongadas

 

A la vez que se encendía la vela bendecida se invocaba a Santa Bárbara que es popularmente abogada contra las tormentas.

 

En Oiartzun (G) a principios del siglo XX, cuando se desencadenaba una tempestad, existía la costumbre de santiguarse a cada relámpago, rezando a Santa Bárbara la jaculatoria siguiente:

Santa Barbara! zure ber gara (¡Santa Bárbara! te necesitamos).

 Se rezaba también la letanía lauretana de la Santísima Virgen, añadiendo al fin tres veces la jaculatoria: Jaungoiko

Santua! Jaungoiko Fuertia! Jaungoiko Illezkorra! Gaitz guztietatik libra gaitzatzu, Jauna (¡Dios Santo! ¡Dios Fuerte! ¡Dios Inmortal! de todos los males líbranos, Señor).

 

En Abadiño (B) cuando se oían truenos se encendían velas bendecidas y se decía:

Santa Barbara, Santa Kruz, Jauna lagun zakiguz! (Santa Bárbara, Santa Cruz, ¡que Dios nos ayude!). También era costumbre santiguarse cada vez que relampagueaba o que caía un rayo.

En Nabarniz (B) cuando se encendía una vela o se quemaba laurel bendito se recitaba:

Santa Barbara, Santa Kruz Jaune balio zakiguz. Iñuzentien ogijje, Jaune miserikordijje.

(Santa Bárbara, Santa Cruz, / ayúdanos Señor. / El pan de los inocentes, / misericordia, Señor).

 

En Elorrio (B) en el segundo decenio del siglo XX se utilizaba una fórmula muy parecida:

Santa Barbara, Santa Kruz Jauna erruki zakiguz; Iñuzentien ogija Jauna miserikordija.

En Bedarona (B):

Santa Barbara, Santa Kruz Jauna lagundu zakiguz.

 

En Zerain (G):

Santa Barbara, Santa Kutz (Krutz) Jauna baditu iru kutz, Nekazarien ogie Jaunaren miserikordie

(Santa Bárbara, Santa Cruz / Señor tiene tres cruces, / pan de los labradores / misericordia del Señor).

 

En Aintzioa y Orondritz (N) se hacía un rezo más completo

Santa Bárbara bendita

que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita,

líbranos de las centellas y del rayo malhechor. Santa Bárbara bendita, Santa Bárbara doncella, guárdanos de la centella y del rayo malhechor, que en el árbol de la cruz está clavado Jesús.

De la cruz a la virtud, Pater noster amén Jesús.

En Artajona (N):

Santa Bárbara bendita,

que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.

Jesucristo está enclavado en el árbol de la cruz.

Pater noster, amén Jesús, Jesús, Jesús Jesús, María y José, Joaquín y Ana

en vida y en muerte amparad mi alma.

 

En Durango (B) se decía:

Santa Bárbara bendita

que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.

 

En Moreda (A) se recitaba constantemente:

Santa Bárbara bendita madre de los artilleros amparadme y guiadme de relámpagos y truenos.

 

También esta otra:

San Bartolomé se levantó, de pies y manos se lavó, a Jesucristo encontró.

Dónde vas Bartolomé.

Yo con vos iré.

Bartolomé vete a tu casa, de tu casa al mesón

y allá te darán un don.

En la casa que fueras tres veces no caerá centella ni rayo

ni morirá mujer de parto ni criatura de espanto

ni labrador en el campo.

 

En Viana (N) se encomiendan a Santa Bárbara y en Obanos (N) a Santa Bárbara y a San Bartolomé.

 

En Lezaun (N) recitaban: "Santa Bárbara, líbranos de muertes repentinas, de rayos y centellas".

 

En San Martín de Unx y en Sangüesa (N) había también oraciones específicas para estas ocasiones como el Trisagio (oración a la Santísima Trinidad) y la dedicada a Santa Bárbara.

 

En Goizueta (N) cuando llega la tormenta se enciende la vela bendita y se reza hasta que pase: "Santa Bárbara, Santa Elena, Santa María Magdalena ora pro nobis. Amén". También se reza el Trisagio o el Padre Nuestro.

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                                      




 

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Novenas, gozos e indulgencias

 

                                                                                                                                                                                           

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                             



 

Hans Baldun Grien - (ca. 1484-1545)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De la imprenta madrileña de José María Marés este otro pliego que narra cómo un ángel, vestido de peregrino, dicta una oración que debe colocarse en el campanario, a modo de talismán, para protegerse de los rayos y centellas que en su día asolaron el convento produciendo numerosas víctimas entre los religiosos. El convento de Nuestra Señora de la Peña de Crinta, creo que es corrupción de Sintra (Portugal), donde sabemos que radicó el convento de Nuestra Señora de la Peña de la orden jerónima en el siglo XVI y sobre el que se construyó posteriormente el Palacio da Pena en el siglo XIX como residencia veraniega de la familia real portuguesa, aunque conservando partes del antiguo convento, como el claustro y otras antiguas dependencias.

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

Otro pliego, que recoge también la misma oración que el anterior, incluye, además, la conocida relación que comienza con 'Bárbara divina y santa', recogida en numerosas ocasiones por tradición oral y seguramente deudora de estos o similares pliegos.

 

 

 

 

 

  

 

 

 

Añado otros impresos de santa Bárbara como abogada protectora contra rayos y centellas. En este caso, procedente de la imprenta cordobesa de don Luis de Ramos y Coria [s.a].

 

 

 

 

 

 

 

De la imprenta regentada por José María Marés en Madrid, este otro pliego, editado en 1856 y con una diferente xilografía, donde se nos narra versificada la vida de la santa.

 

 

 

 

 

 

 

Añado otro hermoso pliego que retoma el tema de la oración protectora del ángel vestido de peregrino para protegerse de piedras y centellas y donde se especifica, en este caso, que ha de colocarse en una piedra del campanario. El pliego recomienda también que llevando la imagen y rezando con fe ante ella se ganan 180 días de indulgencias.

 

 

 

 

 

 

Otro ejemplo, con el mismo asunto de la oración del ángel peregrino, es el reproducido con distinta xilografía: con la consabida torre y un barco al fondo en lo que parece un añadido incongruente.

  

 

 

 

Para finalizar esta segunda entrada reproduzco un curioso pliego donde se declara el milagro que obró santa Bárbara con un pastorcillo devoto de la santa. El pliego está editado en Sevilla [s.a.] por el editor y librero don José G. (Guillermo) Fernández.

 

 

 

 

 

 

 

Navarra Legarda Parroquia de la Asunción de Ntra Sra

 

 

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                      Andadura, atributos y patrocinios de una mujer legendaria: Santa Bárbara

En torno a la leyenda

·        1 Al final de este trabajo reproducimos una de las numerosas listas de patrocinios que tiene adjudicados (...)

1Al tratar de Santa Bárbara es obligado comenzar por presentar la dificultad que plantea el hablar de una santa de la que se ha escrito y representado mucho pero de cuya existencia hay muy pocas certidumbres. En este presente artículo nos proponemos repasar, aunque sea a grandes rasgos, el recorrido literario y erudito que el personaje legendario ha propiciado así como el trayecto gráfico que su hagiografía ha inspirado. Si bien es verdad que desde 1969 se decidió eliminarla del santoral junto con otros santos cuya existencia era también bastante dudosa, ello no ha impedido que su veneración y patronazgo sigan muy presentes no sólo en medios populares sino también en instituciones tan respetables y autorizadas como son las escuelas universitarias de ingenierías, museos y academias militares, corporaciones profesionales, etc., y ello en un sinfín de países tanto europeos como americanos1.

2Considero ilustrativo empezar con la mirada supuestamente « oficial » y actual de la Iglesia vertida en dos documentos divulgativos como son los publicados por la BAC (Biblioteca de Autores Cristianos) los cuales permitirán dos lecturas paralelas y dos aproximaciones complementarias del personaje legendario. La primera, del Año Cristiano publicado en 1959, nos dice que:

·        2 L. de Echevarría, et alii, Año Cristiano, t. 4, Madrid, BAC, 1959.

La leyenda, aunque históricamente insostenible, es sin embargo muy hermosa. Bárbara era una joven, puede asegurarse que oriental, de extraordinaria belleza, que rehusaba, sin embargo el matrimonio. Cristiana de corazón, recibe un día, por fin, el bautismo. Su padre, furioso, la encierra en una torre, en la que ella hace añadir una nueva ventana a las dos existentes, uniendo así dos misterios fundamentales del cristianismo: la Trinidad y la Cruz. Furioso su padre, la entrega a los jueces. Tras diversos tormentos es decapitada. Y Dióscoro, el tirano, carbonizado por un rayo2.

·        3 J. Sendín Blázquez, Santos de leyenda /Leyendas de santos, Madrid, BAC, 2000, p. 312-317. Los entre (...)

3En la segunda, titulada Santos de leyenda/Leyendas de santos3 y publicada al inicio del siglo xxi, nos sorprende la cantidad de datos añadidos e innecesarios así como la implicación personal del « hagiógrafo ». Extraemos algunos párrafos del extenso artículo:

El padre de Bárbara, Dióscoro, era pagano, noble y supersticioso. Precisamente estas creencias van a determinar la triste suerte de su hija y el grave sino de tan cruel padre. Bárbara era una muchacha extraordinariamente bella, tanto que para custodiarla el padre la encerraba en un castillo. ’El temor de que hubiese otro que la amase tanto como él, le hizo tomar la ridicula resolución de hacerla invisible a los hombres’ [...]. Aprovechando las delicadas finezas de que era objeto por parte de su progenitor le pidió un día que, antes de salir de viaje, le permitiera construirse un baño para su recreo. Aceptada la propuesta y ausente el padre, ella misma dirigía las obras. Los albañiles, extrañados, aceptaban los requerimientos de Bárbara aunque les desconcertaba la forma de la obra. Sin embargo no podían contradecirle. En realidad lo que se construyó fue una habitación con tres ventanas ’que a falta de imágenes representaban el misterio de la Santísima Trinidad’ [...]. Bárbara comprendió el arrebato de furor a que había llegado su padre y se dio cuenta de que corría a tomar un sable para degollarla allí mismo. Aprovecha la ocasión de este descuido y la hija sale huyendo. ’Atraviesa el campo para buscar asilo donde ocultarse. Vuelto en sí, Dióscoro corre en su seguimiento, pero una roca se divide milagrosamente para franquearle el paso’ [...]. ’Habiéndole encontrado el bárbaro padre se arroja sobre ella como un lobo rabioso sobre la inocente oveja, la arrastra por los cabellos y, habiéndose convertido en furor toda su ternura, la trata con tanta crueldad que hubiera causado lástima aun a las bestias más feroces’ [...]. Todavía en un intento de salvarle la vida, ’la hizo despedazar a golpes que hicieron de todo su cuerpo una llaga; después poniendo sobre sus carnes un horroroso cilicio de cerdas, la hizo encerrar en un calabozo, donde cada instante sufría un horrible y doloroso suplicio’. En la cárcel fue consolada por el propio Cristo y hasta fue posible que la curara milagrosamente’ [...]. Aquella casta víctima fue llevada fuera de la ciudad a una pequeña colina, donde, apenas llegó, se puso de rodillas, levantó los ojos al cielo y habiendo hecho una breve oración [...] alargó el cuello a aquel padre inhumano, quien de un golpe de sable puso fin a una tan bella vida’ [...]. Un hombre piadoso llamado Valentín recogió el cadáver y comprobó que aún estaba viva. Pudo así recibir los últimos auxilios que su religión presta a los moribundos.

4La rápida exposición de estas dos versiones divulgativas y contemporáneas nos permite extraer consideraciones de distinta índole. Por un lado, resaltar la capacidad sintética de la primera, la cual resume la leyenda en apenas 10 líneas de las 110 que comporta el artículo, esto es, menos de un 10 % del total. A lo largo del mismo, el autor se mantendrá distante respecto del contenido maravilloso transmitido por la tradición insistiendo en la ahistoricidad de la leyenda con frases del tipo: « Nos es necesario reconocer que no sabemos nada de la Santa que pueda resistir una crítica histórica mínimamente exigente »; o esta otra: « aunque faltos de un apoyo críticamente histórico »; o la ya expresada en el fragmento trascrito: « La leyenda, aunque históricamente insostenible »; frases tales que prestan al autor un rigor intelectual propio del siglo xx. El resto del artículo lo dedicará a explicar la expansión, difusión y transmisión de la leyenda así como a enumerar los patrocinios (que limita a la protección contra la muerte repentina, sea natural o provocada por el rayo, de igual modo que protege contra las tempestades y en los combates) y los atributos (el torreón y la custodia).

5El segundo artículo, publicado en el año 2000, es bastante más prolijo en detalles innecesarios. De las 230 líneas del total, hasta 123, esto es, más de la mitad, se emplean para contar la leyenda intercalando fragmentos tomados de diversas fuentes. La implicación del enunciador se hace más patente en apreciaciones subjetivas que condicionan la interpretación del lector, como, por ejemplo, la ya citada « era una muchacha extraordinariamente bella, tanto que para custodiarla el padre la encerraba en un castillo » o esta otra: « Un abismo de iniquidad que no pudo ser aceptado por el cielo porque un rayo abrasó al monstruoso padre cuando regresaba a su casa ». Pero sobre todo los tres primeros párrafos que inauguran el artículo:

No resulta nada fácil recrear la vida de Santa Bárbara prescindiendo de la leyenda, entre otras razones porque la Santa dejaría de ser popular y se sentirían defraudados los cuantiosos colectivos que la han elegido por Patrona. A la niña Bárbara la invocan como suya arquitectos, albañiles, artilleros, estudiantes, carniceros, ingenieros, mineros, moribundos... y no sé cuantos más. A pesar de ser tantos, todos encuentran en la vida de la Santa un episodio de su vida que se relaciona con ellos. Y en el peor de los casos, aun cuando en la vida no lo tuviera, se lo han puesto después y eso les basta.

·        4 ¿Tiene algo que ver el que el primero sea de 1959, cuando la religión católica no tenía nada que te (...)

6Semejante y evidente declaración de intenciones supone aceptar como válido todo lo que exista en torno a la santa (incluso el que Valentín recoja el cadáver que ha sido decapitado y compruebe que aún estaba viva para recibir los últimos sacramentos), corroborada al final de la introducción con la frase lapidaria: « Mientras haya tormentas y rayos habrá devoción a Santa Bárbara »4.

7Estos dos casos, de la misma editorial y supuestamente con similares principios tanto ideológicos como hermenéuticos, serían un buen ejemplo de cómo pudo funcionar la elaboración de la leyenda en un tiempo remoto durante el cual el rigor histórico estaba subordinado al interés de divulgación así como a la adhesión crédula del magisterio incuestionable de la iglesia católica romana.

·        5 Para tener una idea de las numerosas versiones en griego y de las traducciones latinas de la passio(...)

·        6 Propycaeum ad Acta Sanctorum Decembris, Bruselas, 1940; Sollerius, Martyrologium Usuardi, p. 746-74 (...)

·        7 H. Delehaye, Cinq leçons sur la méthode hagiographique, Bruselas, Société des Bollandistes, 1934, p (...)

·        8 Mártir en el sentido de testigo, que testifica con su suplicio y su muerte. El mayor honor de un má (...)

·        9 Las fuentes citadas, tal y como aparecen, son: Synaxarium Ecclesiae Constantinopolitanae (Acta Sanc (...)

8Pero ¿es posible saber exactamente cómo surgió la leyenda y cómo se ha transmitido hasta nuestros días? y, sobre todo, ¿a qué se debe la increíble vitalidad de esta santa y la pervivencia de su advocación? A la primera de las preguntas hay que decir que una exposición filológica estricta implicaría un esfuerzo que está muy por encima de las posibilidades de este artículo además de la exigencia de un profundo conocimiento de las lenguas latinas y griegas para acceder directamente a los textos originales5. Someramente diremos que dichos textos han sido objeto de un estudio riguroso por parte de los bolandistas6 quienes han dejado siempre de manifiesto su recelo respecto de la autenticidad histórica del personaje, y con quienes, por otra parte, coincide el autor de nuestro primer texto. Si, como defiende Delahaye7, el lugar donde fue enterrado el mártir8 así como el día natalis (es decir, el día de la muerte terrenal y nacimiento a la vida eterna) son las dos coordenadas fundamentales para establecer la autenticidad del santo, la sospecha del carácter legendario de Santa Bárbara deja poco lugar a dudas al ser cuantiosas las discrepancias observadas en los autores que han tratado o contado su vida. Los bolandistas, siguiendo la tradición mayoritaria occidental, sitúan a Santa Bárbara el 4 de diciembre aunque insisten en la inmensa confusión de datos que hace difícil reducirla a una forma aceptable o verosímil. La discrepancia existente en cuanto al lugar que recibió el martirio, ya sea Nicomedia, Heliópolis, Tuscia, e incluso Roma, hacen aún más difícil su verosimilitud9. Por ejemplo el Martirologio de Usuardo (s. IX), que será « modelo » para Roma durante mucho tiempo, nos dice que:

·        10 Martirologio de Usuardo, Museo Diocesano de Girona, (M. D. núm. 273), edición facsímile, Moleiro, 1 (...)

In Tuscia, passio sanctae Barbarae virginis, sub Maximiano imperatore. Haec post diram carceris macerationem nervorum caesionem, ac lampadarum adustionem, mamilliarumque praecisionem, atque aliorum tormentorum crucitionem, ad extremum gladio data, martyrium consummavit10.

·        11 B. de Gaiffier, « La Légende de Sainte Barbe par Jean de Wackerzeele », Analecta Bollandiana, t. 77 (...)

·        12 B. de Gaiffier, op. cit., p. 15, n. 3: « La Passion BHL 913 est une version assez maladroite du gre (...)

9El artículo del también bolandista Baudouin de Gaiffier11 sobre la leyenda de Santa Bárbara establecida hacia 1495 por Jean de Wackerzeele (agustino asimismo llamado Jean de Louvain) nos parece el estudio más serio, fidedigno y accesible de los realizados hasta ahora sobre este personaje legendario. Según nos dice Gaiffier, « la recensión latine la plus répandue et en même temps la plus ancienne en Occident » es la que corresponde a la número 913 de la Bibliotheca Hagiographica Latina y abunda en nota que « Sauf erreur, le plus ancien manuscrit où figure la Passion de Ste. Barbe (BHL 913) est le codex Augiensis XXXII, de la première moitié du IX ». Pero también nos advierte de que esta versión es una traducción « bastante torpe » de otras versiones griegas12 tomando de aquí y de allá elementos según convenga, del mismo modo que lo hace el autor de nuestra segunda versión de la BAC.

10Remitiéndonos de nuevo a Gaiffier, resulta curioso que, antes de acometer su erudito estudio sobre la versión de Jean de Wackerzeele, afirme que « La légende de Ste. Barbe est trop connue pour que nous la résumions » (p. 6), es decir, no sólo expresa con esta escueta frase la difusión innegable de la leyenda sino que también evita implicarse haciendo su propio resumen, y nos remite en nota al Commentarius in Martyrologium romanun... de los Acta Sanctorum del Martirologio Romano publicado por los bolandistas en 1940 y que reza así:

·        13 Propycaeum ad Acta Sanctorum Decembris, Bruselas, 1940, Martyrolium romamim ad forman editioni typi (...)

Nicomediae passio sanctae Barbarae virginis et martyris, quae in persecutione Maximini, post diram carceris macerationem, lampadarum adustionem, mamillarum praecisionem atque alia tormenta, gladio martyrium consummavit13.

·        14 « Les passions grecques et syriaques et les premières Passions latines localisent le supplice et la (...)

11Como puede apreciarse las dos versiones-resúmenes, semejantes a lo que pudieron ser las actas notariales del martirio, son casi idénticas y, sin embargo, discrepan en lo que los bolandistas suponen es elemental: el lugar y momento del suplicio y enterramiento del mártir. En lo que se refiere a los elementos fabulísticos o legendarios, parece ser que el griego Simeón de Metafraste (siglo X) es el primero en introducir los detalles y secuencias maravillosas (tomados también de aquí y de allá y común a otros santos de la época) que serán adoptados y transmitidos en las sucesivas recopilaciones medievales. De modo que cuando Jean de Louvain, elabora su particular vita de la mártir en el siglo xv, puede disponer ya de muchos de los elementos y episodios narrativos que andan dispersos en la tradición escrita. Gaiffier, resalta lo que de específico tiene la versión del agustino Jean de Louvain, que, a grandes rasgos puede resumirse así: En tiempos de Alejandro Severo (222-235), siendo emperador Maximiano, en Heliópolis, en Egipto14, origen de los padres de Bárbara (Dióscoro y su madre de la raza de Jessé); una educación esmerada le infunde reflexiones sobre el valor de las creencias paganas; intercambio epistolar con Orígenes, sabio de Alejandría, quien le envía a un discípulo para que adoctrine a la joven; simulacro de enfermedad a fin de engañar al padre sobre la presencia del alejandrino. En la torre recibirá la visita de un ángel, del niño Jesús y de Juan el Bautista, quien la bautizará allí mismo. En lo que respecta al resto de la leyenda « Les événements qui suivent concordent avec les premiers témoins de la Légende » (p. 7). Es decir, gracias al sesudo análisis de Gaiffier, se pone de manifiesto el proceso de reescritura de una leyenda ya existente así como la presencia de añadidos narrativos en un momento dado; y ello gracias a la inventiva de un autor conocido que se pone a trabajar para llevar a cabo una obra encargada por un devoto de la santa.

·        15 A. Boureau, La légende dorée. Le systéme narratif de Jacques de Voragine. París, Les Éditions du CE (...)

12Pero lo más sorprendente es la gran difusión que en la baja Edad Media y, sobre todo, según señala Gaiffier, a partir del siglo xv, consigue la leyenda compuesta por el agustino belga; y ello no solamente en su versión manuscrita sino algo más tarde, con la invención de la imprenta, ya que esta versión latina será traducida y publicada en francés (tres ediciones al final del siglo xv), en alemán (otras tres) y en neerlandés (dos ediciones). Más aún: la obra de Jean de Louvain será introducida en dos ediciones incunables (una alemana y otra neerlandesa) de la Legenda Aurea de Jacobo de la Vorágine15 que, como es sabido, no incluía la historia de Santa Bárbara en su redacción primigenia. Habida cuenta del éxito editorial de la Legenda Aurea, utilizada sobre todo en los conventos y en las parroquias para adoctrinar al bajo clero y a los fieles mostrando la vida de los santos como ejemplos modélicos de vida, es fácil de entender de qué manera se pudo propagar en todo el Occidente el conocimiento y adhesión a esta santa. Y una vez en manos del fervor y de la imaginación popular, no sería más que una cuestión de tiempo el que la leyenda incorporara nuevos elementos narrativos, del mismo modo que lo hacen todos los productos de la tradición oral.

·        16 L. Pérez de Guzmán y San Juan, La devoción a Santa Bárbara en España, Madrid, Imprenta y Editorial (...)

·        17 Por ejemplo, en 1261, la repartición de la ciudad de Écija en cuatro colaciones o barrios, dándole (...)

13¿Qué sucede y cómo se propaga en España? Siguiendo este peregrinar de motivos es muy probable que en España se introdujera y divulgara la devoción a la santa, como lo sugiere Pérez de Guzmán16, gracias al circuito jacobino. Según este mismo autor, ya hay constancia fechada de esta devoción a la santa en territorio hispano el día 23 de noviembre de 1248, cuando el rey Fernando III, conquistada Sevilla, lo primero que hace para purificar la mezquita mayor es dedicar una de las capillas a Santa Bárbara. Cita igualmente otras fechas y acontecimientos históricos del mismo siglo que atestiguan la antigüedad de la devoción en España17. Lo más interesante es la información que proporcionan en torno a la reclamación del cuerpo de la santa que se lleva a cabo a principios del siglo xiv:

Verdadero tesón ponen los monarcas aragoneses en poseer el cuerpo de la Santa y no cesan de enviar embajadas tras embajadas o aprovechan las que iban para otros asuntos con el fin de conseguir la preciada reliquia de su cuerpo. Así vemos cómo Jaime II el Justiciero, solicita por medio de su embajador, en septiembre de 1322, del Sultán Abulfat Mahomet, hijo del rey Almanzor, el cuerpo de la Santa, entre otras reliquias.

·        18 L. Pérez de Guzmán, ibid., p. 189.

·        19 Según nos indica Pérez de Guzmán, ibid., p. 189, n. 2: « Todos los documentos relativos a estas emb (...)

14Continuarán su hijo Alfonso IV de Aragón, seguido de Pedro IV, el Ceremonioso, con esforzadas y poco exitosas embajadas para conseguir el mismo propósito, y tener que contentarse con la adquisición de « alguna reliquia, más o menos auténtica » y entre ellas « un trozo desvestido de Santa Bárbara de Babilonia »18. Incluso, más tarde, en 1403, Martín el Humano, hermano de Juan I volverá a intentar la adquisición del cuerpo de la santa, y « Fue tanto el interés que puso este monarca en la posesión de la preciada reliquia del cuerpo de la santa, que llegó a proponer a su embajador el robo del mismo »19.

·        20 El comandante encargado del museo militar de Cartagena nos informó que conocía a un coronel de arti (...)

15Pérez de Guzmán indica igualmente el nombre de los innumerables e incontables « lugares en los que, en ermitas e iglesias, se da o se daba culto a la santa situados en las rutas de los peregrinos, en las calzadas romanas, que muchas veces coincidían, o en sus proximidades ». Es seguro que si añadiéramos a estos lugares citados todos aquellos que se hallan dispersos por el resto de la geografía hispana, nos encontraríamos con una cifra abrumadora y siempre tendríamos la sospecha de no haber sido exhaustivos. Por la misma razón suponemos que un estudio minucioso de la presencia iconográfica en España nos haría descubrir una presencia aún más inaudita de imágenes de la santa en todos los soportes inimaginables20.

·        21 Al día de hoy nos ha sido imposible averiguar cuál fue la primera edición de la Legenda Aurea en Es (...)

·        22 Remitimos al excelente trabajo realizado por F. Cazal « Le silence éloquent d’une sainte: la Farce (...)

16¿Y qué sucede con las producciones textuales? ¿Cómo es posible que una devoción tan extendida en el suelo hispano con su materialización en ermitas e imágenes no vaya acompañada de otras tantas manifestaciones literarias? Si como afirma Pérez de Guzmán, ya a mediados del siglo xiii, en pleno avance de la Reconquista y casi coetánea a la primera edición de la Leyenda Áurea21, la devoción a Santa Bárbara tenía ya casi rango real, entonces ¿cabe suponer que no fuera necesario el conocimiento de esta obra en España? ¿Cómo se transmitió entonces y cuáles fueron las fuentes de la leyenda? Es preciso señalar que hasta ahora no conocemos ningún trabajo que haya abordado un estudio exhaustivo de esta materia y que sólo hemos encontrado el ensayo bibliográfico que lleva a cabo Pérez de Guzmán. En él se consigna un repertorio de 299 referencias, entre las que se encuentran hasta 121 gozos además de sermones, novenas, panegíricos, milagros, romances, coplas a lo divino, oraciones, oratorios y vidas, pertenecientes en su mayoría al siglo xvii y XIX. Cabe destacar la mención de algunos autos y comedias del siglo xvii como la atribuida a Guillén de Castro y Belvis, pero sin ningún criterio filológico o literario. Por el contrario, tiene olvidos importantes como son el Flos Sanctorum de Alonso de Villegas de 1583 y el del jesuita Rivadeneyra de 1616 o la Farsa de Santa Bárbara de Sánchez de Badajoz22. Es preciso recordar que tampoco los otros dos autores de la BAC citados al principio de este trabajo mencionan estas versiones más « españolas ». ¿A qué se debe esta omisión reiterada? Insistimos ¿por qué tampoco hay testimonios literarios anteriores a estos Flores Sanctorum? Sin duda, un estudio más profundo en el ámbito textual y literario, apoyándonos en la tradición oral, nos ayudaría a comprender y a encontrar ese eslabón perdido que enlazaría una tradición devota e iconográfica con la manifestación tardía de una fijación literaria.

·        23 En España, fray J. M. Macías lleva a cabo la edición en 1982 (reimp. 1987) de Alianza Editorial. El (...)

17Retomando este camino deslavazado y a trompicones de la leyenda de Santa Bárbara en España llegamos a la última edición española de la Leyenda Dorada23, buen ejemplo de las muchas variantes que han podido sumarse a lo largo de su andadura por los pergaminos y pliegos ayudados y retroalimentados por la transmisión oral como también por los artistas plásticos. La segmentación discursiva que ofrecemos a continuación, ajustada a esta versión y con algunas de sus frases textuales entrecomilladas, permite hacernos una idea cabal de las posibilidades ilimitadas de crecer según el buen entender de cada devoto transformado coyunturalmente en juglar hagiógrafo.

Segmentación Discursiva

·        24 Secuencia inspirada en las reflexiones de Isidoro de Sevilla en las Etimologías VIII, 11 referidas (...)

1. Situación inicial
1.1. Presentación de personajes
1.1.1. « Dióscoro, pagano de religión pero ilustre por la nobleza de su linaje y riquísimo en bienes de fortuna »;
1.1.2. su hija, « Bárbara, dotada de tan extraordinaria hermosura corporal »;
1.2. Conflicto y prohibición
1.2.1. « su padre movido por el intensísimo amor que a la hija profesaba, y para evitar que otro varón la viera »
1.2.2. « hizo construir una altísima torre y la encerró en ella »;
2. Rebeldía y Trasgresión
2.1. Reflexión sobre la vacuidad de los ídolos paganos24;
2.2. Solicita adoctrinamiento cristiano y escribe a Orígenes de Alejandría quien le envía a Valentín;
2.3. Bárbara simula estar enferma para justificar la presencia de Valentín;
2.4. Valentín bautiza a Bárbara después de catequizarla;
2.5. El padre ordena construir una piscina y se va de viaje;
2.6. Bárbara manda abrir una tercera ventana para significar a la Trinidad, primer dogma cristiano;
2.7. « Traza la señal de la cruz sobre uno de los sillares de mármol », principal símbolo cristiano;
3. Persecución
3.1. Cuando vuelve del viaje, el padre monta en cólera al encontrar las tres ventanas y aprender de su hija lo que ello significa;
3.2. Dispuesto a matar a su hija con la espada, « se escindió un peñasco, se apoderó de la joven que estaba orando y la trasladó a la cima de un monte, donde había dos pastores con sus ovejas » (primer prodigio)
3.3. Uno de los pastores delata a la fugitiva e inmediatamente se convierte en piedra y sus ovejas en saltamontes (2
o prodigio);
4. Castigo y Martirio
4.1. El padre la alcanza y « la azotó, la arrastró por los cabellos, la ató con cadenas y la encerró con llave »;
4.2. La denuncia al gobernador Marciano quien la hace llevar a su presencia;
4.3. Luego de intentar vanamente convencerla que adorara a los dioses falsos, decide torturarla;
4.4. Manda que « la desnudasen y la azotaran hasta dejar su cuerpo como una inmensa llaga de sangre »;
4.5. En el calabozo recibe la visita de Jesucristo quien la sana de sus heridas;
4.6. Al día siguiente la someten a nuevos tormentos: hierros candentes flagelan el cuerpo, cabeza machacada con un martillo, pechos cercenados con la punta de la espada y arrancados de cuajo;
4.7. La exhiben desnuda por las calles y la azotan a lo largo del recorrido;
4.8. Pero nadie puede verlo pues un ángel desciende del cielo y envuelve el cuerpo con un manto blanquísimo
4.9. El gobernador determina su condena a muerte.

5. Situación final. Muerte de Bárbara y de su padre
5.1. El padre solicita ser el verdugo de su hija: la lleva al monte y la decapita.
5.2. De regreso a su casa « cayó sobre él desde lo alto del cielo un fuego misterioso que lo abrasó y consumió [...] y no quedaron ni siquiera las cenizas de su cuerpo ».

·        25 S. Thompson, Motifi-Index of Folk-Literature: a classification of narrative elements in folktales, (...)

·        26 Según la opinión, comunicada por correspondencia, de mi buen amigo y tristemente desaparecido Julio (...)

·        27 Por otra parte, el desarrollo que la leyenda ha tenido en el ámbito oral tradicional será objeto de (...)

18Es decir que, si recordamos lo que se recoge estrictamente en las Actas, esto es, que Bárbara, virgen y mártir, sufre, bajo tal emperador romano, diferentes suplicios en la cárcel y finalmente es decapitada, todo lo demás es trabajo y producto de la invención de unos y otros. Como sucede en las producciones legendarias de la tradición oral, a partir de un núcleo invariante la imaginación popular, las necesidades apologéticas y el paso del tiempo hacen el resto. Por ello no es de extrañar que muchos de esos motivos y secuencias añadidas puedan hallarse consignadas en el Índice de motivos en la literatura folclórica de Aarne y Thompson25; tal es el caso, por ejemplo, del muro que se abre para dejar paso a la perseguida, o del pastor convertido en piedra y sus ovejas en saltamontes, o de la curación milagrosa de las heridas o también del castigo divino del parricida, entre otros muchos otros que podríamos encontrar26. Precisamente es esta riqueza de episodios renovados y aumentado sin cesar, la que permite no sólo inspirar a los artistas plásticos y aumentar el número de atributos, sino también multiplicar los patrocinios adjudicados a la santa que sobreviven con una vitalidad asombrosa. Tanto de unos como de otros trataremos a continuación27.

En torno a los atributos y patrocinios

·        28 Nuestra experiencia personal al respecto es ilustrativa: en Francia (ya sea en iglesias, antiguas a (...)

19Rastrear en la iconografía de Santa Bárbara puede resultar tan desesperante como es hacerlo con los documentos escritos: nunca podemos considerar acabada la labor de recopilación tan inmensa es la producción de figuras, pinturas y otras producciones artísticas y populares en torno a su persona y a su leyenda. Y si bien al inicio de la investigación el hallazgo fácil de imágenes supone una gran alegría, pasado un tiempo resulta cuando menos abrumadora la cantidad ingente de las mismas así como la sorpresa siempre renovada de los lugares insólitos en donde aparecen28.

·        29 R. de Nemitz, D. Thierse, St. Barbara. Weg einer Heiligen durch die Zeit, Verlag Glückauf GmbH, 199 (...)

20El libro Sta. Bárbara a través de los tiempos29, de reciente y cuidada edición, es un ejemplo vivo no sólo del interés que despierta hoy esta santa, sino de la riqueza y variedad de imágenes a ella dedicadas a través de los tiempos. 258 son las ilustraciones contenidas en el volumen de las cuales 22 se encuentran en territorio hispano; pero los autores insisten en que sólo representan una exigua selección de las que integran sus archivos. Ha sido este corpus el que nos ha permitido realizar un estudio cuantitativo en torno a los atributos y a la frecuencia con que estos aparecen en la imaginería de Santa Bárbara; el simbolismo y la recurrencia de algunos de ellos nos pueden ayudar a descifrar la significación y la función así como la pervivencia y la amplitud de su advocación, a sabiendas de que el número ni es exhaustivo ni puede darse nunca por acabado dada su vigencia y vitalidad.

Presencia y frecuencia de los atributos

 

·        30 Curiosamente, la imagen que aparece en el libro aludido es la correspondiente a Los siete Macabeos (...)

·        31 Por ejemplo, la imagen n° 229 (Figura de madera sin policromar, de 1981, de Marjan Colija, en Freym (...)

21Las imágenes contenidas en el volumen abarcan desde la supuesta primera representación (Sta. María la Antigua, en Roma del siglo V11130) hasta la actualidad y proceden de casi todos los países europeos; asimismo están elaboradas sobre los más diversos soportes materiales (frescos, manuscritos, vidrieras, iconos, tapices, figuras –en arenisca, alabastro, madera, platapinturas, relicarios, etc.). Presentan diferentes atributos que pueden ser comunes a otros santos, tales como la cruz (sobre todo en los iconos orientales), la corona, la espada o el cáliz, o específicos como la torre. También pueden ser considerados específicos los cañones y bombas, atributos introducidos por los artilleros a partir del siglo XVIII o las más modernas barrenas helicoidales o lámparas Davy en las imágenes realizadas por corporaciones o pueblos mineros31.

22Pero ¿cómo, por qué y desde cuándo se le asignan a Santa Bárbara estos atributos?

·        32 P. Saintyves, Les saints, successeurs des dieux (París, Émile Nourry, 1907). Según este autor, otro (...)

·        33 El 16 de diciembre era la fiesta del jardín de Osiris. Esta fiesta de carácter agrícola y solar sim (...)

·        34 H. Delehaye, Les légendes hagiographiques, Bruselas, Société des Bollandistes, 1955, reimp. 1973: « (...)

·        35 H. Delehaye, « Les origines du culte des martyrs », Subsidia Hagiográphica, 1933, 20: « D’autre par (...)

23Es sabido que a partir del siglo III comienza ya a desarrollarse en las catacumbas el culto a los mártires, derivado a su vez del atávico ritual funerario dedicado a la memoria de los muertos. Una vez que la Iglesia cristiana deja de ser clandestina y adquiere carácter de religión oficial, los mosaicos y pinturas murales con imágenes de santos proliferarán en las nuevas basílicas. La veneración de los santos será un elemento consubstancial a la cultura cristiana, sobre todo, en lo que concierne a la religiosidad popular de modo que la Iglesia jamás podrá erradicar de los sectores más populares la supervivencia de ese substrato idolátrico y supersticioso que hunde sus raíces en una ancestral religión animista y naturalista. Las clases populares elaborarán un sincretismo religioso manteniendo la costumbre atávica de venerar a sus antiguos y cercanos penates a los que irán adaptando conforme a las exigencias y necesidades de la nueva religión. Muchos estudiosos ofrecen la teoría de que los santos cristianos no hacen sino reemplazar a los antiguos dioses consagrados por el paganismo clásico; Saintyves32, por ejemplo, defiende la tesis de que la leyenda de Santa Bárbara está relacionada con la leyenda de Danaé y con la de Aseneth y José, y ésta, a su vez, con la de Osiris y Serapis33. La conversión de las ovejas en saltamontes o escarabajos, sería una reminiscencia del origen egipcio, al igual que la coincidencia de la festividad de la santa cristiana y el dios egipcio (mediados de diciembre). Delehaye, quien combate esta teoría a la que considera una excesiva simplificación de algo mucho más complejo, acepta, no obstante, el recuerdo de la leyenda de Danaé34 y de Andrómeda35 en algunos de los elementos narrativos de la leyenda de Santa Bárbara.

·        36 Algunos siglos después, en 1563, la sesión xxv del Concilio de Trento será dedicada a las imágenes (...)

·        37 Ver J. Ferrando Roig, Iconografía de los Santos, Barcelona, Ediciones Omega, 1950, p. 40.

24Más tarde, entre los siglos VII-IX, cuando se produzca la lucha iconoclasta que dividirá profundamente a la Iglesia, se frenará de modo considerable, aunque no se conseguirá impedir del todo, la continuidad de la representación plástica de imágenes, primero de apóstoles y mártires y luego de los « confesores » y obispos36. Las caracterizaciones de cada santo no se harán extensivas hasta principios del siglo xii, aunque puede decirse que ya en la segunda mitad estarán más o menos fijadas. Será, pues, durante el período gótico cuando los artistas desearán individuar a los santos buscando en sus leyendas la escena o el elemento que mejor los caracterizan, concretándolo en un atributo personal. Algunos objetos, en apariencia vulgares, podrán ser aprovechados por el artista para representar al santo; y si los más cercanos no le son útiles o bastantes por coincidir con otros santos, buscará otros hasta conseguir que la imagen esté suficientemente caracterizada. La Leyenda Áurea de Jacobo de la Vorágine aparece en el momento oportuno, aunque no casualmente, y, al alcanzar de inmediato una amplísima difusión, proporcionará la documentación y la fuente de inspiración más importante que el artista tardo medieval necesitará para la composición plástica de cada uno de los santos más relevantes, conocidos o populares37. Si a ello se añade el desarrollo del culto a las reliquias y a las imágenes (a las que se les otorga un gran poder taumatúrgico) que las peregrinaciones y las rivalidades de las incipientes pero ambiciosas ciudades medievales van a promover e impulsar, se podrá comprender la proliferación de los numerosos y supuestos hallazgos de nuevas reliquias de antiguos santos e incluso de muchos de los recién incorporados a los santorales locales; y, consecuentemente, la necesidad imperiosa de individuar y caracterizar a cada uno de los santos en una constante retroalimentación literaria e iconográfica de hagiógrafos y artistas. Es en este período cuando pensamos va a iniciarse la creación de los atributos del caso que nos ocupa, Santa Bárbara, aunque, como hemos dicho más arriba, será a partir del siglo XV cuando se desarrolle y se extienda su veneración.

25Veamos cómo se presentan y qué significado pueden tener dichos atributos, de qué modo contribuyen a nutrir una devoción que alcanza cada vez a un mayor número de patrocinados, y cómo han ido renovándose y actualizándose a lo largo del tiempo:

·        38 El nimbo rojo será para los mártires y el blanco será el propio de las vírgenes. Véase J. Ferrando (...)

26El nimbo y la corona, ambos son símbolos de lo sagrado, por su forma circular y por el lugar corporal que destacan, la cabeza, cima del cuerpo humano. Ambos igualmente están relacionados con el culto solar y de la luz y serán los primeros y más comunes de los atributos cristianos aunque eran ya utilizados por el arte pagano de Egipto y Roma para distinguir a los personajes principales. La iconografía cristiana retomará estos elementos, ya desde el siglo IV, para destacar a Cristo y a la Virgen, pero a partir del siglo VI también los utilizará para los ángeles y los santos38. En nuestro corpus, la presencia de uno y otra es similar (95 nimbos y 107 coronas de 240) pudiendo aparecer ambos en la misma imagen. Señalar, sin embargo, que las figuras aisladas (en sus distintos soportes y materiales) suelen presentar sólo la corona, aunque ello no quiera decir que no hayan tenido alguna vez la aureola pudiendo haber sido ésta metálica y haberse desenganchado o perdido.

27La cruz, que existía desde el siglo XV antes de Cristo, era uno de los cuatro símbolos más antiguos, junto con el centro, el círculo y el cuadrado. Tomado como signo principal del cristianismo, simboliza no sólo al Crucificado sino también al Salvador y al Verbo encarnado, esto es, a la segunda persona de la Trinidad. Es el primero y más común atributo de los cristianos y, al igual que el nombre, se mantiene en la actual tradición bizantina de los iconos, aunque en algunas representaciones de Santa Bárbara, en ciertas iglesias ortodoxas griegas actuales, aparece con palma e incluso con cáliz como hemos podido comprobar en nuestra reciente visita a Grecia.

·        39 Véase J. Chevalier, A. Gheerbrant, Dictionnaire des symboles, París, Laffont, 1982: « Pour les Egyp (...)

·        40 Muchas cosas que se vierten en este apartado del nombre de Bárbara fue publicado anteriormente en « (...)

·        41 J. E. Cirlot, Diccionario de símbolos, Editorial Labor, 1981, « La onomatopeya significó una aporta (...)

·        42 A. de Coston, Origines, étymologie et signification des noms propres et des armoiries, París, Aubry (...)

·        43 Ed. C. Rodríguez Alonso, Madrid, Ediciones Akal, 1989.

28El nombre39 es común a todos los santos y es el primero que permite identificar al personaje40; la tradición de nombrar explícitamente al santo perdura actualmente en la iconografía de la Iglesia Ortodoxa. Sin embargo, en Occidente, cuando comiencen a aparecer los atributos distintivos, se irá omitiendo progresivamente aunque no desaparezca del todo. En el caso del nombre de Bárbara es preciso insistir en la carga significante que conlleva el vocablo porque permitirá la creación y la acumulación de nuevos atributos y de nuevas advocaciones. Atestiguado en el indoeuropeo, el término está fundado en una onomatopeya41 referida a la mala pronunciación de una lengua y el mismo étimo podemos encontrarlo en otras muchas lenguas: así, en sánscrito, « barbara » o « varvara » podría traducirse por « farfullador » (balbucir, tartajear, tartamudear...), o en persa « barbar »: charlotear; « bâr-bâr »: gritos, rumor), o en armenio ( « barbâr »: murmurar; « barbarat »: murmuración)42. También en francés o en español actuales tenemos palabras que remiten al mismo origen y a un significado similar: « bredouilleur », « babillard », « bavard » (y sus derivados), « barbullar », « balbucir », « barbarizar », « bla-bla », etc. Por extensión, el término se le aplicó a los extranjeros que no sabían hablar la lengua griega, de modo que ’bárbaros’ se encuentra ya en Homero (La Ilíada, 2, 867) con este sentido: « Nartes, a su vez, iba al frente de los carios de bárbara lengua que poseían Mileto y el monte Ptiro... »43. Esta misma acepción la encontramos en el Nuevo Testamento:

Los bárbaros nos mostraron singular humanidad; encendieron fuego y nos invitaron a todos a acercarnos a él, pues llovía y hacía frío (Hechos de los Apóstoles, 28, 2),
Pero si no conozco la significación de las voces, seré para el que me habla un bárbaro, y el que me habla será para mí un bárbaro (Corintos, 114,11).

·        44 Los « barbarismos », tan conocidos de los filólogos, recogen la doble acepción de extranjerismo y d (...)

29Más tarde, al considerarse los griegos44 los más civilizados de los hombres, todos aquellos que no compartían ni su lengua ni sus costumbres eran tildados de bárbaros; en consecuencia, « bárbaro » se convertiría pronto en sinónimo de grosero, cruel y violento. El Tesoro de la lengua castellana de Covarrubias condensa, en suma, las diferentes acepciones que, por analogía o por extensión, ha podido tener el término a lo largo de la historia y que conserva en la actualidad:

Este nombre fingieron los griegos de la grossera pronunciación de los estrangeros, que procurando hablar la lengua griega, estropeándola con los labios con el sonido de barbar [...]. Y finalmente a todos los que hablan con tosquedad y grosseria llamamos bárbaros, y a los que son inorantes sin letras, a los de malas costumbres y mal morigerados, a los esquivos que no admiten la comunicación de los demás hombres sin razón, que viven sin ella llevados por sus apetitos y finalmente los que son despiadados y crueles.

·        45 P. Fouché, Phonétique historique du français, Paris, Klincksieck, 1952-1961, vol. 3. El debilitamie (...)

·        46 En Francia, los santos patronos de los oficios responden en muchas ocasiones a juego de palabras. E (...)

·        47 Encontramos en Internet ( www.catholique-marseille.cef.fr) « La célébration de sa féte est associée (...)

·        48 W. von Wartburg, Französisches Etymologisches Wörterbuch, Bonn, Fritzklopp verlag, 1927, presenta u (...)

·        49 Cuando en Le mariage de Figaro, tras los bofetones que le propina Suzanne, Figaro exclama: « Santa (...)

30En el ámbito francés la evolución de la lengua francesa ha producido unos resultados sorprendentes que nos permiten comprender algunos fenómenos relativos a los patronazgos trasladados y adjudicados a nuestra santa45. El nombre de la santa en Francia, Barbe, es homófona de uno de los atributos más viriles, la barba. Lógicamente la homofonía produce el cruce de los significados, y no nos sorprende el hecho de que la santa llegue a ser la patrona de todo aquello que tenga barba (o su apariencia) y así se adhieran a ella en territorio francófono no sólo los antiguos fabricantes de cepillos46, sino también aquellos que trabajan con hilos o telas como los tapiceros, tejedores, jugadores de pelota (cuando la pelota estaba realizada con telas) y comerciantes de tela, como puede apreciarse en la lista de patrocinios adjudicados a la santa que proponemos al final del trabajo; como tampoco debe sorprender que encontremos en la región de Marsella la tradicional costumbre del « blé de sainte Barbe »47 directamente relacionado con la vertiente agrícola del término, puesto que todo lo que en las plantas puede tener la apariencia barbada48 puede adscribirse al mismo ámbito semántico. Por último, comprendemos fácilmente cómo, a pesar de ser una santa tan venerada y popular en territorio francófono, el nombre propio de Barbe haya caído en desuso al considerarse « poco femenino » habiendo sido reemplazado actualmente por el más moderno y cinematográfico de « Barbara »49. En nuestro corpus, el nombre aparece en 47 ocasiones, pero la mayoría de los casos pertenecen a la tradición ortodoxa, en la cual se mantiene la costumbre de acompañar el nombre de los santos al no poseer éstos ningún atributo que los distinga.

·        50 Sólo aparece con santa Bárbara en el fresco de Santa María la Antigua, del siglo viii, en Roma. Cur (...)

31La palma, símbolo de inmortalidad y común a todos los mártires, ha podido reemplazar la originaria pluma de pavo real50 o de avestruz que según algunos simbolizaba también la inmortalidad en la antigüedad clásica. La pluma de ave también puede acompañar a los doctores como el instrumento de escritura y entonces suele ir acompañada de un libro, cuya importancia veremos más adelante. La palma, sin ser el atributo más frecuente en el corpus manejado, es, sin embargo, constante tanto a lo largo del tiempo como en todos los países europeos. Por otra parte, la palma puede adquirir forma de una llama como en el caso de la imagen de Santa Bárbara en la catedral de Oviedo, obra de Antonio Borja de 1712.

·        51 K. Künstle, Ikonographie der Heiligen, Fribourg-en-Brisgau, 1926, p. 113, citado por B. de Gaiffier (...)

·        52 P. J. Braun, Tracht und Attribute der Heiligen in der deutschen, Kunst, Sttutgart, 1943, col. 116-1 (...)

32El cáliz (solo o con la hostia) y también el píxide o copón; representa a la santa como una de las auxiliadoras de los agonizantes y también garantes de una buena muerte, una de sus primeras y más significativas atribuciones. Este atributo existe ya desde el siglo XIV sobre todo en Flandes y Alemania. K. Künstle51 explica la presencia de este atributo en Santa Bárbara al ofrecer la torre, atributo específico, gran parecido con el recipiente del siglo XV en donde se guardaba el sagrado sacramento para dar a los agonizantes los últimos auxilios. Pero esta afirmación es refutada por P. J. Braun52 por considerar que la torre y el cáliz con la hostia pueden aparecer a menudo en el mismo cuadro en tiempos remotos; esto es confirmado por dos de las ilustraciones del siglo xiv, vidriera y figura de madera originarias de Austria y Suiza respectivamente, contenidas en el volumen de Nemitz y Thierse, las cuales presentan un cáliz y una torre, lo que daría la razón a Braun, es decir, ambos atributos podían haber estado presentes casi desde el principio de la individuación de la mártir.

·        53 El atributo común de los apóstoles era el rollo de la doctrina pero muy pronto se cambiará por el l (...)

·        54 Isidoro de Sevilla, Etimologías, VIII, « Acerca de la Iglesia y las sectas », 11.

·        55 J. Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1969: « Barbara: (...)

·        56 Además, encontramos que, en latín « barbatus » aludía no sólo a los romanos de los antiguos tiempos (...)

·        57 L. de Echevarría, op. cit., p. 532, sugiere que esta circunstancia habría tenido su origen en el pe (...)

·        58 Conservado en el Museo del Prado.

·        59 « La Iglesia ha mostrado siempre a través del arte, la conveniencia y aún necesidad de la lectura y (...)

33El libro, muchas veces abierto, es atributo común de los doctores (Padres de la Iglesia y escritores eclesiásticos53); más tarde será atribuido a aquellos santos y santas que hubieren dado testimonio de sabiduría o que hubieren defendido la fe con sus palabras, como sería el caso de Santa Catalina o de Santa Bárbara. Recuérdese la extensa disertación que, según la leyenda, hace Bárbara sobre los ídolos de los dioses paganos la cual no hace sino reproducir escuetamente lo que explicaba Isidoro de Sevilla en extenso en sus Etimologías54 sobre aquellos. Relacionado con el libro y con el saber intrínseco al que hace referencia, debemos mencionar la relación del término « Bárbara » con la filosofía y la escolástica y, de este modo, lo podemos hacer extensivo a los padres y doctores de la Iglesia: como se sabe BARBARA designa a uno de los modos válidos de los silogismos de la primera figura. Ya Aristóteles consideró éstos como silogismos perfectos, reduciendo los dos últimos (DARII, FERIO) a los dos primeros (BARBARA, CELARENT); de éstos, el axioma BARBARA es el más importante en tanto que es el único silogismo que proporciona una conclusión afirmativa universal55. Probablemente, por esta razón, y porque la mayor parte de las grandes verdades morales se solucionaban en BARBARA, es por lo que el Collège de Sainte Barbe (fundado en 1460 por François Lenormant) lleva tal nombre. Los alumnos de esta escuela recibían a su vez el nombre de « barbarains », « barbarini » o « barbaristes »56. Quizás también sea esta la razón por la que en la Catedral de Salamanca, la capilla en donde el futuro doctor debía disertar y responder a sus examinadores era y es llamada de Santa Bárbara y está presidida por la imagen de la santa con la torre y un libro57. Con este mismo y único atributo encontramos a la santa en las primeras representaciones pictóricas flamencas de autoría conocida como las holandesas de Jan van Eyck (1437) o la de Robert Campin, conocido también como Maestro de Flémalle (1438)58 así como las figuras de arenisca procedentes del sur de Francia o de Alemania de comienzos del siglo xv, manuscritos flamencos, etc., y así hasta un total de 40 ocurrencias de nuestro corpus59.

·        60 Por otro lado la imagen de la decapitación es harto frecuente y la podemos encontrar fácilmente apl (...)

·        61 T. Sánchez, A. Bravo, T. Bravo, Santa Bárbara en Asturias, Oviedo, Ediciones Nobel, 2003, p. 224.

34La espada, arma noble propia de caballeros y héroes cristianos, es, al principio, el atributo de los santos militares (San Martín, por ejemplo), pero es utilizada más tarde para simbolizar el instrumento del martirio cruento inflingido a los cristianos. Como se aprecia en el cuadro de frecuencias, la espada no es de los atributos más comunes en Santa Bárbara; no obstante, muy similar a la figuración del momento cumbre (decapitación de la mártir) del Menologio de Basilio II (siglo ix-x, conservado en la Biblioteca del Vaticano), podemos hallar la misma imagen, esto es, el padre con la espada en alto dispuesto a decapitar a la hija quien acepta de rodillas el martirio, en la bóveda de una iglesia en Bucovina en Rumania del siglo xvi acompañada del nombre de Bárbara60. Curiosamente, en algunas modernas representaciones populares, la mártir aparece con un cuchillo hincado en su garganta (es el caso en Navallo de Taramundi, Asturias)61. En este sentido, sorprende la siempre inmensa capacidad del artista popular para actualizar y poner al día lo que considera un objeto ya anacrónico y obsoleto como puede ser la espada y sustituirlo por un puñal o cuchillo mucho más acorde con los tiempos modernos cumpliendo con su función de « degollar » pero de manera aún más explícita.

35La torre es el atributo distintivo de Santa Bárbara y el que permite individuarla de los demás santos auxiliadores. En un misterio francés del siglo XV podemos leer:

·        62 Vid. L. Réau, Iconographie de l’Art Chrétien, París, Presses Universitaires, 1958 (reimp. 1988), p. (...)

Aussi faut qu’elle ait une tour
En une main et puis en l’autre
Une palme ; puis sans nulle faute
Ait sur la tête une couronne62.

Y también encontramos en el refrán popular del sur de Alemania:

·        63 Vid. L. Réau, ibid.: « Bárbara con la torre, Margarita con el dragón, Catalina con la rueda son las (...)

Barbara mit dem Thurm
Margarethe mit dem Wurm,
Katharina mit dem Rädel
Sind die drei heiligen Mädel
63.

36Bárbara con su torre (Catalina con la rueda y Margarita con dragón) forma parte del emblemático grupo de las cuatro doncellas (junto con Santa Dorotea) en centro Europa. Asimismo se integran en el grupo de los 14 auxiliadores como los más venerados de los siglos inmediatamente posteriores al siglo xi.

37La torre de Santa Bárbara tiene además la característica de poseer tres ventanas para simbolizar la Trinidad, primer dogma de fe y motivo de disensiones múltiples entre los cristianos de los primeros siglos de la cristiandad. En la leyenda, la santa explica y defiende vehementemente por qué hace abrir la tercera ventana como afirmación y declaración de su fe lo que la convierte en « confesora », haciendo de su alegato un panegírico del dogma de fe fundamental de la doctrina cristiana. Con el transcurso del tiempo el simbolismo trinitario implícito en las tres ventanas se pierde y muchas de las torres que acompañan a la santa no presentan más que una o, incluso, ninguna ventana. Como se aprecia en el cuadro de frecuencias, la torre es, con mucho, el atributo más recurrente de Santa Bárbara (más de la mitad).

38Es preciso señalar que, aunque en las primeras representaciones de la santa no aparece la torre, ya desde el siglo xiv hay testimonios de su presencia. ¿Fue tomada aquélla de la leyenda divulgada gracias a la leyenda dorada teniendo en cuenta de que sólo es a partir del siglo XV cuando se incluye en las sucesivas ediciones de la Legenda Aurea de la Vorágine? A este respecto creemos que hay dos hipótesis que pueden sugerir dos vías futuras de investigación.

·        64 En Haute-Garonne, realizado entre 1525 y 1535.

·        65 En algunas imágenes la supuesta torre tiene un significativa forma fálica, como es el caso de la fi (...)

39La primera nos la ofrece la tradición alegórica que desde tiempos remotos ha influido en la representación iconográfica de nuestra civilización y que nos conduce a encontrar la alegoría de una de las virtudes cardinales, la Fortaleza, mediante una joven con una torre en sus brazos. Es curioso encontrar en la sillería64 de la Catedral Sainte-Marie, en Saint-Bertrand de Comminges (Haute-Garonne), un estalo con esta alegoría, y dentro del mismo coro, en uno de los pasos entre asientos, la representación de Santa Bárbara con el mismo atributo. La doble significación de « fortaleza » tanto en italiano como en español, significando a la vez fuerza de espíritu y atalaya, contribuye a añadir una dimensión nueva a la mujer representada con la torre en sus brazos: la de la fuerza y el vigor físicos propios de los hombres; y así podemos encontrar algunas insólitas imágenes de la santa que presentan a una aparente frágil doncella elevando una pesada torre como si de una leve pluma se tratase65.

·        66 M. Donini « La Passio di S. Barbara: sedimentazioni e variazioni di motivi narratologici », Santa B (...)

·        67 J. G. Frazer (The Golden Bough, 1890) La Rama dorada. Magia y Religión (trad. E. y T. Campuzano), M (...)

·        68 También J. G. Frazer menciona la leyenda de Danaé a quien su padre encierra en la torre: « Hay que (...)

·        69 En mi tesis doctoral El mito de Hero y Leandro en la literatura oral europea (Madrid, Universidad C (...)

40La segunda hipótesis tiene que ver con la reclusión de la doncella en la torre. El artículo que nos ofrece M. Donini poniendo en relación las « passiones » de Santa Bárbara, de Santa Irene y de Santa Cristina con la leyenda mítica de Danaé66 es muy ilustrativa al respecto, pues en todas aparece la secuencia del enclaustramiento de las jóvenes adolescentes por sus progenitores así como la desobediencia y rebelión de éstas. Esta hipótesis nos conduciría al motivo de la doncella encerrada por el padre o por la autoridad establecida que el padre representa; ya Frazer exponía en el capítulo « Entre el cielo y la tierra » de La rama Dorada67 la costumbre tan extendida de recluir a las niñas pubescentes para conjurar el tabú de la primera menstruación, impidiéndoles ver el sol o simplemente la luz del día. Esta reclusión solía ir acompañada del impedimento de tocar el suelo y de mantenerlas siempre en alto por miedo a una contaminación personal o perjuicio para la tribu o el clan68. Muchos de los cuentos y canciones de la tradición oral de todo el mundo se siguen encargando de mantener y transmitir de forma muy sencilla este tabú atávico presentando secuencias o episodios que relatan el enclaustramiento de la joven púbera así como la trasgresión del interdicto y su consecuente castigo69.

41Por otra parte, hemos visto que, aunque la santa puede presentar atributos comunes a otros santos (como la palma, el libro o la espada...), la torre es el atributo que caracteriza a Santa Bárbara y que aparece de manera más frecuente muy distanciado del cáliz ligado a su primera misión de intercesora en el momento crucial de la muerte. No obstante nos arriesgamos a esbozar una relación temática entre estos dos atributos (el cáliz y la torre) que tendría su origen en ese miedo a morir repentinamente (y sin recibir los sacramentos lo que conduciría irremediablemente al infierno) que ha obsesionado siempre a la gente expuesta a grandes peligros. ¿Y cuál ha sido y sigue siendo el mayor de los peligros para cualquiera, incluso para los más sanos?: « ¡Que te parta un rayo! » reza la maldición más popular española. También sabemos cómo muchos dichos populares invocan a Santa Bárbara para solicitar su protección tanto contra el rayo como contra el estruendo que ocasiona su caída. Correas recoge en su refranero el dicho tan extendido en España de « Nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena » y pocos españoles habrá que en tiempos tormentosos, no reciten u oigan el responso de:

·        70 Plegaria muy parecida a la que recitan los portugueses cuando se oye un trueno: « Santa Bárbara ned (...)

Santa Bárbara bendita
Que en el cielo estás escrita,
Con papel y agua bendita,
En el ara de la cruz,
Tres veces amén, Jesús70.

·        71 Sófocles, Edipo en Colono, ed. J. Vara Donado, Madrid, Cátedra, 1998, p. 447.

42Pero, remontémonos al origen. Sabemos que desde tiempos inmemoriales el rayo ha sido uno de los atributos privilegiados del poder máximo de la divinidad así como la mejor expresión de su cólera. « ¿Qué es lo que produce el estruendo que encuentra a su vez eco unísono en vosotros, claro el vuestro y evidente el del extranjero? ¿No será un rayo de Zeus o una granizada lluviosa que se haya desencadenado? Pues cuando el dios sacude una tormenta de tal magnitud cabe imaginarse todo » (dice Teseo a Edipo en Colono de Sófocles71). De igual modo, en el monte Sinaí, en medio de una escatología atmosférica, Yavé habla a Moisés: « Al tercer día por la mañana hubo truenos y relámpagos, y una densa nube sobre la montaña, y un muy fuerte sonido de trompetas [...]. Moisés hablaba y Yavé le respondía mediante el trueno [...]. Todo el pueblo oía los truenos y el sonido de la trompeta y veía las llamas y la montaña humeante; y atemorizados y llenos de pavor, se estaban lejos » (Éxodo, 19 (16 y 19) y 20 (18).

43Lo cierto es que el pánico producido por el miedo a ser fulminado por un rayo o al incendio incontrolable que provoca la caída del mismo ha sido uno, si no el más importante, de los fenómenos naturales, común a todos los pueblos, el cual ha originado el nacimiento de mitos y leyendas. Es lógico que el hombre haya buscado siempre personalizarlo en dioses a fin de conseguir su protección, conjurando, de ese modo, el miedo a ese peligro que viene directamente del cielo, sede de los dioses.

·        72 Les suffrages et oraisons de saints, París, Vérard, s. d.; vid. É. Mâle, L’Art religieux de la fin (...)

44Hemos visto que el cáliz atribuye a Santa Bárbara la capacidad intercesora para no morir sin haber recibido los últimos sacramentos, de ahí que encontremos en uno de los libros de Horas más antiguos la siguiente plegaria: « Faites, Seigneur, que par l’intercession de sainte Barbe, nous obtenions de recevoir, avant de mourir, le sacrement du corps et du sang de Notre Seigneur Jesus-Christ »72. Pero también por la misma época ya se la invocaba para la protección contra el rayo y la tormenta. En otra plegaria del siglo XV se expresa explícitamente esta doble intercesión de la santa:

·        73 P. Rézeau, Les prières aux saints en français à la fin du Moyen Âge, Genève, Librairie Droz, 1980, (...)

Saincte Barbe, c’est chose voire
que de Dieu tu as grant mérite
et povoir contre le tonnoirre
fouldre du ciel et mort subite
Après Marie, la fleur éslite,
fay pour moy intercession
A Jhésus qui tous péchiez quiete,
qu’i me octroye confession. Amen.73

·        74 Invitamos a entrar en la página [http://campaners.com/php/iconop.php?numer=4&pg=0] en donde podrán (...)

75 « Sainte Barbe inaugurée le 3 décembre 1960 á Hassi Messaoud (Algérie). La statue est haute de 2m 30 et pèse 500 kilos. Elle se trouve depuis le 25 avril 2004 á la maison du Maréchal Juin à Aix-en-Provence », vid. http.//babelouedstory.ifrance.com.

76 Remito al lector a la página web: http://www.gallerie-ph.ch/en/events/barbara04/.

 

45Pero ¿por qué la torre? ¿Simplemente porque está en la leyenda? Es la explicación más fácil; pero ¿y si tuviéramos en cuenta que las torres eran la parte más alta y más estratégica de los castillos, fortificaciones e iglesias pero también las más delicadas y vulnerables a la caída del rayo? No en balde muchas campanas de antiguas y actuales iglesias llevan forjada la imagen de Santa Bárbara en el bronce74, precisamente para proteger el campanario (torre más alta) de la inclemencia del rayo. Como también es preciso recordar que hacer sonar las campanas era hasta hace muy poco una de las formas posibles para disipar nublados y ahuyentar las tormentas en las zonas rurales; con la invención de la pólvora también se usarán las descargas y cañonazos para igual cometido, de ahí el posterior patrocinio de la santa para artilleros, dinamiteros, mineros... y demás oficios que utilizan la pólvora en sus distintas modalidades. En realidad, todas estas manifestaciones no son sino formas actualizadas de aquellas otras ancestrales que combatían al enemigo todopoderoso (el diablo en la Europa cristiana) que estaba detrás de esos ruidos y luces sobrenaturales (o infernales) haciendo aún más estruendo que él. Y ese ruido ensordecedor ¿no tendría nada que ver con el sonido incomprensible y « reverberador » que sugiere la onomatopeya del nombre de Bárbara? Tentadora cuestión que por desgracia desborda los límites y propósito de este trabajo, con lo que nos contentaremos con sugerirla por el momento.

46Desearíamos terminar este trabajo sobre la trayectoria y atributos de Santa Bárbara con la exposición de los numerosos y variopintos patrocinios que le han sido adjudicados. Y puesto que nos hemos servido del precioso libro de Némitz, Thierse y Mañana, es obligado referirnos de nuevo a ellos reproduciendo aquí su lista que, sospechamos, aunque no lo dicen expresamente, es un compendio de diversos países de Europa, como lo evidencia los relacionados con el nombre de Bárbara/Barbe (ellos lo atribuyen a la influencia latina, pero, como creemos haberlo dejado expuesto, es relativo al ámbito francés) y la inclusión de topónimos centroeuropeos; proponemos, sin embargo, una lectura detallada y activa para interpretar y deducir el origen de cada uno de ellos, muchos de los cuales no se debe sino a la inventiva e imaginación popular siempre insaciable e incontenible. Nos hemos permitido, no obstante, su reformulación teniendo en cuenta seis apartados según estén relacionados con su calidad de intercesora, con un aspecto de la leyenda, con el nombre propio, o con países o ciudades; finalmente, un apartado en donde entran dos patrocinios (enterradores y cocineros) difíciles de explicar por el momento. Cada uno de estos patrocinios exigiría por sí solos una explicación complementaria, pero ello alargaría excesivamente este trabajo.

Patrocinios de Santa Bárbara

1. Contra la muerte (sin confesión y/o repentina); relacionados con el cuerpo y/o la enfermedad
1.1. « En caso de fiebre, peste, hambruna y todo tipo de catástrofe »
1.2. « En tormentas, incendios y mal tiempo »
1.3. « De los enfermos, especialmente en los hospitales »
1.4. « De los cuidadores de pobres encargados en Antwerpen de la caridad organizada »
1.5. « Para protección ante una muerte repentina y en la impenitencia »
1.6. « De las hermandades de la buena muerte »
1.7. « De los moribundos que piden el viático »
1.8. « Como protección contra las enfermedades femeninas del pecho »
1.9. « De las mujeres embarazadas, esposas y muchachas »
1.10. « De los cirujanos »
2. Relacionados con un aspecto o una secuencia de la leyenda
2.1. « Para protección contra la langosta » (Agrícola)
2.2. « Como protección contra los cálculos (la piedra se abre ante ella) »
2.3. « De las torres, cimas de montes y fortificaciones, de caballeros »
2.4. « De los presos (ella también estuvo encerrada en una torre) »
2.5. « De los albañiles, picapedreros, tejadores, carpinteros y arquitectos »
2.6. « De los estudiantes y colegiales por la libertad de las creencias y la verdad cristiana »
3. Relacionados con trabajos expuestos a la explosión y al fuego
3.1. « De los mineros y artesanos metalúrgicos ante los peligros de su profesión »
3.2. « De los mineros antes los peligros de las explosiones y el grisú »
3.3. « Para que haya explotaciones lucrativas y buen trabajo de los mineros »
3.4. « De los mineros, constructores de túneles y petroleros entre todos los mineros »
3.5. « De los trabajadores en los yacimientos de marga en la zona holandesa de Limburg »
3.6. « De los bomberos, coheteros, salitreros y dinamiteros »
3.7. « De los lansquenetes, que usaban los arcabuces, cañoneros, artilleros »
3.8. « De los arsenales y de las armerías »
3.9. « De los bomberos »
3.10. « De los campaneros, armeros, fundidores de cañones »
3.11. « De los marinos como patrona ante las tormentas »
4. Relacionados con su nombre (en francés « Barbe »atributo masculino por excelencia)
4.1. « De los cepilleros y sombrereros, que utilizan todo tipo de cepillos y cerdas, en recuerdo del vocablo latino « barba » =Barba »
4.2. « De los tejedores y comerciantes de paño, también libreros »
4.3. « De los peleteros y carniceros »
4.4. « De los tapiceros »
4.5. « De los jugadores de balón (confunden la bomba con una pelota) »
4.6. « De los comerciantes en ropa blanca y orfebres »
5. No relacionados con nada explicable
5.1. « De los enterradores »
5.2. « De los cocineros »
6. Relacionados con países y lugares
6.1. Siria, Mantua y Ferrara, Breslau, Kutbenberg, sitios de Renania del Norte, Guastalla, de Ashton under Hill (Inglaterra), Culembourg (Holanda), Maldeghelm y Roy (Bélgica), Pedena (Istria)

47 No obstante, la lista propuesta da una idea de la amplitud de ámbitos a los que se adscribe su patronazgo así como su capacidad siempre vigente e inmensa de crear nuevas advocaciones desde que la integraron en el santoral cristiano. Prueba de esta vitalidad imparable es, no sólo su capacidad de emigrar y transmutarse en otros santos más primitivos como el Changó de los Orishas africanos en tierras americanas, sino también su actualización en el moderno patrocinio de los petroleros75 o esa otra « Nouvelle Barbara » que una pareja de artistas suizos han concebido para adaptarla a los nuevos tiempos:

Une jeune femme de notre temps, qui dans une main tient un globe terrestre et dans l’autre une pile de livres comme symbole de son savoir. [...] Une sainte Barbe nouvelle manière devrait être maligne et créative pour pouvoir s’engager en faveur d’un monde juste. Mais sa vie, elle ne doit pas la donner, elle doit la préserver pour pouvoir continuer sa lutte. [...] Ces attributs ont quelque chose de pesamment chrétien. Ce n’est pas ce que je donnerais à une sainte Barbe d’aujourd’hui. Un livre irait bien, mais pas un livre religieux: par exemple un livre que je suis en train de lire –en fait il y en deux, « Esthétique de la disparition » de Virilio, et « Au sud de la frontière, à l’ouest du soleil » de Murakami..,76

48 Algo tiene esta santa que permite esa incesante renovación. ¿Es su leyenda repleta de sugerencias simbólicas? ¿es la contundencia de ese nombre preñado de resonancias significantes? Somos consciente de que quedan aún muchos aspectos por tratar y son muchos los interrogantes aún por aclarar; ello implicaría más tiempo y más espacio de los que no disponemos ni aquí ni ahora. Lo cierto es que, al final del camino, es preciso constatar que casi estamos de acuerdo con la frase lapidaria de Sendín y es posible que « mientras haya tormentas y rayos » habrá Santa Bárbara para rato.

 

AUTEUR

Bárbara Taviel De Andrade

Universidad de Castilla-La Mancha

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INDULGENCIAS CONCEDIDAS POR EL PAPA INNOCENCIO XI A LA COFRADÍA DE SANTA BÁRBARA...1693  DE SAN JUAN DEL HOSPITAL

 

 

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SUMARIO DE LAS INDULGENCIAS Y GRACIAS DE SANTA BÁRBARA 1831

 

 

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DECRETO 500 ANIVERSARIO DE SANTA BÁRBARA COMO PATRONA DE ARTILLERÍA

 

 

 

 

 

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STA BÁRBARA, 500 AÑOS DE DEVOCIÓN ARTILLERA POR EUGENIO LÓPEZ POLO

 

 

 

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RELIQUIA DE STA BÁRBARA QUE SE ENCUENTRA EN LA ACADEMIA DE ARTILLERÍA SEGOVIA

 

 

 

 

 

BONAVENTURA QUINTARELLI (1844-1915), OBISPO DE RIETI (ITALIA), EN ESTE DOCUMENTO FIRMADO EN RIETI (CIUDAD ITALIANA QUE TIENE COMO PATRONA A SANTA BÁRBARA) EL 12 MARZO DE 1913 ESTABLECE LA AUTENTICIDAD DE LA RELIQUIA QUE SE GUARDA EN ESTE RELICARIO CONSERVADO EN LA ACADEMIA DE ARTILLERÍA.

 

 

 

“BONAVENTURA QUINTARELLI POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SEDE APOSTÓLICA, OBISPO RIETI, A todos y cada uno, con nuestras presentes letras damos fe, para mayor gloria de Dios y de los Santos, en cuyo culto de forma gratuita se ha de dedicar la partícula de los huesos de santa Bárbara, Virgen y Mártir de Nicomedia, arrancada (sacada) de las auténticas memorias, a la que se exhibe en un estuche de color plata, en segundo lugar atada con una cuerdecilla de seda de color rojo y firmada (grabada) con nuestro sello, que con gran reverencia hemos colocado con la facultad (o el poder) de retener dicha sagrada reliquia; de donar a otros; y de exponer a la veneración pública de los fieles en cualquier Iglesia, Oratorio o Capilla. A la fe de todos. Dado en Rieti, día 12 de marzo de 1913”.

 

 

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       ATRIBUTOS DE STA BÁRBARA

 

 

 

 

Cofradía del Santo Cristo de los Artilleros Valladolid

 

 

 

La patrona de Artillería, Santa Bárbara, era la siguiente a recibir el paso de Jesús Sacramentado. Lo hacia en este peculiar altar fotográfico que desde 2016 instala la

 

Hermandad del Ecce Homo. Es de destacar la colocación de un cojín con los atibutos de su advocación titular: un retal de la capa roja, la caña y la corona de espinas

 

                                                            

 

 

 

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